Diario de Valladolid

Escarda integra 5 ‘críticos’ de Vadillo con el reto de recuperar la provincia

«Ha sido un parto doloroso y duro, pero con final feliz», asegura tras recibir el 94% de apoyos a su ejecutiva / Anuncia batalla en el medio rural tras reconocer la «caída de filiación» en los ùltimos meses

Manuel Escarda saluda a los delegados del congreso extraordinario tras la ratificación de su ejecutiva.-ICAL

Manuel Escarda saluda a los delegados del congreso extraordinario tras la ratificación de su ejecutiva.-ICAL

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Íñigo Arrúe
Valladolid

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El nuevo secretario general del PSOE de Valladolid, Manuel Escarda, obtuvo ayer un 94% de apoyo a su ejecutiva provincial en la que sumó cinco miembros del sector crítico de Cecilio Vadillo a la lista de 28 de la directiva provincial, lo que representa un porcentaje del 17,8%.

El respaldo a la ejecutiva en el en el congreso extraordinario celebrado en el Centro Cívico Delicias con 360 delegados –y con una participación del 91,5% de los mismos– fue muy alto pero, a su vez, fue el más bajo en apoyos, ya que el comité autonómico cosechó el 99% de las papeletas; el comité provincial, el 95,9%; la comisión de garantías y ética, el 96,8% y la comisión de cuentas, el 98,5%.

«Ha sido un parto duro y doloroso, pero con final feliz», resumió el ex senador de Valladolid por el PSOE hasta que hace mes y medio dio un paso al frente y encabezó el equipo para dar relevo a Teresa López, la ex secretaria provincial, que ayer abandonó el salón de actos con lágrimas en los ojos.

La integración ha sido posible, dijo, pero solo a base de un gran número de reuniones previas que han cristalizado en una lista en la que figuran los ‘críticos’ Elena Mangas, Marta Carro, Eusebio Cáceres, Adolfo López Ramiro y José Antonio Martín Rabazas en una directiva que preside Leandro Martín Puertas y que tiene a Raquel Alonso Arévalo como secretaria de Organización, médico y concejala en Medina del Campo. El PSOE provincial cuenta, por tanto, con dos galenos en la cúpula –también lo es Escarda–, profesión que será de utilidad para recoser costuras en la formación de la rosa. El objetivo: recuperar fortaleza y presencia en el medio rural.

Escarda fue franco al reconocer que el PSOE necesitaba implementar un revulsivo urgente a los potenciales votantes en la provincia tras unos últimos años en los que los resultados electorales han sido malos, caso de Medina del Campo o Tordesillas, y al constatar cierto desapego con el partido. «Las cifras de afiliados están descendiendo en el último periodo largo y hay que darle la vuelta», aseguró.

El nuevo líder provincial adelantó que parten con «muchas ganas» de intervenir en cada rincón y en cada pueblo y precisó que la ejecutiva tendrá áreas territoriales y sectoriales. Las primeras se plasman en el hecho de que cada uno de los seis territorios contará con dos intregrantes de la directiva más un diputado provincial que trabajarán mano a mano con los alcaldes, concejales y portavoces. También con los vecinos del medio rural que podrán exponer sus reivindicaciones y que serán recogidas por un periodista profesional para plasmarlas en los medios de comunicación.

Otra novedad es la incorporación de ponentes expertos en Sanidad, Educación, Igualdad y Cambio Climáticos. «El PSOE va a estar detrás de las demandas de los vecinos y tendremos capacidad de dar respuesta, porque este partido tiene como vocación estar del lado de los más vulnerables», clamó Escarda.

Otro pilar será reforzar el peso del PSOE en la Diputación donde cuentan con diez diputados, aunque la Ejecutiva provincial se ha dado de plazo hasta después del 10-N para perfilar la estrategia. «Tenemos una idea, pero como va a haber un cambio de dirección política que vamos a desarrollar, esperaremos a que pasen las elecciones generales para hacer público el programa en el medio rural», dijo.

El nuevo piloto del PSOE en Valladolid se refirió también al memorial a las víctimas del franquismo y abogó porque no se incluya el busto del fundador del PSOE, Pablo Iglesias, ya que debe tratarse de un homenaje «apartidista» y «sin un símbolo que lo domine» porque «hay víctimas de varias organizaciones», aseguró.

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