Diario de Valladolid

La venta de abonos se mantiene con el reclamo de las ausencias

Los espectadores tendrán derecho a la devolución de la entrada de las corridas con cambios

Cartel del coso de Zorrilla anunciando la presencia de Morante, Manzanares y Talavante.-J.M. LOSTAU

Cartel del coso de Zorrilla anunciando la presencia de Morante, Manzanares y Talavante.-J.M. LOSTAU

Publicado por
César Mata

Creado:

Actualizado:

La incertidumbre se ha instalado en la afición taurina de Valladolid. Las ausencias indubitadas, es decir, Morante de la Puebla, y las presencias dubitadas, José María Manzanares, operado de la columna cervical, y David Fandila ‘El Fandi’, con una lesión muscular, ambos con la temporada en suspenso, han creado desasosiego entre los aficionados, que no dejan de hacerse preguntas sobre los sustitutos y sobre la actitud de la empresa.

Cierto es que la ausencia del sevillano de La Puebla del Río y las lesiones de Manzanares y El Fandi no sólo son ajenas a la mercantil que regenta el coso del paseo de Zorrilla, sino que incluso la situación de los tres espadas ha nacido tras la confección y anuncio público de los carteles, en los que, precisamente, la presencia de Morante de la Puebla y el doblete de Manzanares eran las piedras angulares del abono, en las corridas del jueves y viernes de feria.

Ahora se suma la duda de El Fandi, que ha anunciado la suspensión temporal de su temporada, pero sin establecer un plazo concreto de reaparición. Con todos estos datos la feria aparece para muchos aficionados como una enorme incógnita.

Sobre Morante no hay duda alguna de que no vendrá a Valladolid. Sobre Manzanares y El Fandi la empresa sigue insistiendo en la posibilidad de que hagan el paseíllo en el coso neomudéjar vallisoletano.

Las noticias se han ido sucediendo conforme se iban vendiendo, en plazo sucesivos, los abonos de los ya abonados, los nuevos abonos, y las entradas sueltas. Si bien la normativa lo permite, amplios sectores de la afición entienden que «no es de recibo mantener los mismos carteles en la calle y en las taquillas cuando se sabe que va a haber cambios seguros, no sabemos a qué espera la empresa, que ni reacciona ni desmiente nada, es una pena». Una decepción de una afición ya maltrecha en la ciudad, ayuda de toreros de relevancia y que, salvo en la temporada pasada con el doblete extraordinario de José Tomás, piensa que la plaza y la ciudad merece más.

sin datos

La empresa, lenta aunque amparada en la prudencia, no ofrece datos que tranquilicen a los aficionados, que son consumidores a los efectos legales. Como tales, tendrán derecho a la devolución de las entradas cuando la empresa se vea obligada a comunicar cómo quedan definitivamente las tardes que se van a ver afectadas.

La disyuntiva no puede decantarse por el silencio. «Algo tienen que decir, no puede ser que ni siquiera de Morante digan quién la va a sustituir, mientras las taquillas están abiertas y puede haber gente a la que, aún sin quererlo, se les esté dando gato por liebre», expresan en la barra de una de las peñas de la ciudad.

Si algo exigen los aficionados es respeto a su papel fundamental en una cultura que existe gracias a ser un espectáculo, y como tal está necesitado de público. El estado actual de la sociedad y de las tecnologías, que permiten conocer y actuar con inmediatez, contrastan con la actitud de blindaje informativo de la empresa, que ni habla ni niega. Solamente ha existido el comentario sobre la esperanza de que sí intervengan Manzanares, en sus dos tardes, y El Fandi, en la corrida inicial del ciclo.

La falta de noticias está enfriando el interés de una buena parte del público con la feria, pues exigen el lógico conocimiento de saber quién va a torear en la tarde para la que adquieran su localidad. La falta de incumplimiento de la normativa no es sinónimo de respeto y consideración con los aficionados, que comienzan a sentirse molestos con una feria en la que además se echa de menos una mejor presentación de los astados que se lidian. «Somos una plaza de capital y muchas veces se lidian toros con trapío de portátiles», sentencian los aficionados.

tracking