Puente mantiene a Saravia como teniente alcalde junto a Redondo y Herrero

Después de los traumáticos desencuentros que estuvieron a punto de dar al traste con la reedición del equipo de gobierno del anterior mandato, PSOE y Valladolid Toma la Palabra cerraron ayer el organigrama municipal, que contará con tres tenencias de alcaldía, diez concejalías y dos delegaciones especiales. La aprobación de las inversiones financieramente sostenibles va a ser la prioridad del equipo liderado por Óscar Puente.

Este será el primer reto al que tendrá que enfrentarse Pedro Herrero, tercer teniente alcalde tras Manuel Saravia y Ana Redondo, que se convierte en el hombre fuerte de la nueva estructura municipal desde la Concejalía de Planificación y Recursos. Herrero, que repetirá como portavoz del Grupo Socialista, comenzará hoy mismo a estudiar las múltiples propuestas presentadas por los concejales para elaborar el listado de inversiones financieramente sostenibles, para lo que el Ayuntamiento cuenta con un presupuesto de 13 millones procedente del superávit del ejercicio anterior.

Los proyectos ya se dieron a conocer en la presentación del Presupuesto de 2019, pero es necesario realizar una criba porque las intervenciones proyectadas por las concejalías rebasan la partida. Así que a Herrero le tocará lidiar para recortar proyectos, aunque no será esta su tarea más difícil. La más complicada será probablemente la coordinación del trabajo de las distintas áreas, una competencia nueva con la que se pretende mejorar la labor del equipo de gobierno.

Según explicó Pedro Herrero a este periódico, este fue uno de los fallos del anterior mandato porque es habitual que los concejales, centrados en sus respectivas áreas, pierdan «la visión de conjunto». El responsable de Planificación y Recursos confía en que los ediles de VTLP lo acojan «bien», ya que constituyó uno de los puntos de fricción entre los dos socios de gobierno. Según Manuel Saravia, su grupo quiso que se fijase con claridad esta labor de coordinación, que quedó definida como «de políticas públicas». «El curso de los acontecimientos dirá cómo vamos a funcionar», manifestó ayer con el acuerdo ya cerrado. Las reuniones de coordinación tendrán carácter semanal y se celebrarán una vez terminada la Junta de Gobierno.

Junto con estas materias, Herrero se ocupará de las propias de Hacienda, así como de la colaboración con la Alcaldía en la dirección operativa de la acción de gobierno municipal, la elaboración, impulso y seguimiento de las estrategias de la ciudad, y la planificación de la acción de gobierno de la ciudad y de su despliegue efectivo.

De esta concejalía dependerá la Delegación Especial para la Dirección de Recursos Humanos, de la que es titular Juan Carlos Hernández. Este abogado procedente de Comisiones Obreras estará dedicado «en cuerpo y alma a la plantilla municipal», en palabras del alcalde, tanto en promoción interna como en movilidad. También tendrá como cometido «agilizar los procesos de contratación» porque, como recordó ayer Puente, el Ayuntamiento ha perdido este año 80 policías municipales y es preciso cubrir estas plazas «con carácter inmediato».

«En este mandato, el hecho de que la ley nos vaya a permitir procesos de contratación más numerosos, nos exige que tengamos una persona dedicada a que toda la maquinaria de la administración se pueda mover a partir de la contratación de personal que cubra el que vamos perdiendo», declaró.

Manuel Saravia sigue como primer teniente alcalde y responsable de Planeamiento Urbanístico y Vivienda. Entre sus cometidos estarán, junto al PGOU, la integración ferroviaria, el campus de la Justicia, o las políticas de vivienda. De su área desaparecen obras y licencias, que pasan a la Concejalía de Movilidad y Espacio Urbano. Su responsable, Ángel Vélez, continuará al cargo del transporte urbano y metropolitano, movilidad y aparcamientos. Coordinará con Saravia la protección de la legalidad urbanística.

Algo similar ocurre con el Parque Tecnológico, que dependerá conjuntamente de Saravia y de la responsable de Innovación, Desarrollo Económico, Empleo y Comercio, Charo Chávez. La ex edil de Sí se Puede, asume mercados y todas las competencias en materia de comercio, además del impulso y la puesta en marcha de los planes municipales de empleo, entre otros cometidos.

La segunda teniente alcalde, Ana Redondo, seguirá al frente de la política cultural y turística. También mantiene sus competencias Victoria Soto, en el área de Educación, aunque añade las políticas de Juventud, antes dependientes de Alberto Bustos.

Este concejal de Toma la Palabra continuará como responsable de Participación Ciudadana y Deportes, mientras que su compañera de grupo, María Sánchez, lo hará en Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Entre las atribuciones de la también portavoz de VTLP siguen el ciclo del agua, tratamiento de residuos urbanos, cementerios y parques y jardines, que en principio habían desaparecido de su área. Sí pierde limpieza, que va a parar a la Concejalía de Salud y Seguridad, encomendada al médico José Antonio Otero. El nuevo concejal estará además al frente de la Policía Municipal y de los Bomberos, antes bajo la responsabilidad de Vélez.

Rafaela Romero mantiene las mismas competencias de Servicios Sociales, aunque de ella dependerá la Delegación Especial de Convivencia y Mediación Comunitaria, encomendada a Carmen Jiménez Borja. La nueva edil, de etnia gitana, tendrá entre sus obligaciones el impulso a la prevención y mediación comunitaria, así como las políticas de integración de la población inmigrante, de intervención con minorías étnicas, culturales y religiosas, y de prevención de los radicalismos violentos y delitos de odio.