Diario de Valladolid

«Estuve a poco de ser desahuciado y con mi mujer en silla de ruedas»

Asegura que, tras la cárcel, el infierno siguió con los embargos de Hacienda y tocó fondo con la muerte de su mujer

Publicado por
Íñigo Arrúe
Valladolid

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Asegura el ex gerente de Vivascon que el dinero que recibirá del Ministerio de Justicia no reparará «ni de lejos» el sufrimiento padecido ya que, expresado por informe médico aportado a la reclamación, sigue padeciendo «trastorno de adaptación con ansiedad mixta y estado de ánimo deprimido».

«¿Quien me resarce de los años que he vivido, de todo lo que he perdido, del infarto que sufrí o del tumor cerebral de mi mujer que no pude atender en condiciones por estar en la ruina?», se pregunta.

«Me metieron tres años de cárcel y estuve un año en prisión más otra larga temporada con la pulsera y yendo a dormir. Se pensaron que era Mario Conde y me cogieron como chivo expiatorio. Fue una sentencia que quería ser ejemplar. Un zurriagazo tremendo. Y para salir de la cárcel, tuve que avalar todo para cubrir la deuda íntegra con el piso de que tenía en la Plaza de España. En definitiva, una angustia que no se la deseo a nadie», resume.

De todos los episodios vividos cita como el «más triste» la época de febrero de 2017. Aún no había llegado la revocación de la condena del Supremo (TS)y lo que era seguro es que su desahucio de la vivienda de la plaza de España era inminente. «Por pocos días no me vi en la calle, con mi mujer en sillas de ruedas. Menos mal que llegó la sentencia del TS y lo paró todo», rememora.

La evocación a su difunta mujer es recurrente en la conversación. Ana Parra murió el 23 de septiembre de 2017 y, casualidad, cuatro días más tarde Hacienda le devolvió 508.704 euros que había pagado de multa (sin los intereses). «Creo que ella intervino desde el cielo. Es demasiada casualidad, porque llevaba esperando siete meses», asegura el promotor, ya muy cansado de un litigio que empezó en 1999 cuando su sociedad, Vivascon adquirió y vendió distintas parcelas de Zaratán, en lo que la Fiscalía entendió como una operación de especulación inmobiliaria. Ganó en primera instancia, pero la Audiencia de Valladolid sostuvo que Valbuena, con el fin de aumentar ficticiamente el precio de adquisición, se puso de acuerdo con el representante de Feruce para que esta sociedad apareciera como compradora de algunas fincas para luego vendérselas a Vivascon al doble del precio real.

Gracias a la entrada de Feruce como «sociedad interpuesta o pantalla», la Audiencia entendió que el condenado logró reducir los elevadísimos incrementos patrimoniales que se habían producido por parte de Vivascon y por los que tenía que efectuar la declaración de tributos ante la Hacienda, a efectos del Impuesto de Sociedades y del IVA soportado deducible.

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