La apertura de 16 locales de juego eleva a cien los nuevos casos de ludopatía al año

¿Hay mercado en Valladolid para que abran tantos establecimientos de juego?, se pregunta Ángel Aranzana, presidente de Ajupareva, la Asociación de Jugadores Patológicos Rehabilitados en la provincia. Ahí radica el problema: que los nuevos clientes se pueden ‘fabricar’ con poderosos señuelos. Y la apertura de cada nuevo negocio supone una invitación poniendo al alcance de la mano una práctica adictiva que puede derivar en enfermedad.

Aunque ahora con los teléfonos móviles todos llevamos ‘una casa de apuestas’ en el bolsillo, la proliferación de este tipo de negocios en las calles está detrás del aumento de jugadores enganchados. En opinión de Aranzana, la relación es de causa-efecto. A mayor número de locales, más ludopatía. «Terminaremos el año con más de cien nuevos casos en tratamiento», concreta. Será la primera vez que superen ese listón. El año pasado trataron a 95. El anterior a 72. En 2015 a 64.

Esa progresión es paralela al crecimiento del sector. Hoy hay 37 locales dedicados a los juegos de azar en la provincia, 16 más que en 2014, cuando entró en vigor el reglamento Regulador de las Apuestas de la Comunidad de Castilla y León.

Los aumentos más significativos se registran, por un lado, en los salones de juego, según los datos del Servicio Territorial de la Junta. En sólo cuatro años han nacido diez y ahora son 24 los establecimientos de este tipo donde, además de tragaperras comunes como las de los bares, hay máquinas con premios superiores y ruletas electrónicas.

También resulta exponencial el auge de las casas de apuestas:las siete que existen han nacido en los últimos tres años. En 2014 no había ninguna en Valladolid. Y hasta 2012 no existían en España, que es cuando se legislaron estos envites para juegos deportivos y apuestas online, hasta entonces sólo accesibles a través de páginas web con domicilio en el extranjero. En consecuencia, han crecido en los últimos años las personas enganchadas al juego a través de internet: el año pasado Ajupareva ayudó a 26 personas por este motivo, casi el doble que dos años antes.

Estable se mantiene el número de casinos (sólo existe el Roxy, mudado en 2016 desde Boecillo). En cuanto a los bingos hay 6, tras el cierre de uno en la ciudad.

La apertura de nuevos locales preocupa a la asociación de afectados. Y no percibe visos de mejora tras la reciente modificación legislativa en Castilla y León que «va a facilitar todavía más» la puesta en marcha de establecimientos al rebajar las cargas administrativas y flexibilizar los requisitos. Por ejemplo, los negocios ya no necesitan un permiso de apertura: basta con una declaración responsable en la que el promotor asegure que «todo está en regla» para empezar a funcionar, explica Aranzana.

Esa laxitud ha puesto en alerta también a los partidos políticos. Esta semana el pleno del Ayuntamiento aprobó por unanimidad una moción presentada por Valladolid Toma la Palabra para poner coto a esta «epidemia»de adicciones al juego. Entre otras cosas, insta al Gobierno central a incluir la ludopatía en el Plan Nacional Sobre Drogas, reforzar la sensibilización desde los institutos, instar a la Junta a analizar las consecuencias del cambio legislativo y abordar en la revisión del PGOU las posibilidades para limitar la implantación de locales en entornos frecuentados por menores y jóvenes. El asunto también llegará en breve a las Cortes de mano de Izquierda Unida, que prepara una PNL en el mismo sentido.

En especial preocupa el cambio en el perfil de los afectados:cada vez son más jóvenes. Hasta hace unos años, el perfil era el de «un hombre casado, padre de familia de 50 años y con trabajo». Ahora, sobre todo por la eclosión del juego online, son personas de entre 18 y 30 años, con estudios o sin ellos pero sin muchos recursos económicos.

El presidente de Ajupareva advierte de que los jóvenes entran en este tipo de establecimientos atraídos por el «alcohol barato». En la zona de bar pueden «ver el partido en pantallas grandes, cómodos sillones y tomar cañas a un euro», relata. Una vez dentro, «es cuestión de tiempo» que empiecen a coquetear con el juego. Al respecto, apunta al especial peligro de las casas de apuestas donde la oferta es infinita:«lo mismo puedes apostar a una carrera de galgos de Madrid que en un partido de voleibol chino».

La asociación ofrece ayuda a los afectados en el Centro Específico de Tratamiento y Rehabilitación de Adicciones Sociales, el Cetras, nacido hace 25 años y donde, en la actualidad, 779 familias reciben tratamiento para abordar problemas de ludopatía, alcoholismo y tabaquismo, entre otras adiciones.