Pilar Baeza se compara con la empleada de Iveco y asegura que también pensó en suicidarse

La candidata de Podemos a la Alcaldía de Ávila, Pilar Baeza, condenada hace tres décadas como cómplice de asesinato, ha hecho pública una carta en la que se compara con Verónica, la empleada de Iveco que hace unas semanas se suicidó por un vídeo sexual suyo, grabado cinco años atrás, que fue compartido por sus compañeros.

“A mí también se me ha pasado por la cabeza quitarme del medio, como aquella mujer, cuando salgo a la carretera y llevo en mis manos la moto a gran velocidad que conduzco, la tentación de girar el manillar y acabar con todo… Sí, lo he pensado”, señala Baeza al inicio de una misiva en la que denuncia haber sufrido una campaña de “acoso y derribo” de la que culpa a los medios de comunicación.

Asegura haberse sentido “humillada, difamada y utilizada” con el objetivo de “atacar políticamente al partido de Podemos”, por el que resultó elegida en primarias. El pasado 26 de mayo, sólo la lista Ávila Libre de Peajes obtuvo peores resultados que la de Pablo Iglesias en la capital abulense. Entre diez candidaturas, la que lideró Pilar Baeza quedó penúltima con 510 votos y el 1,60% de los sufragios.

La extensa carta arranca con la referencia a la empleada de Iveco y culmina de la misma manera, al considerar que “sólo hay una diferencia” entre ella y Verónica: “Haber podido soportar la presión ante la inhumanidad, la crueldad, los miserables que disfrutan haciendo el mal sin medir el alcance de estos comportamientos o en busca de la noticia sin ningún tipo de escrúpulos, con el objetivo de derribar al adversario político, utilizando el juego sucio y fuera de las reglas democráticas”.

Durante la misiva, Baeza realiza una larga retahíla de reproches hacia los medios de comunicación, que a su juicio “justifican que el derecho a la información y a la libertad de expresión así lo permiten”; sin embargo, considera que “como víctima elegida, la libertad de uno, debería terminar donde comienzan los derechos de los demás”.

“Informar no es publicar de manera repetitiva e insistente la misma noticia, pues sólo demuestra que el objetivo no es el de informar, sino el ensañamiento que he sufrido hacia mi persona, además de sentirme difamada por parte de algunos medios de comunicación, viendo cómo mi reputación tanto personal como laboral, cuidada durante 30 años, se venía abajo injustamente”, argumenta Baeza en la carta.

Asimismo, reprocha a estos mismos medios que de esta manera hayan intentado “influenciar directamente sobre la libertad del voto de los abulenses (…) consiguiendo desacreditar al adversario político con argumentos inciertos y basados en el deseo de perjudicar”.

Asegura haber luchado contra “las etiquetas y prejuicios de todo un batallón mediático que utiliza la herramienta que tiene entre manos como arma letal para hundir el trabajo” que afirma haber realizado durante 30 años en los que dice no haber “incumplido nada” por su parte”.

Desde su punto de vista, los hechos “zanjados ante la justicia y la sociedad, cancelados y prescritos (…) no pueden ser desenterrados con fines electoralistas”, dañando su imagen, cuando Baeza dice no haber dado “motivos para ello”. “Sólo he ejercido mi derecho como ciudadana española y europea, sin pretender malmeter ni provocar a nada ni a nadie”, ha asegurado la candidata de Podemos, que tuvo el apoyo explícito del líder de la formación en la Comunidad, Pablo Fernández.

En este sentido, se pregunta para qué ha cumplido “con la justicia y la sociedad en todos sus términos, sin reincidir, con una conducta absolutamente intachable y respetando todos los pasos establecidos por la ley”. “Para qué sirve la reinserción?”, se pregunta, antes de señalar que durante tres décadas ha “luchado” para tratar de integrarse en la sociedad “respetando todas las leyes”.

Asimismo, afirma haber trabajado para formarse en la profesión de la que vive –regenta un gimnasio-, con el objetivo de tener su propia empresa, que lleva funcionando un cuarto de siglo.

Por otra parte, dice haberse visto “obligada” a rechazar “ofertas en exclusiva para algún canal de televisión”, a cuyos representantes tuvo que llegar a “echar por no respetar” su lugar de trabajo. Igualmente, hace referencia a las “numerosas llamadas” que le han ofrecido “acudir a televisión” y que han intentado convencerla para que “acudiese al plató, participando junto con otras partes implicadas en hechos acontecidos hace mas de 30 años, ya juzgados, prescritos y zanjados”. Según dice, el objetivo de esta forma de actuar era “subir audiencia a cualquier precio”.

Tras calificar lo vivido como una “tortura psicológica” que le podía haber “costado la vida”, Pilar Baeza pide que los medios de comunicación que a su juicio le han “difamado atentando” contra su “honor e imagen más allá del derecho a la información, pidan perdón públicamente con la misma intensidad, frecuencia, herramientas y formas de difusión empleadas” contra ella “estos meses”. Además, les insta a que reconozcan el “daño ocasionado, siendo cuantificado por quien corresponda”.