«Todas las zonas de Castilla y León deben tener un ritmo razonable de progreso»

El sexto presidente del Consejo Económico y Social presentó hace un mes su dimisión como vicerrector de la Universidad de Salamanca. Enrique Cabero (Salamanca. 1966) se muestra equidistante y cauto en todo aquello que pueda molestar a los grupos políticos mayoritarios que le auparon al cargo. No cree en un CES reivindicativo, pero sí crítico con las instituciones. Ligado a la universidad desde muy joven, este licenciado en Derecho y Doctorado por la Usal ya era vicerrector a los 28 años. Profesor de Derecho del Trabajo, exconcejal socialista por su ciudad, no dejará el partido para presidir el CES; a diferencia de su antecesor en el cargo, Germán Barrios.

Pregunta.- ¿Qué sello quiere imprimir al CES?

Respuesta.- El de la participación efectiva de los consejeros y de las organizaciones que representan. Participación y diálogo permanentes.

P.- ¿Quiere un consejo presidencialista?

R.- No, el CES tiene que ser un órgano muy colegiado.

P.- La pobreza crece en Castilla y León tras tres años de caída. Eso dice el INE en su último informe. ¿Cree que los políticos de esta Comunidad hace lo suficiente por mejorar la vida de los más vulnerables?

R.- Me gusta recordar el artículo 9.2 de la Constitución. Hay que leerlo con frecuencia y reflexionar sobre él. Encomienda a todos los poderes públicos constitucionales remover los obstáculos que impidan que las personas puedan ejercer sus derechos y, por lo tanto, que impidan la igualdad y la libertad real efectivas. Debe ser prioritario y nos debe guiar a las instituciones, a los grupos políticos y al CES. Nunca debemos perder de vista que ese es nuestro modelo de Estado. Hay gente que lo critica pero es el mejor modelo de Estado creado en la historia.

P.- Mi pregunta es si los políticos hacen lo suficiente para mejorar la vida de los más vulnerables.

R.- Nunca se hace lo suficiente. Las instituciones tienen que hacer mucho más…

P.- A favor de los más vulnerables.

R.- Sí, y en general; a favor de los más vulnerables, por supuesto. Tenemos un modelo muy exigente para las instituciones y las personas. Las instituciones tienen que hace mucho más a favor de los derechos, de las libertades, del bienestar, del progreso, del empleo, del crecimiento económico y de la distribución progresiva de la renta. Nos queda mucho por hacer en España y en otros países…

P.- ¿No cree que en esta Comunidad mal conviven dos velocidades, unas provincias muy industrializadas y otras en declive? ¿Hay forma de atajar esos desequilibrios que ganan peso en paro, despoblación, exportaciones y cuota de PIB?

R.- Eso forma parte de los objetivos comunes que hay que marcar. No puede haber zonas del territorio que no tengan un ritmo razonable de progreso. Eso no significa que todas las zonas de la Comunidad tenga que dedicarse a lo mismo. Hay que buscar en qué puede ser más competitiva cada zona. Tenemos que analizarlo juntos. ¿Quiénes pueden conocer mejor eso? Las organizaciones que están en el Consejo son las que pisan día a día el terreno. Aquí debemos conseguir esa detección de necesidades y unificación de criterios. Tiene un valor inigualable que no tiene ninguna otra institución.

P.- ¿Contempla una nueva recesión o sólo ve una desaceleración?

R.- Castilla y León tiene grandes potencialidades que pueden desarrollarse más para estar bien preparada ante un supuesto de recesión o desaceleración. Se pueden dar ambas situaciones, la economía es cíclica. Hay datos que hablan de un enfriamiento de la economía. Hay que tomar medidas que reactiven la economía para que deje de enfriarse. Hay que reactivar los factores estratégicos de la Comunidad. Ahí puede actuar el CES; para reactivarlo es necesario el acuerdo. En el Consejo confluyen muchos sectores. Ese acuerdo es un elemento dinamizador muy grande. De ahí la importancia del Diálogo Social en Castilla y León. La confrontación no es eficaz. Un órgano como éste facilita el aprovechamiento de las potencialidades si se logran consensuar objetivos comunes. Castilla y León es la comunidad que está mejor situada socialmente para adoptar decisiones conjuntas. Tenemos que romper cierto sesgo pesimista; es una imagen hecha desde fuera, que no es cierta. Los castellanos y leoneses somos muy activos y muy luchadores.

