La política regional bajo la óptica de José Sarrión

El coordinador regional de Izquierda Unida y candidato a la Presidencia de la Junta por Castilla y León en Marcha, José Sarrión, tiene tanto de político como de intelectual marxista, algo que ha querido combinar en estos últimos cuatro años en las Cortes regionales, donde ha sido la única voz de su formación en el Legislativo.

Doctorado en Filosofía por la UNED y profesor de la Universidad Pontificia de Salamanca –que tuvo que readmitirle tras una expulsión por motivos ideológicos–, José Sarrión solo había publicado hasta el momento ensayos relacionados con su especialidad, en particular sobre Manuel Sacristán, uno de los principales introductores del marxismo en España y sobre quien versó su tesis doctoral.

Ahora, cambia de registro para ofrecer su visión de la etapa que ha vivido en las Cortes regionales en su obra Comunes el sol y el viento. Crónicas de un procurador en las Cortes de Castilla y León, que presentó en Valladolid ayer, el mismo día del segundo de los debates televisivos del que había sido excluido. El título corresponde a un verso del Poema del sitio de Segovia y la quema de Medina, de Luis López Álvarez, también autor de Los Comuneros.

El autor justifica su obra como «un paso más» en su obsesión por «rendir cuentas» de su trabajo. «De nada nos sirve un parlamentario si no sabemos qué hace», argumenta en la introducción. Por eso, junto con sus informes periódicos a su organización, Sarrión se planteó «elaborar algo humano, que no fuera una mera descripción de datos, sino una exposición articulada de acciones, reflexiones» y, también, de sus propias «emociones personales».

De ahí surgió un pequeño volumen de 160 páginas que repasa algunos acontecimientos de esta legislatura en los que se ha volcado como procurador, junto con reflexiones sobre sus razones y resultados, y sobre la dinámica parlamentaria y la mecánica política. El niño que venció al consejero, El corazón de las multinacionales, o El despertar violeta son algunos de los capítulos en los que desglosa sus vivencias y sus reivindicaciones en el Parlamento regional.

El libro ha sido prologado por Alberto Garzón, coordinador federal de IU y diputado de Unidas Podemos, además de amigo de Sarrión, de quien destaca que no es un dirigente «de fácil proclama, ni un mitinero al uso».

«Se da a la reflexión, es capaz de elevar los ánimos del público sin por ello perder el rigor o la entereza de sus posiciones, y evita la demagogia al tiempo que muestra a las claras en qué tipo de sociedad (desigual) vivimos», comenta elogioso.

Dos de las primeras experiencias que vivió Sarrión como parlamentario ocupan los primeros capítulos de la obra. La primera fue el caso de Aimar, el niño de Tordesillas discapacitado cuyos padres denunciaron la ridícula ayuda que recibían de la Junta para desplazamientos sanitarios y la desescolarización del menor.

La movilización en las Cortes de Sarrión y de los tordesillanos tuvo su recompensa después de meses.

«La familia de Aimar me confirmó lo que ya intuída antes de ser diputado autonómico. La lucha parlamentaria en sí misma es inútil si no va a acompañada de lucha en la calle», explica en el libro. Esta máxima impregna buena parte de los episodios que relata Sarrión, junto con la ideología marxista que defiende sin rubor.

Así se desprende también del casos de Itevelesa, que le llevó a entregar una camiseta de uno de los trabajadores en huelga concentrados ante las Cortes al presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, el mismo día del Debate de Investidura. Pero también de Nissan, Made, Vestas, Lauki, la minería y un largo etcétera.

«De todos estos conflictos he aprendido dos cosas», cuenta Sarrión. «La primera, es la ausencia de herramientas para controlar a las multinacionales desde nuestros Gobiernos». Lo segundo que aprendió, añade, «es la inmensa dignidad de la clase trabajadora cuando se organiza y lucha».

El candidato a la Presidencia de la Junta presentó su libro en la caseta de Castilla y León en Marcha, en Valladolid, acompañado del pintor Manolo Sierra y candidatos de la formación.

«He querido en esta publicación que cualquier ciudadano de la Comunidad comprenda con sencillez cómo es la política autonómica. También cómo es posible utilizarla para fortalecer al movimiento obrero, a las secciones sindicales y trabajadores en lucha, a los colectivos sociales y a la ciudadanía en general», manifestó sobre su obra.