Vélez aparca las paradas de bus a la demanda de noche por dudas legales

El sistema de paradas de autobús urbano a la demanda para garantizar la seguridad de las mujeres que utilizan este transporte por la noche no se implantará por ahora en Valladolid. Después de estudiarlo y sopesar los posibles inconvenientes, el concejal de Seguridad y Movilidad, Luis Vélez, no lo ve claro y considera que las dudas legales que plantea aconsejan posponer su aplicación por ahora. «No es algo que pueda hacerse a corto plazo, tiene mucha complejidad», dijo ayer durante la presentación del balance de viajeros de autobús y las cuentas de la empresa Auvasa correspondientes a 2018.

Con el sistema de paradas a la carta se busca ofrecer mayor seguridad a las mujeres que utilizan el servicio de búho, los autobuses que funcionan los viernes, sábados y vísperas de festivo entre la medianoche y las tres de la mañana. Con este modelo, la pasajera puede avisar al conductor y elegir para bajar el lugar más seguro y cercano a su domicilio.

La fórmula ya funciona en Bilbao y Vigo, ciudades con un extenso extrarradio, y el Ayuntamiento de Valladolid se planteó la posibilidad de aplicarlo también. Incluso el Grupo Municipal Popular lo llevó en forma de moción al pleno de marzo del pasado año y acusó al equipo de gobierno de apoderarse de su idea, acusación que Vélez desmintió.

No hubo más noticias de las paradas a la carta hasta el pasado mes de junio, cuando la concejala de Educación, Infancia e Igualdad, Victoria Soto, anunció que el Ayuntamiento tenía «muy avanzado» el estudio y se mostró esperanzada en que «en breve» pudiera presentarse el sistema. Soto añadió que pese a que Valladolid no es una ciudad insegura ni se han producido agresiones, en ocasiones las mujeres sienten miedo en algunas zonas a determinadas horas de la noche.

De nuevo se hizo el silencio sobre esta cuestión hasta que ayer el edil de Seguridad y Movilidad aclaró que por ahora no es posible ponerlo en marcha. De entrada, Vélez matizó que a diferencia de Vigo o Bilbao, Valladolid no tiene zonas habitadas que se encuentren muy alejadas de lo que es el casco urbano. Como posibles puntos susceptibles de aplicación del sistema de paradas a la demanda citó los barrios de La Overuela, el pinar del Jalón y Puenteduero.

Pero en todo caso añadió que son las dudas legales que se plantean lo que ha llevado a descartar por ahora su puesta en marcha. De entrada, señaló que con este sistema la demandante puede bajar fuera de las paradas establecidas, esta es la esencia del modelo, sitios en los que no está garantizada la accesibilidad y en caso de algún percance no está claro que el seguro que cubre posibles accidentes de los viajeros fuera de aplicación. A la vista de estas circunstancias y dado que en Valladolid no se da una dispersión de los barrios por el extrarradio como puede ser el caso de Vigo, la aplicación de este sistema permanecerá en el cajón.

Como tampoco es de aplicación por ahora otra de las medidas que tanto al concejal como al gerente de la empresa de autobuses urbanos, Auvasa, Andrés Bernabé, les gustaría poner en marcha: el adelanto de la hora de salida en las líneas ordinarias, fijado ahora a las 7.15 de la mañana. Los datos de usuarios revelan una pérdida de 4.974 viajeros en las líneas matinales, por lo que Vélez y Bernabé apuntaron la necesidad de adelantar el horario de inicio por la mañana a las 6.15, una propuesta que choca con el convenio colectivo. El concejal matizó que se trata de «un deseo» que por ahora no es posible.

36.008 VIAJEROS MÁS

Pese al descenso de usuarios en las líneas de la mañana, el balance de 2018, año en el que se produjo la restructuración de líneas, arroja un pequeño crecimiento de un 0,14%, lo que supone 36.008 viajeros más que en 2017 hasta alcanzar la cifra de 25.599.092.

La media diaria de viajeros que utilizaron el autobús el pasado año como medio de transporte para desplazarse por la ciudad fue de 70.134 personas y la línea 1, la que realizar el trayecto entre el barrio de España y Covaresa, fue la más utilizada, con algo más de 4 millones de usuarios, el 16% del total, que pasa a convertirse en el «trasatlántico de Auvasa», en palabras del gerente.

El dato consolida esta línea como la más demandada tras la restructuración, una posición por la que competía con la 2, San Pedro Regalado-Covaresa, que ocupa el segundo lugar con 3,2 millones de usuarios y el 13% de la tarta, que pierde un 6,4% de viajeros. La tercera posición es para la línea 6, Delicias-La Victoria, con 2,5 millones de usuarios. Por contra, la menos utilizada fue la 23, plaza Zorrilla-Cañada Real 560, con 8.456 usuarios.

Los datos sobre el modelo de pago revelan que se mantiene la tendencia a la baja de los últimos años en el uso del billete ordinario. En 2018 bajaron un 2,6%, mientras los bonos de transporte aumentaron un 0,62% -aquí están incluidos el bonobús ordinario, bono30, metropolitano y social- y un crecimiento mayor, del 2,42%, en el caso de los bonojoven, tanto de recarga como mensual.

Vélez destacó la «buena aceptación» de los nuevos medios de pago y el incremento de la fidelización de los usuarios, de los que 18.000 utilizan el bono infantil, 2.891 el Bono30 ordinario, 2.162 el joven y 692 el social.

La velocidad comercial de los autobuses fue de 12,04 kilómetros por hora de media y el total de kilómetros recorridos durante el año por la flota de Auvasa fue de 6.792.546. La empresa cerró el ejercicio con un superávit de 568.546 euros.