P.- Los salarios de Castilla y León están por debajo de la media nacional y los últimos datos indican que la brecha se abre. ¿Cree que Cecale debe hacer un mayor esfuerzo para que los empresarios de la Comunidad suban los salarios? El informe de 2019 reclama una subida de salarios.

R.- Una reactivación económica pasa también por una mejora retributiva. Si nos distanciamos en retribuciones contras comunidades autónomas nos ponemos en una situación de desventaja.

P.- Estamos entonces en una situación de desventaja.

R.- Podríamos situarnos, si no mejoramos en ese sentido. Siempre abogaré por una mejora retributiva coherente con la situación económica de las empresas.

P.- La subida a 900 euros provocó airadas reacciones de rechazo. Se demostró que no hubo pérdida de empleo neto como auguraban. ¿Debe haber un nuevo incremento?

R.- La política marcada a nivel estatal es la que necesitaba la coyuntura económica. El resultado ha sido positivo, hay que seguir en esa línea. Cuando se constituya el Gobierno de España se debe valorar para seguir mejorando el salario mínimo. No me atrevo a hablar de cuantías.

P.- ¿Cómo ve el pulso político y económico de este gobierno regional de coalición PP-Ciudadanos?

R.- Es pronto para saberlo, estamos empezando la legislatura.

P.- Si le he entendido bien usted aboga por un pacto estratégico político, sindical y empresarial.

R.- Desde el Consejo podemos contribuir a formular propuestas y unificar criterios entre las personas y las organizaciones del CES. Podemos marcar objetivos y metas estratégicos de Comunidad. En el CES hay una representación de lo que es la sociedad de Castilla y León. No es fácil.

P.- Se refiere comunes a políticos, sindicalistas, empresarios…

R.- Comunes de Comunidad. Yo no pretendo sustituir el debate político. No nos corresponde a nosotros. Castilla y León es una sociedad más dinámica de lo que a veces nos dicen. Soy optimista, quiero reivindicar la importancia que tiene la sociedad castellana y leonesa.

P.- ¿Confiaba usted como militante del PSOE que hubiera un pacto con Cs tras la victoria electoral del Partido Socialista?

R.- No me corresponde pronunciarme.

P.- ¿Cree que Tudanca debería haber sido más proactivo o el acuerdo de la derecha era inevitable?

R.- Tampoco me corresponde a mí valorarlo.

P.- ¿Teme que un gobierno de coalición del PSOE de Sánchez con Unidas Podemos de Iglesias retraiga inversiones?

R.- Afortunadamente nuestro modelo constitucional dice que el presidente es el que elige el Congreso de los diputados y todos debemos estar a los que digan, que es a quienes han elegido los españoles. Lo importante es que haya un gobierno estable que se corresponda con la mayoría del Congreso. Es urgente para España y para Castilla y León, y que haya presupuestos del Estado y de la Comunidad pronto.

P.- El CES siempre ha sido activo en sus informes en su apuesta contra la despoblación. ¿Por qué no se frena la sangría demográfica?

