Del Olmo ofrece a Puente apoyar las cuentas de 2021 si recogen «las necesidades» de la ciudad
La presidenta del PP en el Ayuntamiento afirma que su grupo «no tendría problema para aprobar el presupuesto» del equipo de gobierno | El portavoz del PSOE, Pedro Herrero, recuerda que «falta mucho»
No hay constancia en los últimos 24 años de que el principal grupo de la oposición apoyara los presupuestos del equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Valladolid. En la etapa de Francisco Javier León de la Riva la oposición no lograba colar ni una enmienda y en los cuatro años que lleva Óscar Puente de alcalde se admitió alguna de otros grupos, pero de forma casi simbólica.
Si alguien duda todavía de que el mundo, el país y la ciudad no serán lo mismo tras la pandemia, el anuncio hecho ayer durante el pleno del Ayuntamiento por la presidenta del Grupo Municipal Popular, Pilar del Olmo, de que están dispuestos a apoyar los presupuestos de Puente para 2021 demuestra que el covid19 puede derribar cimientos políticos que parecían inamovibles.
El coronavirus y la terrible secuela de muertes y crisis económica y social que arrastra consigo ya llevó a todos los grupos municipales, excepto VOX, a entenderse y formar un grupo de trabajo centrado en la recuperación. Ahora el PP anuncia un paso más allá y se muestra dispuesto a apoyar los presupuestos, aunque falta todavía bastante para que empiecen a elaborarse las cuentas del próximo año y comprobar si el ofrecimiento se materializa al final. Sería histórico.
Del Olmo puso una condición para dar su respaldo : que el presupuesto «se adapte a las necesidades de los vallisoletanos» . En teoría esa premisa se le supone a un presupuesto, aunque está por ver si ambos grupos tiene la misma visión de cuáles son las necesidades de la ciudad. Pero una cosa es clara: las necesidades serán mucho mayores y desbordarán la capacidad del Ayuntamiento. El portavoz del PSOE y concejal de Planificación y Recursos, Pedro Herrero, preguntado por el ofreciemiento de Del Olmo contentó con un escueto «falta mucho».
Los cuatro grupos que forman el grupo para la reconstrucción, PSOE, PP, Valladolid Toma la Palabra y Ciudadanos, llevaron al pleno una moción conjunta para explicar los acuerdos alcanzados, que incluyen el reparto ya de un paquete de 13 millones para pymes, autónomos y para cubrir necesidades sociales, y defender la necesidad de cohesión en unos momentos tan difíciles.
En nombre de Ciudadanos, su portavoz, Matías Fernández Antolín, dijo que el acuerdo alcanzado es un mensaje para los afectados por la pandemia «de que la ciudad está con ellos» . En la misma línea, la concejala del PSOE, Rosario Chávez, señaló que el objetivo es «no dejar a nadie desprotegido» y María Sánchez, de Toma la Palabra, añadió que el grupo de trabajo «debe ser el altavoz de los sectores más castigados».
Fue en este contexto en el que Del Olmo llamó a «dejar al lado los enfrentamientos y buscar la concordia» en una situación como la presente. Tras señalar que las ideologías de los grupos municipales son «muy diferentes» , advirtió de que esto no puede ser «una excusa» para procurar todos «el bien común» de los ciudadanos. Añadió que ante una emergencia todos deben «hacer cesiones» y fue aquí cuando anunció que su grupo «no tendría ningún problema para apoyar el presupuesto» y animó al equipo de gobierno a elaborar unas cuentas recojan «las necesidades de los vallisoletanos».
La única coz discordante fue la del concejal de VOX, Javier García Bartolomé, quien acusó al resto de grupos de haber bloqueado su participación en el grupo y consideró un «despropósito» la moción por llevar a votación «algo que ya está decidido». Reprochó a los grupos de la oposición «haber renunciado» a su papel y añadió que la moción conjunta daba una imagen de «falsa sensación de consenso».
García Bartolomé, quien intentó buscar su sitio en un debate en el que parecía descolocado, recibió la respuesta de la portavoz de Toma la Palabra, María Sánchez, quien tras preguntarle «¿en qué mundo viven ustedes?», en alusión a VOX, se autorrespondió para señalar: «En el de las manifestaciones en coche».
Antes de la moción presentada por los cuatro grupos municipales se aprobó otra de carácter institucional para pedir al Gobierno central y a la Junta de Castilla y León que concreten los fondos económicos que destinarán a la recuperación económica derivada de la pandemia.
Así como Del Olmo estuvo conciliadora, la oposición del PP corrió ayer a cargo del concejal Borja García de Carvajal, duro con el equipo de gobierno por su decreto para peatonalizar varias calles del centro. Fue a cuenta de una moción de Ciudadanos, en la que su portavoz, Martín Fernández Antolín, solicitó un aplazamiento de las obras de peatonalización que están en curso para no perjudicar a los comerciantes.
García de Carvajal acusó al concejal de Espacio Urbano y Movilidad, Luis Vélez, de haber sacado el decreto «con alevosía y nocturnidad» y recriminó al equipo de gobierno por su «guerra ideológica contra el vehículo privado». En su cuenta pendiente que tiene con Vélez por el anunciado desde hace tiempo Plan de Movilidad, el Pimussva, el concejal recurrió al chiste: «El Pimussva es como el cocodrilo del Pisuerga, todo el mundo habla de él, pero no existe».
Vélez respondió que no pueden paralizarse unas obras que llevan un mes en marcha y que estaban previstas mucho antes de la pandemia, al tiempo que señaló que no afectan a las aceras y, por tanto, no perjudican la entrada en los comercios.
La moción no prosperó, como tampoco otra presentada por el concejal de VOX para pedir la declaración de Valladolid como ciudad amiga del automóvil, muy similar a otra que llevó el PP para agradecer a Renault su continuidad en Valladolid y Palencia tras los recortes anunciados en su nuevo plan estratégico.