Diario de Valladolid

«Como mujer gitana me da miedo el auge de partidos xenófobos de extrema derecha»

Carmen Jiménez, fichaje estrella de Puente para las elecciones, pretende ser la «voz de los colectivos más débiles»

Carmen Jiménez Borja posa en la Plaza Mayor durante la tarde de ayer.-J.M. LOSTAU

Carmen Jiménez Borja posa en la Plaza Mayor durante la tarde de ayer.-J.M. LOSTAU

Publicado por
J. I. Fernández

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Llamadas, felicitaciones y muchos consejos. Así fue el día después del anuncio de su inclusión en la lista electoral de Óscar Puente. Carmen Jiménez Borja, el fichaje estrella del alcalde, ocupará el puesto número 8 en la convocatoria del PSOE al Ayuntamiento de Valladolid. La primera abogada gitana vallisoletana, «alguien tenía que serlo», bromea, sigue derribando barreras y mostrándose como todo un ejemplo de que querer es poder.

Afronta el reto «ilusionada» pero con la inseguridad de «ser nueva en todo esto y apenas tener conocimientos de política», pero ella quiere aportar su trayectoria vital y, sobre todo, hacer una política de cercanía y de corazón. El consejo que más ha recibido en estas horas es uno que recuerda a un aforismo griego «sé tú misma». Y ella quiere seguir siéndolo. «La gente que me conoce de verdad sabe los valores que tengo, siempre honestidad y humildad, y por eso me dice que sea yo misma, es el momento de dar un paso adelante y seguir luchando por la igualdad a nivel más amplio», apuntó. Riosecana de 29 años, desde siempre quiso estudiar las leyes «para poder defender el papel de la mujer gitana».

Jiménez reconoce que no es un nombre más en la lista electoral, ella, luchadora fiel a lo largo de toda su carrera, quiere ofrecer toda la experiencia adquirida en los últimos años trabajando en la Fundación Secretariado Gitano, por eso se mostró tajante cuando se duda de que sea un ‘postureo electoral’: «No vengo a llenar huecos, quiero ser la voz de todos los colectivos vulnerables. Quiero aportar porque siempre he luchado por mis ideas».

Admite la responsabilidad de meterse en política con «miedo e inseguridades» y con el temor «a la mala interpretación» de sus palabras y que es consciente de que recibirá «palos», pero tiene claro que no puede «gustar a todo el mundo». Fue el propio alcalde Óscar Puente quien le dijo que contaba con ella. «Me hizo ilusión, simplemente me dijo que contaba conmigo porque le gustaba mi forma de trabajar», algo que le congratula porque sirvió para confirmar que «la mujer gitana tiene capacidades para todo lo que se proponga».

Carmen Jiménez no es ajena a la realidad de la sociedad y a lo que ha tenido que padecer para llegar a su situación. «Soy joven, gitana y mujer, me toca todo, el reto es triple». Aunque lo que más le preocupa es que «el racismo está en todos los lados», y «es difícil atajarlo por completo». Asegura que se comprueba en todos los ámbitos, pero sobre todo en el empleo y en la vivienda. «Hay gitanos que tienen recursos pero cuando van a a alquilar una casa no se la alquilan por ser gitanos. Y ofertas de trabajo que te presentas en el lugar y cuando te ven, te dicen que no quieren contratar a gitanos, y no tienen problemas en decírtelo», explicó. Para luchar contra ello propone «concienciar, convivir todos juntos y conocer la cultura gitana».

La número 8 en la lista socialista es consciente de que procede de una comunidad donde las tradiciones son muy firmes, pero ella rompe una lanza y se muestra en contra de los estereotipos. «La sociedad es machista y patriarcal, pero siempre se pone el foco en la comunidad gitana por las tradiciones, pero no se puede generalizar. Hay gitanos que lo son y otros que no. Es difícil representar a un colectivo porque es muy grande, pero yo soy el ejemplo de que se puede luchar y derrumbar barreras. Se ha visto que las mujeres también somos capaces de llegar a donde queramos y mi familia me ha dado todo su apoyo», agregó.

El ascenso en España de partidos de extrema derecha es algo que también le preocupa. «Como mujer gitana me da miedo el auge de los partidos xenófobos. Está claro que es un paso atrás después de tanta lucha. No valdría de nada todo lo que hemos luchado», recordó.

Se define como «progresista y feminista», pero ¿qué es en estos días ser feminista? Responde con contundencia y coherencia. «Es luchar por la igualdad entre hombres y mujeres, pero hacerlo con su ideología propia, no todas las mujeres somos iguales. Depende de las circunstancias de cada una, pero está claro que tenemos que hacernos visibles y servir de ejemplo para otras, en mi caso, yo he ayudado a mis amigas a hacerlo».

Uno de los principales problemas de Valladolid es la convivencia en la zona de Las Viudas (Las Delicias) y 29 octubre. En este momento es cuando Jiménez muestra su lado más comedido. «Ya dije que es situación difícil y por lo tanto requiere soluciones difíciles. Es necesario trabajar en ello, dialogar y ver qué es lo mejor, por supuesto beneficiando a todos. No sé si es algo aislado, hay que estudiarlo, pero hay que trabajar para luchar por la igualdad de condiciones».

También le preocupa otros aspectos cotidianos de la ciudad. Por ejemplo, en el de la educación y los colegios guetos que se están creando con alumnos de minorías étnicas. Para ello lanza una solución:«La educación tiene que ser inclusiva, hay que luchar por ello. No se puede privar a de la diversidad cultural y esto es lo que se está haciendo».

No olvida sus orígenes por eso también está inquieta ante los problemas del medio rural. «Se están dejando morir y allí hay muchas mujeres que necesitan ayuda», apunta.

La primera abogada gitana vallisoletana se prepara para unos meses que serán duros y que afronta con «incertidumbre», hasta ese momento seguirá su día a día, con visitas a su Rioseco natal para disfrutar de sus sobrinas, y durante estos días disfrutando del Carnaval, «sobre todo ahora que hace bueno», comenta al terminar la entrevista con este diario.

Si logra entrar en el Ayuntamiento, según las previsiones de Óscar Puente todo hace indicar que sí, recordará en ese momento a su abuelo y a su familia. «No sé qué me deparará el futuro, pero quiero poder ser útil y que mi gente esté orgullosa».

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