Fuensaldaña ya conoce a su mejor camarero
La Academia de Gastronomía premió al mejor profesional del municipio después del concurso de pinchos del fin de semana
Ser camarero nunca fue un trabajo fácil. Y es que servir a los demás requiere tanto de habilidades profesionales como de un carácter templado. No obstante, y a pesar de que el empleo es difícil, como ocurre en muchas ocasiones, no siempre es reconocido de la manera que merece.
No es el caso del camarero Justo Hernández, que desempeña su profesión en el bar restaurante El Cuévano, en el municipio de Fuensaldaña. El público asumió su papel más exigente como jurado, pues fue el encargado de elegir a Hernández como el ganador del premio al mejor servicio durante la XI edición del certamen de pinchos de la localidad vallisoletana, celebrado durante el pasado fin de semana. El profesional se mostró orgulloso y feliz tras obtener el galardón de la Academia de Gastronomía de Valladolid que reconoce su trabajo para lograr el mejor servicio al cliente.
Por otra parte, el jurado otorgó el primer premio al mejor pincho del municipio a el restaurante La Venta, que participó con su tapa El Patrón. El premio del público recayó en el restaurante La Dama de la Motilla, que se presentó al concurso con su pincho llamado Zambomba.
Sin embargo, el de Fuensaldaña no es un caso aislado, pues los municipios de la provincia de Valladolid quieren cambiar esta situación. Las localidades vallisoletanas desean reconocer su mérito a los profesionales del sector, que hacen posible que una comida en familia o una tarde con los amigos se desarrollen de la mejor forma posible.
Con este motivo, poco a poco los municipios de provincia se unen a la iniciativa de la Academia de Gastronomía de Valladolid para premiar a la labor de los camareros y del servicio de sala. Los galardones se entregan una vez que finalizan los tradicionales concursos de tapas y pinchos que se celebran en las localidades vallisoletanas.
De esta manera, la Academia intenta transmitir al público y al propio sector hostelero algo que ya saben pero que no siempre son capaces de valorar:la importancia que tiene contar en plantilla con unos profesionales bien preparados que, aporten un valor añadido a los manjares que se crean en las cocinas. Si no se cuenta con un buen equipo, de poco sirve el esfuerzo que se invierte entre fogones para realizar un buen trabajo, pues falla una de las partes más importantes de la hostelería, el trato directo con el cliente.
El primer municipio en valorar el trabajo de los camareros y el personal de sala fue Pedrajas de San Esteban durante la celebración de su XIV Certamen del Pincho Piñonero, que tuvo lugar del 18 al 20 de agosto en la capital mundial del piñón.
En esta ocasión le ha llegado el turno a Fuensaldaña premiar a sus profesionales, pero el municipio no será el último en adoptar esta práctica, tan justa como necesaria para reconocer el trabajo y el esfuerzo de sus mejores profesionales en el sector de la hostelería.