Se buscan jóvenes para donar sangre

Valladolid es la provincia de Castilla y León con más donantes de sangre, pero en 2017 bajó el numero. Fue un descenso de apenas un punto, de 51,6 donantes por cada mil habitantes a 50,6, pero suficiente para que el presidente de la Hermandad de Valladolid, Nicolás Patino, aprovechara ayer la celebración de la 44 asamblea de este colectivo para pedir «que no se baje la guardia ni un instante» y lanzar un mensaje a la sociedad con el objetivo de recuperar «no sólo ese punto sino algunos más».

Destinatarios preferentes del llamamiento de Patino fueron los jóvenes, no tan numerosos como sería deseable en una hermandad como la de Valladolid, con 106.395 socios en la capital y la provincia, aunque sólo 25.415 están activos, entendidos como tal los que realizaron al menos una donación en los tres últimos años.

Ante los socios que llenaban el salón de actos del Palacio de Congresos Conde Ansúrez, el presidente de los donantes vallisoletanos se marcó como una de las metas para este año reactivar la sección juvenil de la hermandad «para la captación de jóvenes que pongan el brazo y ayuden a mantener el altruismo».

Recordó Patino que en Castilla y León se necesitan cada día 450 bolsas de sangre en los hospitales para atender las necesidades «y no importa si es festivo o vacaciones» y tocó la fibra de los asistentes cuando recordó que «la sonrisa de los que recuperan la sonrisa (tras una donación) es lo más grande».

Pese al descenso de un punto en el número de donantes por cada mil habitantes, destacó «la solidaridad» que demuestran los vallisoletanos con las 26.371 donaciones, aunque insistió en la necesidad de «no dormirse» para evitar los llamamientos de emergencia por falta de algún tipo de sangre.

El mensaje más crítico, ya fuera de los micrófonos, fue para las administraciones públicas en general, a las que pidió «más colaboración» con un colectivo que dona algo tan preciado como la sangre de forma altruista.

El acto, al que asistió el presidente nacional de los donantes de sangre, Martín Manceñino, y la concejala de Servicios Sociales, Rafaela Romero, en representación del Ayuntamiento, terminó con la entrega de las distinciones a los socios con mayor número de donaciones. Fueron 11 hombres y mujeres los que recibieron un reconocimiento por superar las 100 donaciones desde que entraron a formar parte de la Hermandad y otros 10 más tras alcanzar las 80.

La distinción al municipio solidario recayó en Ciguñuela al tener el mayor índice de donaciones por cada mil habitantes, en concreto 119,48.

El premio al donante del año fue para Justo Manuel Rodríguez Gala, con 142 donaciones en su currículum como socio.

«Cuando dono me voy con un chute de buenas sensaciones»

Con una gran sonrisa y acompañado de su familia, el donante del año, José Manuel Rodríguez Gala, posó para la prensa minutos antes de recoger el reconocimiento como el socio con mayor número de donaciones. Recordó que empezó a donar cuando nació su primer hijo, hace ya 34 años, y añadió que se había marcado la meta de llagar a las 140. «Al final todo llega», dijo minutos antes de recibir el aplauso, como el resto de los distinguidos, de los asistentes a la asamblea. Con una media de cuatro donaciones al año, Rodríguez Gala dijo sentirse «pletórico de salud y alegría» y animó a hacerse donante como buen conocedor de la experiencia que supone dar sangre. «Cuando acabo de donar me voy a casa con un chute de buenas sensaciones», dijo al recordar las 142 ocasiones que ha vivido ya ese momento a lo largo de más de treinta años de socio. Como donante del año, invitó a reflexionar sobre lo que un gesto como el de la donación «supone para la sociedad y la cantidad de vidas que ayuda a salvar». Tras superar las 140, Rodríguez Gala proseguirá con su ejemplo de altruismo mientras el cuerpo aguante, camino ya de las 150.