Diario de Valladolid

UN HOMBRE | UNA EXPOSICIÓN - GONZALO JIMÉNEZ

«Las Edades del Hombre llegarán pronto a Portugal»

Alberto Cándido López, hijo del mesonero Cándido, con los cochinillos asados que han dado la vuelta al mundo, sobre las andas, y un retrato de su padre detrás, en el Mesón de Cándido de Segovia.-ARGICOMUNICACIÓN

Alberto Cándido López, hijo del mesonero Cándido, con los cochinillos asados que han dado la vuelta al mundo, sobre las andas, y un retrato de su padre detrás, en el Mesón de Cándido de Segovia.-ARGICOMUNICACIÓN

Publicado por
Javier Pérez Andrés

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Es el cura de Muñopepe, Padiernos y Muñochas, en la provincia de Ávila, parroquias que lleva junto a otro sacerdote. Desde la Diócesis, ha pertenecido siempre a instituciones y obras sociales relacionadas con la cultura, como la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León. Desde hace seis años, Gonzalo Jiménez está al frente de la Fundación Las Edades del Hombre, todo un fenómeno cultural, social y religioso que sigue cosechando éxitos, como se puede comprobar en la última edición, la de Cuéllar, abierta hasta el 12 de noviembre.

Pregunta.- Atiende a sus feligreses y, al mismo tiempo, está al frente de unos de los fenómenos culturales más importantes de la región. ¿Cómo lo hace?

Respuesta.- Suelo trabajar en la dimensión pastoral los fines de semana, sobre todo los domingos, atendiendo las misas. Es fácil compaginar ambas cosas.

P.- ¿No cree que ya es hora de que el Papa visite Las Edades del Hombre?

R.- Yo estaría encantado, pero creo que sus prioridades van por otros caminos, salvo que hubiera alguna coincidencia, como pudo haber sucedido hace dos años, con motivo del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa.

P.- 22 ediciones y cerca de 12 millones de visitantes, ¿es un milagro?

R.- No sé si es un milagro, pero sí es excepcional que una exposición aborde el diálogo entre la fe y la cultura a través del patrimonio religioso de su Comunidad.

P.- Con tanto turista habrá crecido la nómina de católicos…

R.- No lo sé, pero sí es cierto que Las Edades descubren al visitante aspectos que no ha conocido nunca o había olvidado.

P.- Cruzaron el Atlántico, llegaron a Europa y han pasado por casi toda la geografía regional. ¿Cuándo saltarán el Duero y entrarán en las diócesis de La Raya con Portugal?

R.- Las Edades del Hombre llegarán pronto a La Raya, en Portugal. Ya hay un proyecto y a la Fundación le hace mucha ilusión. Pronto estaremos allí, con las diócesis colindantes. Será una exposición muy bella y con mucho patrimonio portugués.

P.- ¿Se han planteado trasladar la filosofía de Las Edades a la misa del domingo? Porque las iglesias están más llenas que nunca…

R.- Son aspectos distintos, uno es ámbito litúrgico y el otro, cultural, también catequético, en cierto modo. Pero cada cosa en su lugar.

P.- ¿Las Edades son la última catequesis?

R.- Trabajamos con esa intención porque los visitantes tienen distintas motivaciones. Muchos encuentran aquí esa explicación del sentido y el origen de su fe. Otros disfrutan con las imágenes artísticas pues, si no fuera por Las Edades, sería difícil admirarlas con tanta cercanía.

P.- ¿Cuál es el mensaje de la muestra de Cuéllar?

R.- La reconciliación, de ahí su título, ‘Reconciliare’. Vivimos en un mundo muy crispado. Necesitamos una apertura del corazón para descubrir al otro y lo que el otro tiene que decirnos.

P.- ¿No ha pensado invitar a Puigdemont y a Rajoy juntos a Reconciliare?

R.- No sería mala idea, pero ese encuentro hoy es difícil. Puigdemont está más lejos, pero Rajoy ya ha visitado alguna edición.

P.- En Ribera, ‘Eucharistia’; en El Bierzo, ‘Yo Camino’; en Toro, ‘Acqva’. Ya puestos… ¿cuándo le llegará el turno a ‘Vinum’?

R.- No lo sé (sonríe), los temas surgen siempre en el entorno donde vamos a realizar la muestra.

P.- Si pudiera repetir alguna edición, ¿cuál sería?

R.- Todas tienen su personalidad, al tratarse de temáticas, obras y contenidos distintos. Siempre guardaré en el corazón y la retina el acercamiento al retablo de la Catedral Vieja de Salamanca. Fue fantástico, todo un descubrimiento.

P.- Ahora que está tan de moda la ‘marca España’, ¿Las Edades lo son también?

R.- Sin duda, es una de las marcas más respetadas y valoradas, y no solo en Castilla y León, porque tiene que ver con una de nuestras grandes señas de identidad: el patrimonio.

P.- Hay quien sostiene que, "vista una, vistas todas"…

R.- Si no se han visto con profundidad, se puede pensar eso. Las obras de todas las ediciones son nuevas, al igual que la temática, las sedes y la técnica expositiva.

P.- ¿Y al que asegura que se terminarán acabando las pilas después de casi tres décadas?

R.- Nuestro patrimonio es muy amplio. Además, tenemos el apoyo de un Gobierno y de toda una Comunidad para seguir con las exposiciones. Tenemos catalogadas cerca de 400.000 obras y solo han pasado 4.850 por Las Edades. Se dice pronto, pero puestas en fila son varios kilómetros. Y toda la restauración que se hace… es una labor inmensa. Queremos conservar y preservar nuestro patrimonio para futuras generaciones. Tendremos Edades hasta que Dios quiera.

P.- Prometo guardar el secreto, ¿le han tirado ya los tejos desde la privada para cuestiones culturales?

R.- Sí, claro. Pero no es mi vocación ni mi deseo.

P.- Si algún día los obispos no estuviesen detrás de Las Edades, ¿qué pasaría con ellas?

R.- No habría Edades. Sin la fuerza del Patronato no habría exposiciones, al igual que sin el apoyo de la Junta. Todos somos compañeros de camino.

P.- Quien gana más en cada edición, ¿la Conferencia Episcopal o los hosteleros?

R.- Dependiendo de qué. Si hablamos de dinero, seguro que los hosteleros. Pero necesitamos todavía mucha más concienciación de todos los sectores; deberían ser más colaboradores con nuestro proyecto, que de verdad funciona cuando se comprometen todos los agentes implicados. La marca Edades convierte cualquier producto turístico en calidad.

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