La Ruta de Vino de Ribera de Duero suscita el mayor interés entre los enoturistas, por delante de Rías Baixas, Rioja, Navarra, El Bierzo y Rueda

La Ruta del Vino de Ribera de Duero suscita el mayor interés entre los enoturistas españoles y extranjeros, ya que es la zona que desean visitar uno de cada tres encuestados (34,3 por ciento) para el Informe sobre la Demanda del Vino de España, elaborado por los ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación e Industria, Comercio y Turismo.

La ruta de Ribera de Duero aparece por delante de otras zonas como Rias Baixas (30,6 por ciento), Rioja Alta (27,5 por ciento), Rioja Alavesa (26,5 por ciento), Navarra (25,3 por ciento) y El Bierzo (24,2 por ciento). Les siguen Rueda (20,6 por ciento), Txacolí de Álava (18,2 por ciento) y Somontano (17 por ciento). Por su parte, un 8,1 por ciento de los encuestados respondieron que le gustaría vista la ruta de Cigales y un 5,4 por ciento, la de Arlanza, informa Ical.

El noveno Informe sobre la Demanda en las Rutas del Vino de España, que corre a cargo del Observatorio Turístico de las Rutas del Vino de España, busca definir la imagen más fiel posible del enoturista. Los resultados de esta nueva entrega recogen datos relativos al segundo semestre de 2017 y el primero de 2018. Las 2.757 encuestas realizadas revelan que que la Ruta del Vino de Ribera de Duero fue la más visitada con anterioridad (35,6 por ciento), seguida de la Rioja Alta (33,3 por ciento) y Rioja Alavea (31,9 por ciento). Rueda se quedó en el 16,4 por ciento; Bierzo (10,9 por ciento) y Arlanza (3,7 por ciento).

El análisis, que recoge la Agencia Ical, señala que las actividades preferidas del enoturista son visitar bodegas (86,8 por ciento), disfrutar de la gastronomía local (56,8 por ciento) y degustar vino (54,4 por ciento). Los enoturistas visitan una media de 1,94 bodegas en el destino. 

Durante el periodo de estudio, destaca el notable ascenso de las visitas a pueblos vitivinícolas (de 31,7 al 48,8 por ciento), lo que manifiesta el interés creciente de los enoturistas por descubrir el patrimonio de los pueblos, más allá de las bodegas. El gasto del enoturista en destino continúa aumentando aunque se ralentiza el ritmo de crecimiento respecto al año anterior, en el que se registró un importante ascenso.

Concretamente, el gasto medio diario se ha incrementado un 3,4 por ciento respecto al periodo anterior pasando de 156 a 161 euros día. Esta subida del gasto, precisa el informe, ha repercutido prácticamente en todas las partidas, especialmente en alojamiento, que vuelve a superar los 35 euros día.

No en vano, cada vez más los visitantes que pernoctan en las rutas del vino. Concretamente, este año ha supuesto el 58,8 por ciento del total. El Observatorio manifiesta que este dato debe “animar” a las rutas del vino a “seguir trabajando” en la creación de propuestas de valor y servicios complementarios que inviten a los turistas a pernoctar en los destinos que componen el Club de Producto.

A pesar del aumento del porcentaje de personas que pernoctan en las rutas, la estancia media ha disminuido ligeramente (2,43 días), aunque continúa siendo superior al dato registrado en 2016 (2,19días).

"Margen de mejora"

Por tanto, existe “margen de mejora” en el desarrollo de propuestas, eventos y actividades que animen al turista a alargar su estancia en las rutas En cuanto al alojamiento elegido, el enoturista sigue prefiriendo los hoteles de cuatro estrellas, aunque también le otorga cada vez más peso a los alojamientos rurales, que por primera vez superan a los hoteles de tres estrellas y se convierten en la segunda opción preferida de los viajeros de las rutas del vino de España

El nivel de satisfacción de los enoturistas es muy elevado y continúa aumentando hasta alcanzar 8,47 puntos sobre 10, frente a los 8,39 del año pasado. La señalización turística y las carreteras y senderos son los únicos aspectos que cuentan con una valoración por debajo del 8, convirtiéndose en la “asignatura pendiente” de las empresas y entidades involucradas en el desarrollo del enoturismo.