La Virgen de los Pegotes bajará con nuevo ‘look’
La imagen sale mañana de su ermita por primera vez después del arreglo que desveló, tras dos siglos ‘vestida’, que es una talla de bulto redondo
Una anterior edición de la Bajada de la Virgen de los Pegotes, con la tradicional carroza, muleros y hogueras.-J.M. LOSTAU
La Virgen de los Pegotes sale mañana, como cada año, de su ermita titular para desplazarse por unos días a la Iglesia de Los Santos Juanes. Pero esta ‘excursión’ no es como las demás: por primera vez, lucirá su nueva imagen, tras la intervención de rehabilitación que ha desvelado, hace unas semanas, que se trata de una imagen en bulto redondo del siglo XVI, y no una imagen ‘de vestir’ –de las que sólo cuentan con cabeza y manos– como se creía.
Dos siglos llevaba la Virgen vestida, ocultando una talla policromada de gran belleza y buena factura, que mañana podrán contemplar vecinos y visitantes. Irá, como siempre, montada en su peculiar carroza, impulsada por mulas y muleros que fumarán un puro.
Se trata de una tradición secular, muy honda en el alma de los navarreses. Las primeras referencias a la Virgen, ‘Nuestra Señora de la Concepción’ llevan a mediados del siglo XVI, fecha en la que se construyó la homónima ermita en el Pico Zarcero, donde poco después se asentó el convento de San Agustín y posteriormente retomó el culto público a la Virgen bajo la advocación de ‘Nuestra Señora de la Cuesta’ o ‘del Pico Zarcero’.
Un acta acredita que en 1745 el Ayuntamiento la nombró Patrona y acordó celebrar perpetuamente un novenario en su honor del 30 de noviembre al 8 de diciembre, descendiendo a la imagen hasta la parroquia en solemne procesión.
Año 272
Este año será el número 272 de esa decisión, y volverá a ‘bajar’ a Los Santos Juanes el 30 de noviembre para ‘subir’ a su ermita el 8 de diciembre. En las dos ocasiones se realiza con una peculiar procesión, con pequeñas antorchas o ‘pegotes’ y grandes hogueras, la carroza, las mulas y los muleros, elementos indispensables de la tradición.
La Virgen recorrerá mañana el trayecto desde la ermita del Pico Zarcero, alentada por incesantes vítores o vivas, tan característicos y llamativos como todo lo demás: ¡Viva la Pura y sin Mancha! / ¡Viva la Estrella de la mañana! / ¡Viva la Rosa de Jericó! y muchos más ‘piropos’ irán entonando los lugareños aquí y allá para agasajar a Su Señora.
A las seis y media de la tarde comenzará el reparto de ‘pegotes’ en el Ayuntamiento. A las siete y media, la comitiva llegará al casco urbano y, una hora después, a eso de las ocho y media, la Casa de Cultura ofrecerá una degustación de castañas, dulces y vino. Así, el pueblo rememora la antigua costumbre de usar las hogueras del recorrido para asar castañas.
La tradición culmina el 8 de diciembre, al finalizar el novenario.Ese día la Hermandad Hijas de María engalanan a la Virgen con mantos y joyas para comenzar la procesión de regreso hacia la ermita. Durante el recorrido, la comitiva efectúa diferentes pausas para que los fieles dediquen sus mejores vivas a la Patrona.
El 29 de julio de 2008 la ‘Bajada y Subida de Nuestra Señora, la Virgen de los Pegotes’ fue declarada de interés turístico regional por la Junta de Castilla y León.