El nuevo paso subterráneo de Pilarica en Valladolid espera abrir en febrero
La previsión era terminar antes de terminar el año, pero las obras van con dos meses de retraso
Vista general del estado de las obras, con la plaza de Rafael Cano convertida ahora en un barrizal.-J.M. LOSTAU
El paso peatonal bajo las vías en la plaza de Rafael Cano, en el barrio de La Pilarica, ya está terminado y conecta con la calle la Salud, al otro lado de la barrera ferroviaria. Pero todavía faltan los trabajos de urbanización tanto en la plaza como en la calle la Salud. Hay que remodelar la plazoleta, construir las escaleras para acceder al paso peatonal, en forma de terraza, que cambiarán por completo la imagen anterior de este espacio, además de crear zonas verdes y poner bancos.
Es la recta final de un proyecto muy esperado por los vecinos de la Pilarica, pero será una recta larga y además terminará con retraso. Con el trabajo que todavía falta por hacer, la previsión es que el nuevo paso peatonal, sustituto del antiguo cruce sobre la vía que existía hasta su cierre en septiembre de 2015, se abra al público en febrero. La nueva fecha supone un retraso sobre la previsión inicial, que apuntaba a este mismo mes, diciembre, como el previsto para el fin de las obras. El concejal de Urbanismo, Manuel Saravia, atribuye el retraso al hecho de tener que trabajar de noche para colocar el armazón de hormigón en el gran agujero abierto bajo la vía. Trabajar de noche, añade el concejal, ha ralentizado las obras. Con retraso incluido, el paso de Rafael Cano será, junto con el cambio de los accesos al aparcamiento de la plaza Mayor, una de las pocas obras de envergadura que el equipo de gobierno municipal podrá apuntarse antes de las elecciones.
El cartel, a modo de calendario, colgado por los vecinos junto a la iglesia de la Pilarica para contar el tiempo transcurrido desde que se cerró el paso a nivel marca 1.187 días. Después de tres años y tres meses de espera, de movilizaciones para reclamar que empezaran las obras, los habitantes del barrio quieren la apertura del nuevo paso cuanto antes, pero consideran el retraso de dos meses como un mal menor siempre y cuando «las cosas se hagan bien», afirma el presidente de la asociación de vecinos, José Luis Alcalde. Y hacer las cosas bien significa para los vecinos no sólo contar con un modo de cruzar la vía amplio y accesible para todos, sino también aprovechar para que el nuevo espacio que surja tras las obras sea lo más agradable posible.
De hecho, han trasladado dos peticiones al concejal de Urbanismo con vistas a la fase final de los trabajos. Dado que la barrera del tren seguirá ahí, y todo apunta a que será por mucho tiempo, lo que plantean los vecinos es que el nuevo vallado de la vía «no sea agresivo». Es decir, explica Alcalde, que «pongan metacrilato o bien otro material pero no unos barrotes, como tenía pensado hacer Adif».
La otra sugerencia tiene que ver con la plaza de Rafael Cano, en este caso para que en vez de poner el suelo de arena se utilice baldosa, material que consideran más apropiado para este emplaza. El presidente de la asociación de vecinos no descarta que el retraso de dos meses que llevan las obras sea al final mayor y la apertura se haga esperar más. Incluso así, reitera que después de tan larga espera lo que piden ya es que no se cometan errores.
El nuevo paso tendrá 12 metros de ancho y tres de alto para permitir, además del paso de peatones, la circulación de bicicletas y también de vehículos de emergencias.