Rivera, pescador a orillas del Pisuerga

El líder de la formación naranja desembarca esta tarde en Valladolid, en plena recta final de campaña, acompañado por la hasta hace un mes histórica dirigente socialista, la vallisoletana Soraya Rodríguez, que aparece en su tierra por primera vez tras dar un portazo al PSOE de Sánchez. Aunque lo cierto también es que el PSOE de Sánchez ya no contaba con ella. Rivera llega a orillas del Pisuerga, en la Cúpula del Milenio, ese recinto con forma de medio balón, horas después de conocerse que Cs le ha birlado al PP para sus listas madrileñas al presidente de Madrid, Ángel Garrido, al que los populares habían inscrito como número 4 a las europeas. Mientras, Cs lo había incluido en el 13 de la candidatura a la Asamblea de Madrid. Si controvertido fue el frustrado fichaje de Silvia Clemente, por la celeridad en el paso del PP a Cs, el de Garrido, con una hoja de 30 años de servicio en el PP, resulta insólito por producirse a cuatro días de la cita con las urnas a las generales y cuando ya estaba inscrito por los ‘populares’.

No le falta ningún ingrediente al mitin de Rivera cobijado en la también controvertida cúpula, herencia de Javier León de la Riva, orillada junto al Pisuerga. Porque además es la primera aparición pública del líder naranja tras el debate de A3Media, en el que el exceso de histrionismo, teatralidad, artilugios y excitación seguramente le hizo perder todo lo que había ganado en el primer duelo de la televisión pública. Rivera hace un esfuerzo en la recta final en Castilla y León, como están haciendo el reto de partidos, para afianzar el único diputado que ahora tiene en la región.

Es cuando menos curioso que Rivera se traiga a Soraya Rodríguez de telonera. No por vallisoletana, que hasta candidata a la Alcaldía lo fue cuando se estrelló con el muro electoral que era León de la Riva. Es curioso que no se deje acompañar por otro vallisoletano, el número uno a Europa y artífice del programa económico de Ciudadanos, Luis Garicano. Esa ausencia hurga en las tesis periodísticas que desvelan un distanciamiento entre Rivera y Garicano a consecuencia de las primarias de Castilla y León. Garicano se desmarcó de la oficialidad y el aparato y respaldó el que a la postre fue ganador, Francisco Igea, frente a Silvia Clemente. Clemente era la apuesta de Rivera. Una ausencia, la del cabeza de lista a las europeas, que llama mucho más la atención si se tiene en cuenta que en el acto de esta tarde también participa el abogado del Estado Edmundo Bal, número 4 en la lista de Cs al Congreso por Madrid.

Lo cierto es que hoy aparece Rivera tras el debate entre dos Sorayas y un destino. La ya mencionada Soraya Rodríguez y Soraya Mayo, ex presidenta de los autónomos en Castilla y León y baza de Ciudadanos al Congreso en la cita del 28-A. Muchos ingredientes para uno de los grandes mítines de esta campaña tras el de Pablo Casado en la plaza de San Pablo y el de Santiago Abascal en el Auditorio Miguel Delibes. Servirá también para contar aforos y medir apoyos en estas tierras de la meseta castellana. Casado: 2.000. Abascal: 4.000. ¿Rivera?: En horas saldremos de dudas.

Aunque las encuestas establecen un horizonte de al menos media docena de diputados en danza en las nueve provincias de Castilla y León (León, Palencia, Valladolid, Burgos, Avila y Salamanca). Alguno de esos podría ir al bote de Ciudadanos en función del camino que tomen los indecisos. Ese es el objetivo de Rivera hoy en Valladolid, pescar en la España interior y vacía, donde nunca había estado el partido tan abierto. Ya lo dejó claro abriendo campaña en la bella localidad segoviana de Pedraza, tierra de Silvia Clemente. De momento intentará pescar un buen baño de masas a orilla del Pisuerga. Aunque la enloquecida climatología acompaña poco. Con lluvia los peces asoman poco. Y ya lo dice el refrán truchero: “Nieve en la montaña, pescador a la cabaña”. Veremos qué tal se le da a Rivera esta tarde, experto en pescar en caladeros ajenos.