Valladolid crece hacia el sur con la urbanización de 33 hectáreas para mil viviendas en El Peral

Valladolid se expande de nuevo y lo hace, una vez más, por el sur. El repunte de la construcción es evidente en el conjunto de la ciudad, pero si hay una zona en la que la actividad es casi febril desde hace un tiempo es en El Peral, un área con varias parcelas en desarrollo, algunas ya con las viviendas entregadas, entre la Cañada Real y el Camino Viejo de Simancas.

Y es por aquí, por El Peral, por donde Valladolid volverá a crecer hasta juntarse con la Ronda Exterior. Las rondas son el límite impuesto por el equipo de gobierno municipal para la ampliación de la ciudad después de los años de desmadre en la construcción.

En lo que supone un nuevo paso para el desarrollo de esta zona de la ciudad, la junta de gobierno del Ayuntamiento aprobó ayer el proyecto de urbanización del catalogado como polígono 2 del sector 42 de El Peral, una extensión de terreno de 33,6 hectáreas entre el Colegio del Pilar, la Ronda Exterior y el Camino Viejo de Simancas.

El terreno que se urbanizará, ahora un descampado por el que corretean los conejos, limita también con el centro canino municipal y con el depósito de vehículos de la Policía Municipal. Propiedad de los jesuitas en su día, el suelo se reparte ahora entre siete grandes propietarios, entre los que se incluyen promotores como Parquesol y Raincomsa, además de Urbagest, Residencial Antares y Residencial El Peral, este último el que acapara la mayor superficie, con un 55% del aprovechamiento del polígono.

Repartido en 19 parcelas, la edificabilidad asignada al polígono dos asciende a 126.199 metros cuadrados, lo que permitirá la construcción de unas mil viviendas. Ycomo es preceptivo en todos los desarrollos urbanísticos, al Ayuntamiento le corresponderá también una parte, en concreto cuatro parcelas que suman casi 20.000 metros cuadrados, dos hectáreas, de las que tres tienen asignada edificabilidad para la construcción de unas 160 viviendas.

Aunque resulta prematuro aventurar el destino de estas parcelas municipales, el concejal de Planeamiento Urbanístico y Vivienda, Manuel Saravia, apuntó ayer, en coherencia con la política seguida en el Ayuntamiento desde 2015, la posibilidad de construir viviendas de protección. Pero lo primero es la urbanización del polígono, un proceso que incluye el desbroce y movimiento de tierras para la instalación de las redes de abastecimiento y saneamiento, de alumbrado público y de energía eléctrica, además de la construcción de las aceras. El coste previsto de los trabajos ascenderá a 11 millones de euros, lo que da una idea de la envergadura del proyecto.

Una vez que la urbanización de los terrenos esté terminada, será el mercado inmobiliario y la demanda los que marquen el ritmo en la construcción, aunque todo indica que se alargará en el tiempo. Si bien es desde hace un par de años para acá cuando el plan parcial El Peral empezó a tomar velocidad de crucero, su aprobación por el pleno del Ayuntamiento se remonta a julio de 1999, hace ya dos décadas, aunque con posterioridad, en 2007, se realizó una modificación puntual para modificar la tipología de la edificabilidad.

Pese al elevado volumen de viviendas previsto en El Peral, Saravia matizó que la reactivación del sector de la construcción en la ciudad marcha «de una manera bastante equilibrada, sin desmesura». Mientras por el sur de la ciudad las grúas vuelven a poblar el paisaje urbano, el concejal recordó que «hay otros ámbitos que están bastante apagados».

Pero no sólo por el sur se percibe el repunte de la construcción tras años de parálisis. Saravia recordó que la ciudad también crece por el norte, donde ya se ejecutan trabajos de urbanización en el conocido como sector 5, denominado carretera de Burgos, junto al canal de Castilla.

En esta misma zona donde el Ayuntamiento tiene previsto la construcción de viviendas para jóvenes en unos suelos que se encuentran junto a la Avenida de Burgos, ocupados en su día por la empresa Metales Extruidos.