Diario de Valladolid

Frenazo en la negociación colectiva que deja pendientes dos de cada tres convenios

90.508 trabajadores, a la espera / Los sindicatos acusan a la patronal de «agrandar la brecha salarial con España» / La subida se queda en el 1,81% frente al 2,29% nacional / Alertan del regreso de los ERTES

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M. P. VALLADOLID
Valladolid

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No corren buenos tiempos para la negociación colectiva. Cuando falta un solo mes para que concluya el año, los datos cerrados a 27 de noviembre evidencian que el nivel de acuerdo entre patronal y sindicados se ha enquistado. El ritmo de negociación va «excesivamente lento» y la calidad de los acuerdos alcanzados es «pobre», a ojos sindicales.

A diferencia de lo que ocurrió en 2018 –un año tildado por los sindicatos de «excepción» con «récords numéricos»–, 2019 se ha estancado, hasta el punto de que dos de cada tres convenios que tenían que haberse renovado (en concreto un 66%) siguen sin firmarse, según la información facilitada de forma conjunta por UGT y CCOO.

Ese porcentaje traducido a números absolutos supone que 171 de los 258 convenios colectivos sectoriales o de empresa que figuraban en el calendario de negociación de este año, prosiguen abiertos sobre la mesa de sindicatos y empresarios. La falta de un acuerdo implica que 90.508 trabajadores están en stand by, a la espera de que se actualice el convenio que rige su economía doméstica y sus condiciones sociales –el 63% de los previstos–.

La lectura contraria es, por tanto, que en lo que va de año tan solo se han firmado y publicado 87 convenios en toda Castilla y León en sus dos vertientes (sector y empresa), que dan ‘cobijo’ a 52.169 empleados.

Salamanca y Valladolid figuran como las provincias castellanas y leonesas con una mayor demora en la firma de convenios. Aproximadamente un 74% sigue pendiente. Llamativo resulta el caso de la provincia vallisoletana. Ese «lento ritmo negociador» damnifica a 43.812 empleados, lo que supone el 92% de todos los trabajadores que a lo largo de este año podían haber actualizado su convenio colectivo. En la situación contrario aparece Ávila. En esa provincia exclusivamente faltarían por suscribir el 30% de los convenios pendientes de negociar desde el 1 de enero.

Si el acuerdo de los convenios en general se dilata en el tiempo, más lo hace en el caso de los convenios de empresa. Quedan pendientes de firma, a un mes para que concluya el año, el 52% de los convenios de sector (79.161 trabajadores), frente a un 72% de los de empresa (11.347).

Ni agilidad, «ni calidad». Y es que, según denuncia el secretario de Acción Sindical de UGT, Raúl Santa Eufemia, al margen del ritmo negociador, los grandes paganos son los salarios. No en vano, la subida salarial media pactada en la Comunidad se queda en el 1,81%, frente al 2,29% nacional.

Aunque se ha producido un aumento en los salarios que se han pactado en lo que va de año, resulta «insuficiente» para recuperar el poder adquisitivo que se perdió con la crisis y, sobre todo, no sirven para limar las diferencias que le separan con España, al contrario, tal y como apostilla el secretario de Acción Sindical y Negociación Colectiva de CCOO, Fernando Fraile.

La razón que esgrimen, tanto Santa Eufemia como Fraile, es que la patronal «ha incumplido» la Transposición a Castilla y León del IV Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) 2018-2020, que recogía la necesidad de que los salarios pactados crecieran en la Comunidad entre el 2% y el 3% para recortar esa brecha con el promedio de España».

«No solo no avanzamos, sino que las distancias con la media del país se agrandan», añade Fraile. Según los datos sindicales, los incrementos salariales pactados en la Comunidad son ahora 48 décimas inferiores, cuando al finalizar el pasado año era de 13 décimas.

«La patronal no quiere abordar la brecha salarial», subraya Santa Eufemia, quien lamenta que los trabajadores «no han visto incrementados sus salarios porque las empresas optan por incorporar al salario convenio las variables y complementos que antes estaban fuera de él».

Para Fraile, Cecale no solo «sigue bloqueando» la negociación, sino «incumplimiento los acuerdos» de subidas salariales. Y lo hace «sin un motivo entendible», ya que, según ratifica, «las empresas castellanas y leonesas están obteniendo unos beneficios empresariales superiores a los de la media del Estado, y que estos no repercuten en los trabajadores».

«La empresa vuelve a pescar en río revuelto», afirma Santa Eufemia, quien añade que «entre 2016 y 2019 su productividad y sus ventas tomaron un gran impulso productivo y de ventas, mantienen las ayudas y subvenciones a nivel nacional y autonómico, pero siguen sin reflejar sus ganancias en los salarios, ni mucho menos en materia contractual».

Para Santa Eufemia, la patronal debería de dejar de utilizar la «artimaña» de que el acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva establece «solo recomendaciones estatales» o que en determinados sectores «resulta imposible aplicar los objetivos marcados en la AENC».

«No está justificado», expresa el secretario de Acción Sindical de UGT, quien acusa a la patronal y a las empresas de «agarrarse a un clavo ardiendo», apelando a la temida desaceleración económica, la inestabilidad política o la amenaza del Brexit.

«Todo son excusas» que esconden, a juicio de Fraile, «el concepto erróneo de la parte empresarial de que exclusivamente se puede competir con bajos salarios, olvidándose de que lo importante para la economía es invertir en tecnología, en formación a los trabajadores...».

«VUELVEN LOS ERTES»

Pero si hay un punto que, tanto a UGT como a CCOO, preocupa sobre manera es que en los últimos meses las empresas en Castilla y León «han vuelto a recuperar la figura del ERTE», o lo que es lo mismo, el expediente de regulación temporal de empleo, unido a los EREs.

Frente a estas críticas, Cecale niega la mayor. Su secretario general, David Esteban, mantiene que el ritmo de negociación es «el adecuado». Desde octubre de 2018 hasta la misma fecha de 2019, según sus datos, se han negociado 309 convenios, frente a los 273 del año anterior. «O íbamos muy lentos el año pasado o es una queja habitual de los sindicatos que la patronal pone trabas a las negociación».

En cualquier caso, sostiene que las cifras son muy relativas. Todo depende de «la idiosincracia del sector, de cuándo decae un convenio o del momento en que se tenga que negociar».

No asume la denuncia sindical de que Cecale haya incumplido el acuerdo por el empleo y la negociación colectiva. En su lugar, culpa al Gobierno de Pedro Sánchez de «desbaratar todo», al «establecer criterios propios y obviar los puntos del acuerdo nacional que asumió Cecale».

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