Diario de Valladolid

El comercio espera con «temor» las obras de la Plaza Mayor

Los establecimientos reconocen que la reforma del parking será un «trastorno» / Avadeco y Fecosva entienden la situación pero dicen que «merecerá la pena»

Rubén Domínguez a las puertas de su establecimiento en la calle Jesús.-PABLO REQUEJO

Rubén Domínguez a las puertas de su establecimiento en la calle Jesús.-PABLO REQUEJO

Publicado por
J. I. Fernández

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En muy poco tiempo, las previsiones apuntan a mediados del mes de octubre, la Plaza Mayor comenzará a vivir una transformación. La obra de eliminación de las rampas del aparcamiento subterráneo provocará un antes y un después en el emblema vallisoletano que verá cómo pasa a ser totalmente peatonal. De esta manera, 1.800 vehículos dejarán de pasar por el corazón de la ciudad. Pero toda historia tiene sus daños colaterales y en este caso se trata de los comerciantes, y en concreto los de la calle Jesús, por donde saldrán los coches, y que se cerrará por completo. Posteriormente llegará la de la entrada, por calle Manzana.

Así, los dos negocios, el restaurante La Sepia y la zapatería Azar, tendrán que cerrar sus puertas cuando comiencen las obras. De momento la tienda textil ya ha colgado en su escaparate un cartel de ‘liquidación por cierre’, eso sí, especifica que ‘por obras en la calle’ y que volverán. Sin embargo, para su dueño, Raúl Domínguez, estas reformas pueden provocarle «un caos» ya que se producirá en su mejor época, la de Navidades.

El trastorno es enorme. Yaunque el Ayuntamiento de Valladolid ya ha dicho que recibirán compensaciones, Domínguez no lo ve nada claro. «En teoría no sabemos nada, el Ayuntamiento dice mucho, pero hace poco. Creo que debería mirar más por los comerciantes que somos los que tiramos del carro», afirmó, mientras se lamentó de que el único contacto que haya tenido con el Consistorio fuera el pasado 31 de mayo, y «simplemente para decirnos que nos echaban».

El dueño de esta zapatería con más de una década en la ubicación de la calle Jesús duda de los plazos. «Al final no son cuatro meses, serán más, porque los técnicos nos han dicho que siempre surgen algunos problemas. No digo que no vaya a quedar bonito, lo que ocurre es que poco a poco vamos desapareciendo y no sabemos si llegaremos». Mientras recordó que cada vez son más impedimentos, como la eliminación del paso de los autobuses.

Una vez que finalicen las obras la idea es continuar «pero hay que hacer números, porque estamos abocados al cierre». La intención es no tener que despedir a nadie, pero la incertidumbre es grande ante el desconocimiento de los planes que tiene el Ayuntamiento para resarcirles.

LA SEPIA: «ES UN INCORDIO». En la misma situación se encuentra el mítico restaurante La Sepia. Su gerente José Javier Martínez se quiere mostrar algo más esperanzado. «En principio es un incordio porque vamos a tener que cerrar y tendremos que compensar a trabajadores, pero esperemos que cuando se acabe en tiempo sea un beneficio para todos».

Lo que no tiene tan claro es que esos prometidos cuatro meses sean la fecha para terminar. «Cruzaremos los dedos, pero cada vez se va retrasando más, dijeron después de Ferias, y ahora a mediados de octubre», recordó. La posible compensación municipal «vendrá bien», pero reconoció que para un comercio de su peso es «malo para la imagen entre los clientes». La plantilla se repartirá en lo que duren las obras en sus dos otros establecimientos.

A unos cuantos metros de allí se encuentran los establecimientos que sobreviven en la misma Plaza Mayor. El entorno también se verá afectado por el cierre del estacionamiento durante esos famosos cuatro meses. Ya no se podrá aparcar en ninguna de sus 330 plazas, el parking más empleado para aparcar en el centro, estará cerrado. Los particulares tendrán que sustituirlo por el aparcamiento de Portugalete, de Isabel la Católica o incluso el disuasorio de la Feria de Valladolid.

Sin embargo ningún afectado confía en que los plazos se cumplan. Es el caso deRicardo Blanco, el dueño de una tienda de golosinas. Es el único trabajador, y asegura que está «preocupado» porque «no es necesario», y evocó también a que ya se hizo «pupa» cuando suprimieron el paso del transporte público. «Encima el parking estará cerrado en diciembre, con lo que eso supone en las ventas», lamentó.

AVADECO: «SOLO AFECTA A DOS COMERCIOS». El secretario general de Avadeco. Luis del Hoyo, quiere ver el lado bueno de esta actuación, aunque lamenta el perjuicio provocado. «Son unas obras necesarias, una vez que se acordó eliminar la entrada y salida, el numero de afectados es mínimo. Lo que hay que exigir es que las obras duren lo que han acordado y que haya compensaciones. Tampoco vamos a hacer una montaña de una cosa que solo afecta a dos comercios de la calle Jesús». Del Hoyo no cree que el resto de las tiendas del centro se vayan a ver perjudicadas. «Hay que tener paciencia y ver las ventajas, cuando esté terminado, podrán venir más clientes y se realizarán más actividades, aunque sea ahora un trastorno».

FECOSVA: «LA PLAZA MAYOR NO LO NOTARÁ». De la misma opinión es Javier Labarga, presidente de Fecosva, quien opinó que «desgraciadamente les ha tocado la china a estos comercios de la calle Jesús, pero es la opción menos molesta», también está convencido de que las obras finalizarán en plazo, porque «la Semana Santa estará cerca y eso es sagrado». Además afirmó que el resto de los establecimientos de la Plaza Mayor no notarán el cierre del parking durante el tiempo que se prolongue.

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