El convento de las Brígidas en venta por 3 millones de euros como complejo hostelero
La vendedora asegura que es «idóneo» para un espacio de enoturismo con la parte de convento con 13 habitaciones, la iglesia como gran sala de congresos y el local de calle, como tienda de vinos
El convento de las Brígidas, de 380 años de historia, está a la venta. La empresa vendedora, la salmantina Hostelería Camelot SA, que adquirió el cenobio en el año 2000 para instalar un hotel, una gran sala de reuniones en la nave de la iglesia y varios salones de restauración, lo ofrece por 3 millones de euros después de que no haya podido impulsar su propio proyecto.
Así lo aseguró ayer el administrador de Camelot, Miguel Ángel Lorenzo, quien definió la operación como la «última oportunidad» de no perder dinero, ya que lo que pide equivale a lo desembolsado en las obras de reforma del templo y el cenobio. Ya realizó en febrero de 2015 una tímida oferta de venta –entonces por 5 millones– y reculó convencido de que podría impulsar su sueño: un gran complejo de enoturismo, con hospedaje, museo, salas de catas y una gran sala de congresos en la iglesia.
Al final no ha podido ser, pero confía en que alguna empresa ajena retome el proyecto y cree que no está lejos de producirse, porque ya cuenta con media docena de empresas interesadas, cuando lleva solo unos días con el cartel colgado de «se vende».
Lorenzo informó que solicitan en torno a 3 millones por las tres áreas, ya que el inmueble está dividido en tres zonas. Una es la del convento, que es parte del Palacio de Licenciado Butrón;otra es la iglesia,que cuenta con un pequeño jardín, y finalmente un local comercial anexo al templo de 150 metros. Las tres zonas tienen referencias catastrales distintas. En total suman 2.400 metros cuadrados.
ya reformado.
«La licencia que existe es para hacer un hotel restaurante, y lo ideal, o al menos a sí lo concebimos nosotros, es una bodega de vinos, con un hotel pequeño, un restaurante, un área de catas, una sala de exposiciones y la tienda en el local de 150 metros de la calle Gardoqui», aseguró el empresario charro, quien incidió en la pujanza del enoturismo y en la demanda de hospedajes de estas características.
Según su propio proyecto, saldrían en total 13 habitaciones en la zona del antiguo convento de las monjas. «Podrían ser más, pero nuestra idea era sacrificar algunas de ellas para comidas de empresa y reuniones», precisó.
El directivo de Camelot aseguró que la nave de la iglesia le aporta un «hecho diferencial único», sin olvidar que el futuro comprador podría beneficiarse de licencias de actividad que fueron concedidas en 2009 y que aún están en vigor. «Se trata de un proyecto que está aprobado, firmado y con su licencia, lo cual es un ahorro importante», recalcó.
Con todo, Lorenzo precisó que la «gran baza» para quien compre el convento de las Brígidas es que ya ha sido sometido a la «gran reforma» que necesitaba. Un lavado de cara que incluyó la reposición de todos los forjados, a cargo de la empresa Trycsa, especialista en rehabilitación de monumentos, lo mismo que la instalación de una nueva cubierta, el tamiz de bajo cubierta y la rehabilitación de la fachada. «Hemos realizado un desembolso de tres millones entre proyecto, licencia y la obra, y es lo que queremos al menos recuperar», resumió el directivo de Camelot.
Seis interesados
Lorenzo, desveló que la pasada semana mostró el inmueble a cuatro empresarios interesados, que se unen a otros dos que ya han mostrado «gran interés», por lo que ya cuenta con media docena de potenciales clientes en solo unos días de anuncio de puesta en venta.
Las posibilidades que manejaba el proyecto de Camelot eran muy ambiciosas:12 salones de reuniones y dos grandes comedores, uno en superficie de calle y otro en el sótano de estilo mesón. La nave de la iglesia sería una sala polivalente para congresos o conferencias.
El convento y la iglesia de las Brígidas llegaron a pleno funcionamiento hasta hace 40 años. Fue en 1978 cuando las religiosas lo abandonaron para instalarse en un convento más pequeño situado en la avenida de Gijón, 23, de Valladolid.
El conjunto de edificios se desgajó posteriormente al quedarse sin uso. En 1988 la Junta de Castilla y León adquirió el Palacio del Licenciado Butrón y en 1991 fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Una profunda rehabilitación posterior permitió que en 2002 se reinaugurase como Archivo General de Castilla y León. Faltaba dar una salida al convento y a la iglesia, y en 2000 surgió el proyecto de restauración de la empresa salmantina Camelot.
La mudanza de monjas que habitaban conventos de la capital que se han ido quedando enormes y difíciles de mantener no se paró en 1978. Las carmelitas samaritanas del Corazón de Jesús tuvieron que abandonar en enero de 2016 el monasterio del paseo de Filipinos, después de que en 2004 iniciaran su primera mudanza al abandonar el convento riosecano de San José.
En esta Villa de los Almirantes saltó la noticia hace un mes cuando las hermanas clarisas anunciaban que dejaban el cenobio del siglo XVI para recluirse en el Convento de Santa Isabel de la capital vallisoletana debido a la falta de vocaciones en la orden carmelita.