Diario de Valladolid

Mayoría absoluta en la falta de trapío

Pablo Aguado, que salió a hombros, Morante y Manzanares, que cortaron una oreja cada uno, vieron cómosu labor quedó muy devaluada ante la falta de presencia de los toros García Jiménez y Peña de Francia

Derechazo compacto y de excelso trazo del sevillano Pablo Aguado, triunfador de la tarde.-FOTOS: JOSÉ SALVADOR

Derechazo compacto y de excelso trazo del sevillano Pablo Aguado, triunfador de la tarde.-FOTOS: JOSÉ SALVADOR

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César Mata

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Sepa el lector, y hay que decirlo así, a portagayola, que habrá de reducir en un cincuenta por ciento cuanto encuentre de positivo, luminoso e incluso dadivoso en esta crónica, en justa correspondencia y proporción con lo que las reses (decir toros y astados sería un mal inicio) de los hierros consanguíneos de Hermanos García Jiménez y Peña de Francia mostraron, en lámina y actitud, en trapío y carácter, en el ruedo del paseo de Zorrilla en la tarde de ayer.

Si usted se aplica en la lectura de estas líneas en el periodo voluntario ese mismo porcentaje le recordará lo que sucede con las multas de tráfico. Pero no vayamos tan veloces.

No se deje llevar si aquí o en otros medios (o tercios) lee algo majestuoso. De tal solo hubo la claudicante presencia de Juan Carlos I, un rey que es a la monarquía lo mismo que la plaza de Valladolid a la tauromaquia: una mera evocación emérita. En uno de los momentos emocionales del lado futbolístico del festejo (pues la corrida compartía horario con el partido del Real Valladolid, en el que se jugaba casi del todo el ser o no ser…) alguien gritó en el tendido: «Somos de primera». A lo que, una aficionada de barrera, respondió tímidamente: «Pues en lo que es esta plaza, a ver si no bajamos a segunda B». Así están las cosas.

Morante, Manzanares y Pablo Aguado dejaron sobre la arena imágenes de prestancia estética, lances de factura bella, incluso alguna estocada de sincera y eficaz ejecución. Pero faltaba el toro. Demasiadas hechuras sin remate, caras infantiles pese al guarismo 5, pobreza en la lámina, escasez… pese a alguna tabilla que anunciaba, sucedió en el quinto, 529 unidades en la romana.

Los tendidos a reventar y ganas de triunfo por doquier, pero la tarde no terminó de romper. Por la falta de raza de los toros, o de fuerza, de ánimo. Y en algunas ocasiones ambas cosas. Y, todo hay que decirlo, los toreros alguna vez instalados en ‘modo Valladolid’, incluso el debutante en el coso Pablo Aguado, que en su primera faena, sin estar mal, pudo estar mejor. Incluso más cerca.

Tan sólo la última faena, la de Pablo Aguado, ante el sexto, un animal con peligro por el pitón izquierdo, ofreció intensidad. Dos tandas por la derecha supusieron lo mejor de una tarde lánguida y tan sólo interesante en alguna secuencia aislada. Morante en sus naturales impolutos al cuarto, y Manzanares también con la zurda en algún muletazo suelto. Cada uno cortó una oreja.

Pablo Aguado, oreja y oreja, triunfó aunque tampoco mostró la consistencia que se le presumía tras las cuatro orejas que cortó el viernes pasado en Sevilla.

Emérita presencia de Juan Carlos I

El trasiego de agentes, uniformados y no, en los alrededores del coso y en el tendido de la plaza, auguraban la presencia de alguna autoridad de máximo nivel. Descartado Pedro Sánchez, que no tiene un pase, y Felipe VI, a quien asistir a una corrida de toros le supondría un serio enfado conyugal, la incógnita se despejó cinco minutos antes del paseíllo. Por el vomitorio del tendido 8 asomó la figura, maltrecha, del rey emérito, Juan Carlos I, al que seguía, con cortesana distancia, su hija la infanta Elena. El inicial murmullo se convirtió en una ovación cerrada de los aficionados, que ven en el monarca ‘jubilado’ un apoyo fiel a la tauromaquia. Los tres espadas, Morante, Manzanares y Pablo Aguado le brindaron los primeros toros de sus lotes. Los vivas al rey y a España se sucedieron durante toda la tarde, entremezclándose con la algarabía por los goles del Real Valladolid, que compartía horario. Antes de que los coletudos iniciaran el paseíllo sonó el himno nacional.

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