R.- El problema del reto demográfico es que viene de muy atrás. Son fenómenos que se van retroalimentando. Juegan en él elementos multiplicadores. Las decisiones del reto demográfico tienen que ver con decisiones públicas. Conseguir asentar población debe ser uno de esos retos de Comunidad. El ámbito rural tiene perspectivas. La economía rural está ganando fuerza. Toda la política medioambiental afecta mucho a comunidades como la nuestra y puede suponer un nuevo yacimiento de empleo; de la misma forma que puede haber en el ámbito social con las personas mayores. Hay que intentar aprovechar oportunidades, utilizar potencialidades y esto solo se consigue cuando hay un acuerdo que legitima estas decisiones en el ámbito económico y social. El motor que supone una sociedad activada es mayor que el que pueda tener una norma jurídica. El reto demográfico es una materia transversal como la creación de empleo, la creación de empresas o el crecimiento económico con una redistribución adecuada de la renta personal y territorial. Es necesario que existan objetivos estratégicos comunes y compartidos en Castilla y León.

P.- ¿Es inevitable la supresión de ayuntamientos?

R.- No hay nada inevitable.

P.- ¿Usted aboga porque se mantengan mientras la gente de los pueblos lo quiera?

R.- Yo creo que esa no debe ser una medida.

P.- La sanidad regional echa chispas. Hay malestar en zonas rurales sobre todo y unas listas de espera que no terminan de reducirse. ¿Está acertando este gobierno regional con las medidas para garantizar la misma calidad en las zonas rurales y revertir las listas de espera?

R.- Esas medidas no se han materializado todavía, no puedo emitir un criterio hasta que no lo valore el Consejo.

P.- ¿Y el gobierno anterior acertó en esos retos?

R.- Corresponde valorarlo al Consejo. Ya veremos en el siguiente informe a qué conclusiones llegamos conjuntamente.

P.- Hay una queja general de que las universidades son fábricas de parados. ¿Qué hay que hacer que no se haya hecho hasta ahora?

R.- No comparto que las universidades sean fábricas de parados. Los problemas económicos generales son los que crean parados, no las universidades. Al revés, las universidades son motores de crecimiento económico y de empleo; son oportunidades. Castilla y León tiene la suerte de tener un sistema universitario público muy interesante. Aquí nació el concepto de universidad, nació la universidad española. Se ha mantenido un sistema universitario pujante que necesita ser cuidado. En ninguna comunidad autónoma tiene las universidades el peso que tiene en la economía autonómica. La formación, la docencia, la investigación, la innovación…

P.- Nadie discute que hay falta de conexión con las empresas.

R.- Ése es otro asunto. Debemos mejorar la conexión de las universidades con el sector empresarial. Se ha hecho mucho y se ha avanzado mucho. La universidad es un sector de atracción de personas jóvenes del resto de España y de otros países. Hay una rentabilidad social que no se mide en el PIB y genera bienestar.

P.- ¿Le preocupa la irrupción de Vox y sus mensajes contra la ley de violencia de género, su apuesta xenófoba contra los inmigrantes y su rechazo al Estado autonómico?

R.- Me preocupa que siga existiendo violencia de género en España. En nuestro país se puso en marcha en 2004 una ley muy importante que sin duda es…

P.- Vox se plantea eliminarla.

R.- No comparto en absoluto esa opinión. Es una buena ley, que siempre que es mejorable y ha sido estudiada y copia en otros países. Es uno de los grandísimos problemas de nuestro sistema democrático. No existe democracia sin igualdad efectiva, lo mismo que sin libertad efectiva no hay democracia. Las mujeres tienen derechos fundamentales, tienen dignidad… Las mujeres son la mitad de la sociedad y estadísticamente más. Nadie puede mirar para otro lado. Es un problema que no solo lleva a la discriminación, sino a asesinatos, lesiones, situaciones muy traumáticas… Como sociedad tenemos la exigencia, si queremos mantener una sociedad con ética constitucional de erradicar esta lacra. No comparto las ideas de quien niega esto. No comparto la discriminación de ningún colectivo, me refiero a los inmigrantes. Desconfío de cualquier propuesta que no respete los derechos fundamentales de las personas. Respecto a las autonomías, hoy hay mucha más igualdad.

P.- Concréteme si le preocupa el ascenso de Vox.

R.- Si, se deduce de lo que le digo.