Diario de Valladolid

OLMEDO

Acor deja en evidencia a Azucarera y mantiene 42 euros por tonelada hasta 2023

Rico respeta el Acuerdo Marco Interprofesional: «Esto es defender la renta agrícola»

El presidente de la cooperativa Acor, Carlos Rico, interviene en la asamblea general de delegados, ayer en la sede de Olmedo.-ICAL

El presidente de la cooperativa Acor, Carlos Rico, interviene en la asamblea general de delegados, ayer en la sede de Olmedo.-ICAL

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Santiago G. del Campo
Valladolid

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Acor mantiene una decidida apuesta por la remolacha y, al contrario que su rival Azucarera Iberia, mantendrá el complemento de las ayudas al socio para que siga percibiendo 42 euros por tonelada. Además, pone el horizonte en 2023, año al que se ha pospuesto la entrada en vigor de la nueva PAC.

Una sólida situación financiera, con un activo superior a los 220 millones de euros; un patrimonio de 140 millones y, sobre todo, un fondo de reserva que aún seguirá teniendo 125 millones de euros en junio de 2019, permiten a la cooperativa agraria absorber las pérdidas de los dos últimos años y continuar su incondicional apoyo a un cultivo al que sólo ve ventajas.

La medida deja en evidencia a Azucarera Iberia, propiedad de los británicos de British Sugar, que el día anterior habían anunciado la supresión de la ayuda de 6 euros a los agricultores, rompiendo unilateralmente el Acuerdo Marco Interprofesional (Ami). Los agricultores cobrarán así sólo 36 euros por tonelada si llevan su producción a las molturadoras de La Bañeza, Miranda o Toro. Por eso se prevé que grandes productores sigan el ejemplo de la cooperativa leonesa Ucogal, que ya ha desviado a la molturadora de Olmedo más de 650.000 toneladas.

«Esto es defender la renta agrícola», aseguró ayer, durante la asamblea general, el presidente de Acor, Carlos Rico. «Acor mira por su socios, y si quieren traer aquí su producción, esta es su casa, las puertas están abiertas». Explicó también que la entidad ya asumió un excedente en la campaña 2014-2015.

Rico puso en valor los números de la cooperativa, con una producción anual valorada en 260 millones de euros, «que serían más de 300 si el precio del azúcar estuviera en condiciones normales». Y es que, aunque lo haga Acor, «no hay empresa que resista una bajada tan acusada del precio de su producto», una bajada que cifró en más de un 50% en los últimos 5 años. Sólo en los últimos doce meses, ha bajado un 25%, de 501 a sólo 361 euros la tonelada, pero llegó a estar a 722 euros hace cinco campañas.

Esa mala coyuntura de precios ha llevado a un resultado de explotación negativo en la campaña 2017/18, de -3,53 millones. La diferencia con Azucarera Iberia es que, mientras ésta pretende ‘ahorrarse’ una cifra muy parecida, 3,4 millones, en su cuenta de resultados de esta campaña, Acor cargará la mayor parte de estas pérdidas a sus fondos de reserva.

Pero el consejo rector no propuso a la asamblea el mantenimiento del precio a costa de descapitalizar la Cooperativa. La decisión se basa en una previsión de mejora del mercado a corto plazo. Ya el año que viene, en 2019, Rico y su equipo prevén que la producción de Brasil, el país «que nos ata los machos, en términos taurinos», dijo el presidente, bajará de forma acusada por la diversificación de la venta de caña hacia el biodiésel, más rentable por la subida del petróleo. De hecho, Brasil está terminando la fabricación de azúcar de caña correspondiente a la campaña 2018-19 con una reducción de diez millones de toneladas en la producción de azúcar y, a la vez, se prevé una bajada de 4,5 millones de toneladas en sus exportaciones.

También la gran producción de La India, cuyas tácticas comerciales «con trampa» le han granjeado una denuncia ante la Organización Mundial delComercio, se verá mermada, y en estas condiciones «nuestra producción será más competitiva en el mercado exterior», explicó.

Las circunstancias de esta campaña será difícil que se vuelvan a repetir, pues «no hemos tenido un año tan difícil desde el 72 ó 73», aseguró Rico. «Este es un año nefasto, y volveremos a cerrar con pérdidas», auguró. Por eso, el consejo rector propuso, y la asamblea aceptó, la creación de un fondo de reserva voluntario específico para los años en que sea posible realizar aportes.

INDICIOS

El consejo rector basó el cambio de tendencia en el mercado azucarero en un pormenorizado análisis exterior e interior. El presidente quiso animar a los cooperativistas, conscientes de la incertidumbre que se vive en el sector, señalando diversos indicios que están ya marcando un cambio de tendencia en los precios del azúcar a partir de la Campaña 2019/20.

A las circunstancias de países ‘competidores’ como Brasil e India se unen las estimaciones de la Comisión Europea, que prevé un descenso de producción de azúcar en la UE para la campaña 2018-19 en más de 2,5 millones de toneladas, especialmente en Francia y Alemania. Por otra parte, distintos organismos y operadores prevén un importante aumento del consumo de azúcar en los próximos años, principalmente en Asia (China) y en África, regiones que presentan unas ratios bajas de consumo de azúcar per cápita con relación a la media mundial.

Rico aseguró que el cultivo remolachero y Acor tienen «mucho futuro» y que la Cooperativa está, como siempre, «dispuesta a proponer y a seguir apoyando toda medida que implique mantener este importante sector remolachero-azucarero para el mundo rural y para la economía de Castilla y León».

Precisamente, Rico abundó en la importancia del cultivo remolachero en la fijación de población, en un tiempo en que el éxodo rural constituye un problema para la supervivencia de los pueblos. Durante su intervención, hizo una encendida defensa de las ayudas a la remolacha en la futura PAC en base a cuatro grandes líneas. En primer lugar, su contribución al sostenimiento de la población rural. En segundo lugar, su posición clave en la rotación de cultivos, ya que su continuidad permite mantener el precio en los mercados de otros cultivos de regadíos en la Comunidad autónoma, como patata, zanahoria y puerro.

También se refirió a las virtudes medioambientales del cultivo, por su capacidad para fijar CO2 y su alta tecnificación, que le ha convertido en uno de los cultivos de la región más sostenible medioambientalmente. Por último, justificó su importancia por el retorno económico que reciben las Administraciones vía impuestos por toda la actividad –directa e indirecta– que conlleva la industria azucarera.

Por otra parte, pese al deterioro del precio del azúcar –consecuencia, en parte, de una sobreproducción mundial con unos excedentes de casi 10 millones de toneladas en la campaña 2017/18 por encima del consumo–, la cifra de negocio de la Cooperativa en el primer año tras la desaparición de las cuotas azucareras ascendió a 102,7 millones de euros. Es un 22% inferior al ejercicio anterior. No obstante, si se considera también la facturación que corresponde a Acor en proporción a su aportación en empresas participadas (aceites y alimentación animal), habría que sumar otros 156 millones. Por este motivo, el presidente puntualizó que la facturación anual atribuible a Acor supera los 258 millones de euros, gracias a su apuesta por la diversificación.

El presidente destacó también que en este mes de diciembre entrará en funcionamiento el tercer silo en la fábrica de Olmedo, con capacidad para almacenar 70.000 toneladas de azúcar más. En total, Acor podrá guardar hasta 190.000 toneladas de azúcar, «lo que otorga a la Cooperativa mayor cintura para negociar las ventas en el mercado internacional», declaró Carlos Rico.

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