Diario de Valladolid

El libro de texto era la ‘profe’

Verónica Duque, maestra del colegio María Teresa Íñigo de Toro, se enfunda en un disfraz anatómico para explicar el cuerpo humano a sus alumnos de 3º de Primaria / Su lección se ha hecho viral

La profesora Verónica Duque imparte su clase con un disfraz anatómico.-EL MUNDO

La profesora Verónica Duque imparte su clase con un disfraz anatómico.-EL MUNDO

Publicado por
Estibaliz Lera

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Es el cuerpo humano al descubierto. La musculatura y todos los órganos, excepto el apéndice, se pueden observar con un solo golpe de vista. Verónica Duque se desnudó ante sus alumnos de 3º de Primaria para explicar los músculos, el aparato respiratorio y el aparato digestivo.

No dejó nada a la imaginación. Se vistió con un bañador y una mallas compradas en AliExpress y desató «una situación disparatada» en el aula. Su idea era saltar de los libros a la realidad para que la imaginación de los más pequeños llegara a límites insospechados. Y lo consiguió el pasado lunes.

Esta profesora extremeña, de 43 años, acudió a su clase de science en el Colegio María Teresa Íñigo de Toro como todos los días. La misma ilusión y una mochila cargada de conocimiento. Sin embargo, sabía que los pequeños se iban a sorprender con la lección.

Cuando inició sus explicaciones acompañada de Margaret –el busto que tienen en el centro vallisoletano con órganos desmontables para explicar la anatomía humana– se quitó la bata y desató la locura de la mano del disfraz anatómico que llevaba puesto. «Algunos niños gritaban, otros saltaban, otros se tapaban los ojos....», explica para, más tarde, añadir que estaban «alucinados» con ver de cerca todo lo que estaba dibujado en sus libros.

Lo que más llamó su atención fue el hígado. «Decían que era muy oscuro y muy grande. Me preguntaban sus funciones. Para ellos era todo nuevo y estaban muy emocionados», apunta. También estaban «ilusionados» al tocar el apéndice y comprobar que no aparecía en la malla. «Hay que darse cuenta de que parten de cero. Tienen mucho desconocimiento, incluso piensan que los niños nacen por el ombligo».

Con esta iniciativa, según cuenta, los estudiantes estaban «sorprendidos y contentos» con un tema «difícil porque no tienen muy claro cómo son las personas por dentro». Espera con este particular atuendo conseguir resolver las «complicaciones» que siempre aparecen al explicar el cuerpo humano. Un atuendo que lo vio por casualidad. «Me saltó un anuncio de internet y dije ¿por qué no?». Lo compró en septiembre y lo ha guardado hasta final de año.

Todo se podía haber quedado entre las paredes del aula, pero una compañera hizo unas fotografías a Verónica mientras impartía la clase, se las pasó al marido de esta, Michael, que las colgó en Twitter. En cuestión de segundos las redes sociales ardieron con el siguiente mensaje donde la elogiaba: «Muy orgulloso de este volcán de ideas que tengo la suerte de tener como mujer. Hoy ha explicado el cuerpo humano a sus alumnos de una manera muy original. Y los niños están flipando ¡Grande Verónica!». Ayer por la tarde acumulaba ya 46.000 me gustas y 9.000 retweets. «Es una locura. Fue creciendo por momentos y da miedo. Pero estoy encantada de poder dar a conocer la labor de los maestros, que es desconocida para una parte muy importante de la sociedad», subraya esta maestra que primero estudio Filología, luego trabajó como auxiliar de vuelo y, por último, estudió Magisterio de Educación Primaria, su verdadera vocación.

«Sacaba muy buenas notas y la gente me animó a estudiar Filología pero yo siempre he querido enseñar. Es lo que me hace feliz», reconoce sin poder creerse todavía el revuelo que se ha formado alrededor de esta iniciativa.

Lleva 15 años mostrando su saber hacer al mundo. En concreto, en el Colegio María Teresa Íñigo de Toro lleva cinco. Allí imparte, además de science, lengua, inglés, ciencias sociales y plástica. No es la primera vez que acude a una clase disfrazada. En historia suele utilizar muchos complementos porque los niños «se motivan y conectan mucho mejor con el tema».

Esta extremeña está «feliz» porque por un día los maestros se han mostrado al mundo tal y como son. «Son muchos los que hacemos esto, pero no se conoce. Agradezco a los medios de comunicación que nos den voz porque a veces solo se sabe de nosotros por lo que hacemos mal, pero hacemos bastantes cosas bien».

Con la humildad por bandera, comenta que esta propuesta «no es más que ponerte un disfraz para que los pequeños entiendan mejor el cuerpo humano», sin embargo, en su centro, que ha obtenido uno de los premios nacionales Francisco Giner de los Ríos a la Mejora de la Calidad Educativa por el proyecto ‘Grandes artistas con pequeñas manos’, desarrollado en el segundo ciclo de Educación Infantil, el día a día es así. «Lo que tiene mucho mérito es lo que hacen mis compañeros con los más pequeños despertando el interés por el arte mientras crean sus propias composiciones», declara la maestra antes de avanzar que volverá a enfundarse en el disfraz para sorprender a los chiquitines.

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