Diario de Valladolid

Las empresas de autobús plantean una reforma de la estación hasta el cambio junto a la de trenes

La previsión es cerrar con cristaleras la zona de las dársenas de salida y llegada de los vehículos para mejorar la estancia de los viajeros / La terminal abrió en 1972 y pasan por ella 3,5 millones de viajeros

Lugar de salida y llegada de los autobuses en la estación de la calle Puente Colgante.-PABLO REQUEJO /PHOTOGENIC

Lugar de salida y llegada de los autobuses en la estación de la calle Puente Colgante.-PABLO REQUEJO /PHOTOGENIC

Publicado por
Fernando Martín
Valladolid

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La nueva terminal de autobuses de Valladolid estará junto a la estación de trenes y así figura en el proyecto de integración del tren en superficie que está en marcha, pero resulta difícil prever cuándo cerrarán las instalaciones de la calle Puente Colgante para trasladarse hasta el nuevo emplazamiento.

Ante la posibilidad de que el cambio se demore todavía unos cuantos años, la sociedad que explota la estación de autobuses, en la que están representadas las 10 empresas de transporte que utilizan las instalaciones, planteará a la Junta de Castilla y León, como propietaria de la terminal, acometer una reforma que mejore las condiciones de los usuarios. No sería una gran inversión dado que la estación está condenada a desaparecer más tarde o más temprano, pero sí lo suficiente para cubrir con cristaleras las dársenas y evitar que los pasajeros tengan que permanecer poco menos que a la intemperie en invierno mientras esperan su autobús.

Son unos 600 autobuses, entre salidas y llegadas, los que pasan cada día por la estación y en torno a 3,5 millones las personas que, según los datos que facilita la sociedad explotadora, utilizan las instalaciones de Puente Colgante cada año, lo que da una idea del servicio que presta a la ciudad.

Abierta en 1972, hasta su estreno para unificar las salidas y llegadas en un solo lugar los autobuses paraban en diferentes puntos, la mayoría en la plaza del Poniente y la calle Paulina Harriet. Con más de 40 años de existencia y a pesar de algunos arreglos realizados durante este tiempo, la estación necesita de alguna mejora que facilite la estancia de los pasajeros.

De hecho ya estaba previsto, pero ante los planes para reubicar la estación junto a la de trenes se optó por esperar acontecimientos. Ante el riesgo de que el cambio se retrase sin fecha, los representantes de la sociedad que gestiona la estación mantendrán una reunión el próximo día 3 de octubre con la Junta de Castilla y León para conocer los plazos que se manejan y proponer, en su caso, un proyecto de reforma de la estación.

Como paso previo, ya mantuvieron dos reuniones con el concejal de Planeamiento Urbanístico, Manuel Saravia, dado que el Ayuntamiento es, en última instancia, el que tiene que conceder la licencia de obras, pero la Junta es la propietaria y antes se necesita contar con su permiso.

La sociedad anónima que representa a las empresas de autobús tienen las instalaciones en régimen de concesión y pagan sólo en concepto de IBI 47.000 euros al año.

Además del cubrimiento de la zona de las dársenas de salida y llegada de los autobuses, la previsión es aprovechar para realizar también alguna mejora en la zona de espera de la estación, aunque el proyecto está por concretar hasta tener alguna precisión sobre las fechas previstas para el traslado. «Lo que queremos es saber de qué fechas estamos hablando para ver qué podemos hacer», afirma Gerardo Salgado, gerente de la sociedad anónima que explota la estación.

Salgado recuerda que en los últimos años invirtieron más de 600.000 euros «entre techos y reformas estructurales que no se han visto» y ahora calcula que con un millón podrían acometer la reforma necesaria para afrontar esta etapa final de la estación hasta su traslado. Pero añade que tendrían que pensárselo dos veces antes de realizar una inversión si el cambio a la nueva ubicación se produce a corto plazo, algo que parece poco probable.

La primera de las actuaciones del proyecto de integración del tren en superficie, con independencia del paso de Rafael Cano, en La Pilarica, será la remodelación del entorno del túnel de Labradores y todavía está pendiente de licitación. Con un importe superior a los 20 millones de euros es la actuación de mayor envergadura de las 17 que contempla el proyecto.

Todo apunta a que esta será la gran obra del Ayuntamiento para los cuatro años de mandato y el resto, incluida, la remodelación de la estación de trenes y el traslado de la de autobuses vendrá después.

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