Diario de Valladolid

Una escultura al niño Julen parte hacia Totalán

El Ayuntamiento recibirá la obra donada por el artista tordesillano Lolo Sancho tras diez días de exposición en las Casas delTratado

Lolo Sancho junto a la escultura en hierro dedicada al niño Julen que recibirá el Ayuntamiento de Totalán.-EL MUNDO

Lolo Sancho junto a la escultura en hierro dedicada al niño Julen que recibirá el Ayuntamiento de Totalán.-EL MUNDO

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Santiago G. del Campo
Valladolid

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Una escultura en hierro donada por el artista tordesillano Lolo Sancho partirá hacia la localidad malagueña de Totalán, tristemente célebre por la trágica muerte del niño Julen. Se trata de una obra que todos los paisanos y visitantes han podido contemplar durante diez días en las Casas deltratado, del 10 al 19 de mayo. Con la obra se le irá al artista «un trocito de corazón».

«Es una escultura que creé durante los días que transcurrieron en el rescate del fatal suceso de Julen», explicó Sancho en respuesta a este periódico. «Representa la montaña, el trabajo de los operarios que se mantuvieron cavando día y noche en ese maldito pozo que se lo tragó».

La escultura representa al niño de Totalán en forma de corazón, «sin saber todavía a qué altura exacta se podría encontrar», añadió. «Durante la creación de la obra, la esperanza que yo tenía, y muchas personas, era enorme, la posibilidad de que pudiera ser rescatado con vida», recordó.

«Ese corazón de la escultura, que representa al niño, entendí que alguien desde el cielo le arropaba. Su hermano fallecido, su ángel en forma de corazón con un gran mensaje de fe».

Sancho terminó la obra en óxido, como símbolo de las lágrimas de la montaña. «Una montaña que llora, como lo hizo la sociedad». Por eso, el artista tordesillano la tituló Lo que nunca se olvida jamás desaparece. Julen. Es «un humilde homenaje creado desde el mayor de los cariños a un pueblo, Totalán, que abrió sus casas y la puerta de sus corazones».

Lolo Sancho ofreció la obra al Ayuntamiento de Totalán, que la ha aceptado y la instalará en alguna de las estancias municipales.«Por eso me ha gustado exponerla junto a otras de mis esculturas en las Casas del Tratado, para que la gente pudiera verla por última vez», explicó.

CICATRICES

Pero no es la única obra que ha donado el autor tordesillano. El mes pasado, sin ir más lejos, el hospital vallisoletano RíoHortega inauguró una de sus esculturas, dedicada a todas las personas que sufren accidentes. Fue el pasado 15 de abril. Está instalada junto al ventanal de uno de los patios del complejo. Sancho bautizó esa obra como Cicatrices de una vida.

«Es un homenaje al buen funcionamiento de la sanidad pública de ese Hospital, y a cuantos trabajadores día a día trabajan en él, en el servicio a la ciudadanía», subrayó Lolo Sancho. Se trata de una afición, o de una vocación, que le llegó al escultor hace muchos años. La primera obra que realizó en medio de una convulsión nacional fue dedicada al 11-M, y la tituló Dolor entre vías. Es de gran tamaño, y está instalada en uno de los lugares del trágico atentado.

Otra de las grandes convulsiones, la del niño Gabriel, asesinado en Níjar, tuvo también su escultura. Un «pescadito» de metal creado para él. «El destino no quiso que pudiera disfrutar de él. Sus padres, Patricia y Ángel, lo tienen en su poder, un detalle al amor de su hijo por mi parte y por el dolor que vivimos muchas personas por ese suceso», detalló.

Su obra también ha dejado huella en Tordesillas, que exhibe en las calles esculturas de su paisano como la dedicada a la Reina Juana I.

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