Ciudadanos se opone al desarrollo de la Autovía del Duero

Ciudadanos no está por el actual trazado de la futura A-11 en el tramo entre Tudela de Duero y Castrillo de la Vega. La opción norte, elegida por el Ministerio de Fomento para evitar la destrucción de algunos de los principales viñedos de la Ribera delDuero, le suscita dudas no sólo al alcalde de Valbuena de Duero –el regidor ‘naranja’ José Augusto Rodríguez Ibáñez–, sino al Grupo de la formación en el Congreso de los Diputados.

Así, cuando parece que el Ministerio de Fomento retoma las obras de la Autovía del Duero, una infraestructura vital, vertebradora de la Comunidad, que acumula más de dos décadas de retraso, el proyecto se encuentra con nuevos escollos en el camino, los que plantea Ciudadanos. «La nueva alternativa plantea algunas dudas, tanto en lo referente al coste económico como al impacto ambiental (especialmente en lo referente al cruce del río Duratón) e incluso en cuanto a siniestralidad», aseguran Francisco Igea, diputado de Ciudadanos por Valladolid, y Fernando Navarro, portavoz del partido ante la Comisión de Fomento.

«En algunos tramos el desnivel alcanza el 5%, lo que supone una reducción de la velocidad del tráfico pesado que, unida a la frecuencia de nieblas en la zona, puede propiciar los alcances», detallan ambos en un escrito dirigido a la Mesa del Congreso. «A esto hay que añadir la creación de un talud por el que discurrirá la A-11 a la altura del Monasterio de Santa María de Valbuena, con un considerable impacto visual».

El Grupo de Albert Rivera en el Congreso señala que la opción norte actual fue previamente desechada, y que fue tras la toma de posesión de Rodríguez Zapatero, en 2004, cuando «tras una serie de vaivenes» se acabó con la elección de esa alternativa. Por ello, el escrito plantea tres cuestiones a la mesa. En primer lugar pregunta los motivos que llevaron a escoger, de entre todas las posibles, la actual alternativa para el tramo Tudela de Duero-Castrillo de la Vega.

Rentabilidad

También solicita información sobre si se han realizado «estudios de rentabilidad socioeconómica que justifiquen el incremento de costes, el daño ecológico, o el impacto visual», y sobre si se ha valorado «si el trazado finalmente escogido puede incrementar la siniestralidad respecto a los valorados inicialmente».

Igea y Navarro mantuvieron el pasado miércoles una reunión con Rodríguez Ibáñez para preparar la interpelación. El Ayuntamiento de Valbuena de Duero aún espera la contestación, por parte de la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento, de un recurso de apelación interpuesto el pasado 11 de septiembre.

El recurso contesta a su vez al rechazo a una alegación presentada por el Ayuntamiento en noviembre de 2016, en el que el Consistorio de Valbuena solicitaba a la Administración central «volver a la situación del año 2003 para, desde donde sea posible, suspender, al igual que se ha hecho en anteriores ocasiones, los acuerdos adoptados en cuanto al trazado y de una vez por todas, adoptar una solución que no sea la peor de las opciones posibles».

La alegación solicitaba también «que se cumpla con el objetivo de cohesión y comunicación, no solamente a nivel nacional, sino de la comarca por donde discurre la vía, comarca a la que también presta servicio». El regidor proponía revertir los planes al menos desde el límite de la provincia de Burgos.

Los principales perjuicios para Valbuena de Duero, según el estudio de la alegación, son, por una parte, la instalación de un muro pantalla de 12 metros de altura a sólo 500 metros del Monasterio de Valbuena, un Bien de Interés Cultural que data del siglo XII.

Por otra, el edil señala el movimiento de más de tres millones de metros cúbicos de áridos a los que hay que buscar un lugar. «La Autovía del Duero es una infraestructura muy necesaria», señaló en respuesta a este periódico. «Pero por otro trazado, no por el propuesto, pues es la peor de las opciones».