Diario de Valladolid

SEMANA SANTA DE VALLADOLID - SÁBADO DE PASIÓN

La procesión de las Cinco Llagas llena las calles

La figura del ‘Santísimo’ atrajo a los fieles y alumbró cinco conventos de clausura

El ‘Santo Cristo de las Cinco Llagas’ a su salida del Real Monasterio de San Quirce y Santa Julita.-BALCAZA

El ‘Santo Cristo de las Cinco Llagas’ a su salida del Real Monasterio de San Quirce y Santa Julita.-BALCAZA

Publicado por
Víctor Álvarez

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La Semana Santa de Valladolid comienza a llenar las calles para calmar la sed de ‘pasos’, cornetas y tambores de los más fieles y devotos a la Semana de Pasión.

La Procesión de las Cinco Llagas fue el reclamo del Sábado de Pasión, con la Cofradía de la Sagrada Pasión como protagonista junto a su paso, el ‘Santo Cristo de las Cinco Llagas’, iluminado por cuatro blandones de cera blanca.

El paso fue portado a hombros desde las 20.00 horas de ayer por miembros de la Cofradía que lo pasearon por las calles de la zona de San Quirce y posteriormente realizaron cinco actos de oración en conventos de clausura, una por cada llaga del ‘Santísimo’.

No estuvieron solos. La Cofradía de la Vera Cruz acompañó con un gran número de nazarenos a La Pasión por todo su recorrido, mientras que cofrades de la Cruz Desnuda esperaron en Santa Isabel para realizar la Cuarta Llaga.

La ruta comenzó en una Plaza de la Trinidad abarrotada. Posteriormente, recorrió las calles de Isidro Polo, Plaza de los Ciegos, Lecheras, Rondilla de Santa Teresa, Pelota, Imperial, San Diego, Plaza de las Brígidas, San Ignacio, Encarnación, Santo Domingo de Guzmán, Expósitos, Plaza de la Trinidad por el interior de la plaza y regresar a San Quirce.

La figura, que fue el punto de atención en los cinco actos de oración, estuvo alumbrada por su Cofradía y por una representación del resto de hermandades que cerraron la procesión junto a la Banda de Cornetas y Tambores de la cofradía de La Pasión, una de las pocas bandas de hermandades que permanecen en la actualidad.

La Primera Llaga se realizó en el Monasterio de San Quirce. En cada monasterio se practicó una oración que finalizó con un Padre Nuestro. La Segunda Llaga se realizó en el Convento de Santa Teresa y la Tercera Llaga, en el Convento de la Concepción.

En la Cuarta Llaga, que se rezó en el Convento de Santa Isabel, el paso fue recibido por la cofradía de la Orden Franciscana La Cruz Desnuda al sonar de una carraca franciscana. Por último, la Quinta Llaga se rezó en la Iglesia de San Nicolás de Bari.

El Santísimo es una de las tallas de crucificados más antiguas de Valladolid que data de 1550, que fue realizada por Manuel Álvarez.

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