Castilla y León subirá hasta un 21% las ayudas a la remolacha

En un año «crucial» para el sector remolachero-azucarero ante el final de las cuotas, la Junta ha querido ratificar su apoyo a un cultivo que califica como «estratégico» para Castilla y León. La consejera de Agricultura, Milagros Marcos, anunció ayer un incremento de las ayudas agroambientales al cultivo de la remolacha incluidas en el Programa de Desarrollo Rural 2014-2020.

De esta forma, los remolacheros de la Comunidad pasarían a percibir entre 390 y 425 euros por hectárea, «en función de la rotación de cultivos», hasta un 21% más de lo que reciben en estos momentos.

Marcos, que realizó estas declaraciones en el marco de la Jornada organizada por Aimcra coincidiendo con la Feria Agraria, confirmó que la Junta ha solicitado ya la autorización a la Comisión Europea para «mejorar» esta medida específica del PDR, y lograr así que este incremento sea una realidad a partir de este año. Además, anunció también una nueva convocatoria para que se incorporen nuevos productores a este apoyo.

Desde la administración autonómica se insistió ayer en que la liberalización del sector prevista en octubre de este año supone «una oportunidad de crecimiento». La responsable de Agricultura cree que hay margen para aumentar la superficie de siembra en la Comunidad, que aspira a superar las 30.000 hectáreas con la liberalización.

En la jornada de Aimcra, Marcos se refirió también a la propuesta del Gobierno para crear un nuevo impuesto a las bebidas azucaradas. En contra de la intención del Ejecutivo, y ante más de mil cultivadores, dejó claro que la administración autonómica «no se doblegará», y seguirá exigiendo la retirada del denominado ‘impuesto dulce’.

La intervención de la consejera de Agricultura en el marco de Agraria sirvió también para constatar la importancia del sector remolachero-azucarero en Castilla y León. Una Comunidad que produce el 85% del total nacional. Con cuatro de las cinco plantas que hay en España, el sector supone unos 3.000 puestos de trabajo, entre empleo directo e indirecto.

El reto ahora, como señalan desde la Junta, es ganar en competitividad. Una competitividad que debe venir por la vía de la reducción de costes, especialmente los del riego. «No se puede incidir en los precios, por eso hay que controlar el riesgo», apunto Marcos, que ahondó en la inversión prevista hasta 2020 en el mapa de infraestructuras agrarias definido por la administración.

El objetivo en este caso sigue siendo cultivar remolacha y «producir el azúcar que actualmente viene de fuera». En este marco competitivo ya casi liberalizado, la responsable de Agricultura puso de manifiesto el «valor» de los acuerdos Interporfesionales alcanzados hasta ahora en el sector remolachero. Unos acuerdos que cree necesarios para «ser más fuertes, formalizar contratos estables y lograr una garantía en el precio».

En este sentido, aseguró que el sector será capaz de afrontar este reto como una «oportunidad» que está en manos de los agricultores.

En su intervención ante el numeroso público que llenó ayer el auditorio de la Feria de Valladolid, uno de los cultivadores increpó a la consejera reclamando a la Junta que pague los tres euros de la ayuda a la remolacha suspendida en la campaña 2011-2012. Una petición que no tuvo respuesta en la sala, aunque Marcos enmarcó después esta circunstancia en un momento de crisis, y aludió directamente al Gobierno del PSOE «que no elaboró los presupuestos», lo que, según sus palabras, hizo que hubiera líneas ya convocadas «que no se resolvieron».

No hay que olvidar que la Junta ha recurrido la sentencia lograda por la Alianza UPA-COAG en la que le obliga a pagar esta ayuda con intereses. La responsable de Agricultura insistió, sin embargo, en que unos cien cultivadores ya han cobrado el año pasado 300.000 euros. Respecto a la reclamación colectiva de la Alianza, manifestó que «cuando haya sentencia se cumplirá».

La jornada de Aimcra coincidía con la inauguración de la Feria Agraria, el certamen especializado en maquinaria agrícola que reúne cada edición a más de 20.000 personas. Una quinta edición que contó ayer con la presencia de la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, que subrayó el apoyo del Gobierno al sector remolachero. De cara al futuro, apostó por incrementar la producción con garantías y «sustituir el azúcar de importación por azúcar de producción nacional».

En relación al nuevo gravamen a las bebidas azucaradas propuesto por su Gobierno, y que rechaza Castilla y León, Tejerina recordó que la decisión corresponderá a las Cortes, donde los grupos políticos deben consensuar esta medida. La ministra confirmó que se ha reunido con la industria y los productores, y que los volverá a «escuchar». El objetivo, dijo, es que el proceso se haga «teniéndolo en cuenta al sector».

Un sector que afrontará en breve el final del sistema de cuotas con el reto de la competitividad. España consume actualmente 1,5 millones de toneladas de azúcar y produce medio millón.