Diario de Valladolid

El PP propone a los ediles de VTLP que renuncien a parte de su sueldo

El pleno rechaza la petición de Toma la Palabra de rebajar un 25% los salarios y aprueba el Reglamento

Alberto Bustos y María Sánchez durante el pleno del Ayuntamiento.-PABLO REQUEJO /PHOTOGENIC

Alberto Bustos y María Sánchez durante el pleno del Ayuntamiento.-PABLO REQUEJO /PHOTOGENIC

Publicado por
Fernando Martín
Valladolid

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El debate en el pleno municipal de la reforma del Reglamento Orgánico del Ayuntamiento derivó ayer en un enfrentamiento entre el concejal del PP José Antonio De Santiago-Juárez y la portavoz de Valladolid Toma la Palabra, María Sánchez a cuenta del incremento de los sueldos de los miembros de la corporación. El enfrentamiento se veía venir después de que De Santiago-Juárez propusiera que aquellos concejales que propugnan una rebaja de los sueldos renuncien a parte del suyo, un mensaje dirigido de manera especial al grupo de Valladolid Toma la Palabra.

Su propuesta quedó plasmada en el nuevo Reglamento y ayer, durante el debate en el que se aprobó el texto que regula el funcionamiento interno de la corporación municipal, volvió a la carga contra Sánchez para pedirle que si está en desacuerdo con el incremento que entró en vigor el pasado mes de julio tanto para el alcalde como para los concejales renuncie a la subida o, en su caso, que «renuncie a algo». Un mensaje que se entendió dirigido también a los otros dos concejales del grupo.

En el caso de Sánchez, concejala de Medio Ambiente, percibirá, como los otros nueve ediles con área asignada, 79.917 euros anuales, 9.773 euros más, aunque tanto ella como los otros dos concejales de VTLP, Manuel Saravia y Alberto Bustos, se quedan con el equivalente a tres veces el salario mínimo y el resto lo donan a su formación política.

Esta es la línea mantenida desde que accedieron al Ayuntamiento y ya durante el anterior mandato propusieron, como lo hizo ayer Sánchez, una rebaja del 25% en los sueldos tanto del alcalde como de los concejales con dedicación. Pero como ya ocurriera entonces, la propuesta sólo tuvo el respaldo de su propio grupo. Sánchez dijo, pese a ser consciente de que de nuevo su petición estaba condenada al fracaso, que la rebaja salarial es «una cuestión de ejemplaridad» y añadió que no se había producido un incremento del trabajo para justificar la subida. Por la misma razón, rechazó el aumento de las dedicaciones, dos más el PP y una más Ciudadanos, aunque sólo utilizará media, y de los fondos para los grupos municipales, que pasarán de 16.000 euros anuales a un máximo de 80.000.

Fue en este contexto donde planteó la rebaja del 25% para no perder la perspectiva de los sueldos que hay en la calle, lo que provocó la respuesta de De Santiago-Juárez para reprocharle que «siempre saque el tema de los sueldos» y le afeó que recuerde que donan parte del sueldo. «»Otros también hacemos donaciones y no lo contamos», dijo.

Toma la Palabra no fue el único grupo crítico con la subida. También el portavoz de Vox, Javier García Bartolomé, mostró su rechazo al incremento del gasto derivado de la subida de sueldos, de las nuevas dedicaciones y de las asignaciones a los grupos y anunció que renunciaba a su incremento salarial.

El portavoz de Ciudadanos, Martín López Antolín, expresó su decepción por la deriva de la negociación para reformar el Reglamento y dijo que los concejales de su grupo llegaron al Ayuntamiento «para trabajar, no para buscar trabajo». Este grupo sólo asumirá media dedicación de la nueva que le corresponde con el nuevo Reglamento, con lo que su concejal Pablo Vicente de Pedro percibirá la mitad del sueldo.

En un último esfuerzo por sacar el Reglamento con consenso, el portavoz del PSOE, Pedro Herrero, presidente de la ponencia encargada de reformar el texto, apeló a la «responsabilidad» de todos habida cuenta de que existía un acuerdo sobre la práctica totalidad del contenido más allá de las discrepancias sobre los sueldos. Herrero lamentó que se cuestione el sueldo de un cargo público cuando no se hace lo mismo con el de los funcionarios que perciben lo mismo y pidió que «no se denigre la política». Al final, el Reglamento reformado salió adelante con los votos del PSOE, PP y Ciudadanos, la abstención de Toma la Palabra y el rechazo de Vox.

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