El contable al que le gustaban las cumbres

«Cuando tienes tantos amigos es que eres buena persona». Así calificó el círculo más cercano de amigos a Juan Sampedro, el vallisoletano de 33 años que falleció en la noche del pasado domingo en la Sierra de Gredos (Ávila) cuando intentaba ascender al pico de Almanzor, la cumbre más alta de todo el Sistema Central con 2.591 metros.

La noticia conmocionó ayer a la urbanización de Entrepinos y al colegio Peñalba, y a buena parte de Valladolid, los focos donde Sampedro concentraba un mayor número de amistades y de relaciones. Según confirmaron ayer a este periódico fuentes del Servicio de Emergencias 112, la llamada comunicando la ausencia del deportista se produjo en torno a las 23.50 horas del pasado domingo. A partir de ese momento la información fue trasladada a la Guardia Civil, que ratificó el hallazgo del cuerpo en la cara norte del Pico Almanzor, aunque no fue hasta ayer cuando se pudo recuperar.

Los efectivos del Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil consiguieron en la tarde de ayer recuperarlo, algo que no se había realizado en la jornada del lunes por culpa de la niebla y las fuertes rachas de viento. Según fuentes de la investigación, todo hace indicar que la víctima se resbaló y se desprendió hasta golpearse con unas rocas. El cuerpo del vallisoletano fue hallado en un lugar de difícil acceso. Hasta el punto que el rescate no se pudo hacer en helicóptero, por lo que se decidió hacer la búsqueda para rescatar el cuerpo a pie.

Juan Sampedro había nacido en Oviedo, «de ahí le venía su afición por la montaña», ya que sus padres pertenecen a esa zona, sin embargo, pronto acabaron trasladándose a la localidad vallisoletana de Simancas, donde, junto a sus dos hermanos (uno mayor y otra más pequeña) se ganó el cariño de todos sus vecinos. Son ellos mismos los que relatan su forma de ser. «Era de las personas más sociables que había. Se llevaba bien con todo el mundo, Tenía muchos amigos, le gustaba relacionarse con la gente y estar en la calle. Era muy buena gente», detallan emocionados. Por su parte, otra amistad le define como una «persona noble y alegre. De los amigos que tiran del carro».

En los últimos años se había aficionado mucho al montañismo. No tenía licencia ni formaba parte de ningún club, como detallan desde la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo de Castilla y León. Aunque su verdadera pasión era el esquí, deporte que practicaba muy a menudo. También le gustaba jugar al pádel y «era un poco futbolero».

Fue un estudiante «brillante» en el colegio Peñalba donde la etapa de Secundaria y Bachillerato (anteriormente cursó en Maristas). Antes de cumplir los 20 marchó a Pamplona para estudiar en la Universidad de Navarra donde se graduó en Derecho Económico, dentro de la especialidad de estudios de contabilidad, consultoría y finanzas. «Siempre regresaba todos los fines de semana para estar con la familia y los amigos», señala el alcalde de Simancas, Alberto Plaza, que se mostró consternado por la noticia, ya que, aunque no conocía al joven fallecido, sí a sus padres.

Con 33 años (recién cumplidos el pasado 26 de septiembre), desde hace ya un buen tiempo se encontraba trabajando en Madrid en la empresa HipoGes Ibérica como ‘associate asset manager’. Además contaba con un currículum de garantías al haber cursado un Máster en Comercio Exterior por ESIC en colaboración con ADE Excal. Pese a vivir en la capital, mantenía una estrecha vinculación con Simancas a donde «regresaba siempre que podía». Los veranos los dejaba para regresar a Asturias donde cogía fuerzas para su regreso a la capital.

Desde la Guardia Civil se alertó tanto a los agentes del Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM), cuya central se encuentra en El Barco de Ávila, en la vertiente norte del macizo, como a los miembros del Equipo de Rescate e Intervención de Montaña (EREIM), de Arenas de San Pedro, localidad ubicada en la vertiente sur de la Sierra de Gredos.

El funeral tendrá lugar mañana jueves a las 18.00 horas en la iglesia de San Juan Pablo II de la urbanización de Entrepinos.