Diario de Valladolid

El Ayuntamiento buscará una empresa con tirón para reactivar el parque agroalimentario

Tras cuatro años sin avances, el equipo de gobierno reorienta el proyecto y crea un grupo de trabajo para analizar, de nuevo, qué puede hacerse en los terrenos del pàramo de San Isidro previstos para ubicar el polígono

Páramo de San Isidro, con los nuevos talleres de Renfe en primer plano donde se ubicará el Parque Agroalimentario

Páramo de San Isidro, con los nuevos talleres de Renfe en primer plano.-E.M

Publicado por
Fernando Martín
Valladolid

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El Ayuntamiento de Valladolid vuelve a la carga para tratar de encontrar la fórmula que permita desarrollar un parque agroalimentario en el páramo de San Isidro, un antiguo proyecto que ni el PP, cuando gobernaba en el municipio, ni el PSOE en el último mandato consiguieron poner en marcha.

El proyecto está como al principio: sin tener clara la idea de qué es lo que se puede hacer. El estudio de viabilidad encargado por el Ayuntamiento el mandato pasado para conocer qué posibilidades había de llevar a cabo la iniciativa y saber si había empresas del sector agroalimentario dispuestas a instalarse en Valladolid no resolvió nada. Más aún, fue -y de hecho todavía lo es- un quebradero de cabeza.

El estudio salió concurso por un importe de 250.000 euros, pero una vez terminado el Ayuntamiento consideró que el resultado no respondía a lo recogido en el contrato ni aclaraba la cuestión decisiva: la viabilidad o no del parque. Empezó entonces un tira y afloja entre la empresa adjudicataria, Management Outplacement Administration, y el Ayuntamiento que se resolvió en la junta de gobierno del pasado miércoles con un acuerdo por el que se rescinde el contrato y se abona a la consultora 17.989 euros por la parte ‘salvable’ del estudio.

Cerrado este intento frustrado -está por ver si la empresa acude a los tribunales- la nueva concejala de Innovación, Desarrollo Económico, Empleo y Comercio, Rosario Chávez, retomará un proyecto que parece gafado y lo hará con la creación de un grupo de trabajo compuesto por técnicos del Ayuntamiento para lo mismo que se contrató a la consultora: conocer qué se puede hacer.

Chávez se muestra convencida de que el parque agroalimentario «tiene futuro», pero con algunos cambios. De entrada, considera fundamental encontrar «una empresa tractora que atraiga a otras empresas». Pero también cree necesario Chávez darle un nuevo enfoque al proyecto y diversificar el espectro de las empresas que se instalan en el parque con firmas que se dediquen a la investigación y a la logística dentro del ámbito del sector agroalimentario.

El objetivo es habilitar un polígono industrial «atractivo», con gancho para atraer empresas y con la sostenibilidad ambiental como eje. Para cuándo es la pregunta sin respuesta. Chávez estima que un proyecto de este tipo pude tardar décadas hasta completarse.

Lo cierto es que años después desde que empezara a gestarse la iniciativa el parque no acaba de arrancar. Lo mismo que para el ex alcalde Francisco Javier León de la Riva, también para Puente fue uno de los proyectos de ciudad que pretendía impulsar al comenzar su primer mandato en 2015. Pero no salió como estaba previsto. La idea del equipo de Puente era contar, antes de terminar sus primeros cuatro años como regidor en 2019, con el esquema básico de lo debía ser el parque, su estructura jurídica, para ponerlo en marcha en estos cuatro nuevos años de gobierno municipal, pero el fiasco del estudio de viabilidad frustró los planes.

La idea inicial con este macroplan, heredado de la etapa de León de la Riva, era habilitar, en dos fases repartidas a lo largo de varios años, un espacio de 200 hectáreas en el páramo de San Isidro, junto a los nuevos talleres de Renfe, que aglutinase empresas del sector agroalimentario de la provincia y también de Castilla y León.

Para no lanzarse a la piscina sin más y comprobar antes si un proyecto de estas características tenía posibilidades fue para lo que se contrató el estudio de viabilidad ahora rescindido. Pero este no fue el único problema con el que se encontró el ex concejal de Hacienda y Promoción Económica, Antonio Gato, en su tarea para sentar las bases del parque agroalimentario. Gato se topó con la Junta de Castilla y León, una de las administraciones con las que el Ayuntamiento pretendía contar para el desarrollo del proyecto,. Pero la Administración autonómica no estaba muy por la labor y de hecho anunció que no participaría por entender que este tipo de infraestructuras donde deben estar es en el medio rural si lo que se pretende es mantener la población en los pueblos.

Además de la Junta, el Ayuntamiento esperaba contar con Vitartis, el clúster de empresas del sector agroalimentario, y con Mercasa, la entidad que aglutina los mercados centrales de España.

Todo indica que la idea del nuevo equipo de gobierno municipal es reorientar el proyecto, que pasa por encontrar esa empresa que ejerza de locomotora. Por delante hay cuatro años para que el proyecto eche a andar y evitar que se llegue a 2023 sin nada de nuevo.

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