Piden 14 años para los padres acusados de grabar a su hija en un vídeo porno

Cuando en la mente de toda la ciudad está aún muy presente el juicio del caso Sara, la Audiencia Provincial de Valladolid se enfrenta el próximo lunes y martes a otro caso demoledor. Unos hechos que se produjeron en agosto de 2017, solo una semana después del fallecimiento de la niña Sara en la calle Cardenal Torquemada.

En este caso se acusa a unos padres, que en esa época estaban en un complicado proceso de separación, de un delito de abusos sexuales y utilización de menores para la elaboración de material pornográfico contra su hija de tan solo un año. Por ello, la Fiscalía pide al tribunal que imponga a los acusados una condena de 14 años, dado su relación de parentesco, la prohibición de comunicarse con su hija durante 19 años y la prohibición de aproximarse a la víctima y a su domicilio en un radio de 500 metros. Ypor supuesto, se pide que se les retire la patria potestad.

El episodio se desencadenó tras una denuncia interpuesta por un hombre de 31 años, D.V.C. contra su ex pareja, N.R.G. de 25, y a la vez madre de su hija. La acusó de abuso sexual a la menor. La mujer fue citada a declarar en Comisaría, donde se personó. Cuando los agentes le pusieron al corriente de la situación, la mujer puso a su vez otra denuncia contra él, esta vez por maltrato hacia ella.

Al poner la denuncia, él aportó un vídeo de mala calidad a la Policía que, supuestamente y según su testimonio, probaría una conducta con contenido de abuso sexual hacia la niña por parte de la madre. La Policía visionó este documento varias veces, sin llegar a una conclusión clara.

Existen indicios de que la grabación fue efectuada por el padre, con la anuencia de éste, y luego conservada en su teléfono móvil, lo que implicaría un delito de pornografía infantil que habrían cometido entre ambos progenitores. Durante la declaración de la madre, aseguró que su ex venía extorsionándola durante un prolongado espacio de tiempo, con la amenaza de entregar la grabación y denunciarla por abusos a la menor. La progenitora acusó en su declaración a su exmarido de haberla obligado a grabar ese vídeo con la bebé de menos un año y lo consintió porque tenía miedo a que él la maltratase si se negaba a hacerlo.

Droga en la niña

En días posteriores a la denuncia pública se supo que la niña, que se encontraba sin signos de abusos ni de malos tratos, había dado, sin embargo, positivo en cocaína en una analítica de orina realizada en el Clínico.

Unos restos de la mencionada droga, que la niña pudo ingerir de forma accidental. Al parecer es habitual que en los domicilios donde se consumen sustancias estupefacientes, si quedan restos sobre mesas u otros muebles, que los menores pueden tocarlo y luego llevárselo a la boca. Incluso también se pueden transmitir a través de la leche materna. Sin embargo, en esta vista, este tema no será tratado y se centrará solo en los abusos y en la utilización de la menor para la elaboración del vídeo pornográfico.

El vídeo y las declaraciones realizadas por ambos llevó al Juzgado de Instrucción 1 de Valladolid a decretar el 11 de agosto de 2017 el ingreso en prisión preventiva, comunicada y sin fianza de ambos por malos tratos. Uno de los aspectos más llamativos del caso fue la rapidez con que el juez de guardia dio la custodia a la Junta de Castilla y León, sólo un día después de conocer las denuncias interpuestas por ambos padres.

El padre de la menor, originario de Soria y con seis antecedentes, residía en esa época en un piso de alquiler en Valladolid cercano al de la madre, sin antecedentes, que vivía con un familiar cercano después de que ambos pusieran fin a la convivencia. Sucedió poco tiempo después de mudarse ambos desde Zaragoza, donde residieron con anterioridad.