Diario de Valladolid

Podemos cambia en 48 horas y vota el convenio que pone fin al soterramiento

Chávez habla de «responsabilidad», mientras PP y C’s critican su «paripé» y el «papelón» hecho

Charo Chávez, el secretario del Ayuntamiento, Valentín Merino, y Manuel Saravia acuden a la comisión.-ICAL

Charo Chávez, el secretario del Ayuntamiento, Valentín Merino, y Manuel Saravia acuden a la comisión.-ICAL

Publicado por
Fernando Martín
Valladolid

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Después del susto que se llevó el lunes el equipo de gobierno del Ayuntamiento, al abstenerse Sí se Puede en la votación del nuevo convenio de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad -el primero se firmó en 2003- que certifica el fin del soterramiento y da vía libre a la construcción de 17 pasarelas y túneles en la vía, ayer llegó la calma.

Apenas 48 horas después del amago de rebelión del grupo que sustenta el gobierno municipal, Sí se Puede cambió su voto y dio el sí al nuevo acuerdo de Valladolid Alta Velocidad. Tan súbito vuelco fue recibido con un suspiro de alivio por el PSOE y Valladolid Toma la Palabra, pero con la bronca del PP, de Ciudadanos y del concejal no adscrito, Jesús Presencio, convencidos de que la presión del equipo de gobierno que lidera el alcalde, Óscar Puente, forzó a Sí de Puede a rectificar.

El apoyo de este grupo, la marca de Podemos en el Ayuntamiento, es clave para que el nuevo acuerdo salga adelante, de ahí que el lunes se encendieran las alarmas y obligara a convocar una comisión extraordinaria, la celebrada ayer, en la que los votos del PSOE, Toma la Palabra y Sí se Puede permitieron un dictamen favorable del convenio, que será ratificado hoy en el pleno.

Aunque hace ya tiempo que el proyecto del soterramiento del tren a su paso por la ciudad estaba muerto, el pleno de hoy servirá para firmar su acta de defunción. Relegado el que fuera durante veinte años el gran proyecto para transformar Valladolid, al menos sobre el papel, en su lugar el Ayuntamiento, y así se recoge en el convenio, destinará 74 millones en los próximos 15 años para construir túneles y pasarelas que permitan una mejor comunicación entre ambos lados de la vía del tren. Una opción más modesta que la oposición considera insuficiente. Tanto el Grupo Popular, como Ciudadanos y el concejal no adscrito votaron ayer en contra del acuerdo por entender que el soterramiento es posible y que Puente renunció sin pelearlo, pese a que el propio ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, admitió en su visita a Valladolid que la operación era imposible por su elevado coste.

Pero lo que ayer estaba en el aire era el voto de Sí se Puede y, una vez consumado el cambio, su portavoz, Rosario Chávez, lo justificó como «un ejercicio de responsabilidad política con la ciudad».

La concejala insistió en que el convenio no les gusta, que revela una actitud «prepotente» por parte del grupo Fomento (Ministerio y Adif), pero añadió que ante la alternativa de disolución de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad, su grupo optó por rectificar y alinearse con el PSOE y Valladolid Toma la Palabra, una decisión que abona la tesis de los que piensan que su actitud fue un golpe de efecto para hacerse valer frente los dos grupos del equipo de gobierno.

Aseguró Chávez que en estos días transcurridos desde la abstención su grupo ha podido «profundizar en un documento que se entregó con poco tiempo» y además necesitaban «una aclaración pública (de las implicaciones de firmar o no el acuerdo) y que constara en una comisión y que hubiera un debate por las dudas que suscita el convenio».

La aclaración la dio el interventor general del Ayuntamiento, que pintó un panorama sombrío en caso de no firmarse el convenio por los cuatro socios: Ayuntamiento, Junta, Ministerio de Fomento y Adif.

Lo explicó el concejal de Urbanismo, Manuel Saravia, con cara de satisfacción tras el disgusto del lunes. Según Saravia, el interventor dejó claro que de no estar firmado el nuevo convenio antes de fin de año, el compromiso de Fomento de pagar los 404 millones que adeuda la Sociedad Valladolid Alta Velocidad decaería, los bancos querrían cobrar y habría que ir al concurso de acreedores.

De llegarse a esta situación, el concejal recordó que «las consecuencias»para el Ayuntamiento alcanzarían «los 90 millones», la ciudad se quedaría sin nuevos túneles y pasarelas, habría que vender los talleres de Renfe y el concurso de acreedores « tendría consecuencias penales para los administradores de la Sociedad».

Saravia agradeció «la responsabilidad» de Sí se Puede, mientras el portavoz del Grupo Popular, José Antonio Martínez Bermejo, criticó «el papelón» hecho por Chávez en estos dos días y la representante de Ciudadanos, Pilar Vicente, no dudó al tachar de «paripé» su actuación.

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