Diario de Valladolid

Valladolid, entre los 4 ayuntamientos que cumplen con la estabilidad presupuestaria

El superávit estimado para este año es de 22 millones, diez más que el de Barcelona / El concejal de Hacienda asegura que esta «situación envidiable» responde a una «gestión responsable y saneada»

El parking de la plaza Mayor es una de las inversiones a las que se destina el superávit.-M. Á. SANTOS (PHOTOGENIC)

El parking de la plaza Mayor es una de las inversiones a las que se destina el superávit.-M. Á. SANTOS (PHOTOGENIC)

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Elsa Ortiz

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Valladolid se va de vacaciones con los deberes hechos y una maleta cargada de buenas expectativas para el próximo curso; al menos, en materia presupuestaria. Una asignatura en la que este Ayuntamiento se postula como uno de los cuatro mejores de la clase. Esta es, grosso modo, la conclusión que arroja el último informe elaborado por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) en el que analiza el cumplimiento o no de las reglas fiscales.

El estudio atañe a 16 ayuntamientos de población superior a 250.000 habitantes, así como a las cinco diputaciones o entes asimilados con mayor presupuesto no financiero. En conjunto, 21 grandes entidades –que representan casi el 25% de la población total, con un peso en el superávit del subsector de en torno a un 30%– se someten a un examen cuyos parámetros son el objetivo de estabilidad, la regla de gasto y el endeudamiento.

Solo dos instituciones provinciales y cuatro consistorios consiguen aprobar las tres partes sin necesidad de ir a la recuperación, es decir, de recurrir a planes económicos financieros o de ajuste. Valladolid está entre ellos. «Es una característica que ya define al Consistorio. En 2017 fue uno de los seis cumplidores y en la estimación para este año es uno de los cuatro», apuntó el concejal de Hacienda, Función Pública y

Promoción Económica. Antonio Gato puntualizó que esta es la línea que se sigue desde que el actual equipo de Gobierno comenzó su andadura. «Un año antes falló el techo del gasto», según recordó.

Para el edil vallisoletano, alcanzar la estabilidad presupuestaria debería ser un aval que «legitime y dote de credibilidad adicional a las demandas». Pues el Ayuntamiento, aunque sea aplicado en materia presupuestaria, no es conformista y considera que alguna de las normas «no son justas». Ejemplo de ello es el límite del uso del superávit que, en su caso, superó los 23 millones en 2017 y este año se situará, previsiblemente, en un millón menos. «Nuestra reivindicación era que, cuando se cumpliesen todas las reglas fiscales, este montante se pudiese destinar también a gasto y no solo a las inversiones financieramente sostenibles», concretó el concejal, para después matizar que su apuesta eran las políticas sociales y de fomento del empleo.

Llama la atención que los 22 millones de superávit, con los que la AIReF considera el Consistorio de Valladolid liquidará este ejercicio, adelantan por la banda a las previsiones de otras ciudades más grandes como Barcelona o Bilbao, donde las estimaciones son de 12 y 4 millones, respectivamente.

El concejal de Hacienda, Función Pública y Promoción Económica aprovechó para poner sobre la mesa otra de sus reivindicaciones que alude a «una cierta relajación en el techo de gasto» para las entidades que son «solventes o están saneadas». A juicio de Gato, los incrementos experimentados estos años –que rondan el 2%– son «muy pequeños», más aun si se tiene en cuenta que el Consistorio «tiene suficiente capacidad de financiación, no solo por el superávit sino también por una deuda muy baja».

El informe de la AIReF certifica que el Ayuntamiento de Valladolid cumplió la regla de gasto en 2017, con 220 millones computables frente a los 222 máximos. La previsión para el presente ejercicio son seis millones por debajo de dicho límite. En cuanto al endeundamiento estimado para este año supera en cuatro puntos porcentuales al cierre de 2017, pasando de un 35 a un 39%. A pesar de esta subida, el

Consistorio continúa «lejísimos» de una alarma que salta al 75%, cuando la deuda requiere autorización y aun da cancha hasta el 110%.

Gato matizó que línea marcada por el superávit y una deuda muy baja también incluye una política de sujeción de la carga fiscal. «En estos tres ejercicios no solo no ha subido sino que, además, en 2016 suprimimos la tasa de basuras que suponía 10 millones y medio anuales a los vallisoletanos», ejemplificó el edil para después subrayar que el equipo de Gobierno municipal ha ejecutado una «gestión saneada y responsable» que permite al Ayuntamiento estar en «una situación envidiable dentro de los cuatro mejores».

La «segunda consecuencia positiva» que el concejal de Hacienda, Función Pública y Promoción Económica vinculó al cumplimiento de las reglas fiscales fue la luz verde para poder aplicar una serie de medidas que permitan restituir los derechos arrebatados por la crisis económica. Gato recordó que Valladolid es la primera capital en estrenar la vuelta a la jornada laboral de 35 horas semanas y que, además, cubrirá el cien por cien en caso de baja por incapacidad. «Los deberes presupuestarios revierten así en beneficios para los empleados públicos», sentenció.

Un centenar de actuaciones para dar salida al superávit

Mientras la AIReF estima que Valladolid liquidará este ejercicio con un superávit de 22 millones, el Ayuntamiento continúa dando salida a los 23 que alcanzó en 2017. En concreto a 19 millones, límite en el que el interventor fijó la partida municipal para un centenar de inversiones financieramente sostenibles.

La mayor parte de este montante, 9 millones, tiene como destino las concejalías de Urbanismo e Infraestructuras y Medio Ambiente. En la primera de las áreas se encuentra la inversión estrella: la reforma de los accesos al aparcamiento de la plaza Mayor, que el jueves recibió vía libre tras finalizar las catas arqueológicas sin hallazgos relevantes. Con un coste de 2,6 millones, esta obra es la de mayor cuantía.

Junto al parking está la aclamada remodelación de la Avenida Segovia, que necesitará más de 953.100 euros. Una cantidad próxima a los 600.000 se destinará a mejorar la seguridad vial en 16 puntos de acceso a la ciudad mediante la incorporación de espacios peatonales y ciclistas e, incluso en algunos casos, cambios en el trazado. En materia medioambiental destacan la compra de camiones de carga lateral y trasera de gas natural comprimido, reformas en zonas verdes o la creación de dos parques caninos; a las que se suman la compra de árboles de gran porte y las reposiciones en los huertos ecológicos repartidos por la ciudad. Asimismo, cabe destacar la existencia de una partida de 300.000 euros para la mejora del Campo Grande.

El monumento de homenaje al cofrade de Semana Santa, con un coste de 60.000 euros, es la única inversión del área de Alcaldía entre el centenar de actuaciones previstas. 

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