Diario de Valladolid

26-J

Los votantes exigen gobierno

Electores vallisoletanos de todas las edades inician la jornada con una invitación a la altura de miras de las fuerzas políticas que evite acudir por tercera vez a las urnas

Colas para votar en un colegio electoral de Valladolid-ICAL

Colas para votar en un colegio electoral de Valladolid-ICAL

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ICAL

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“Que espabilen y ojalá actúen con cabeza y se pueda formar un gobierno cuanto antes”, es el mensaje, prácticamente monocorde, que lanzan varios votantes vallisoletanos a escasos minutos de que se cumplan dos horas tras la apertura de los colegios donde les toca depositar las papeletas elegidas. Sus esperanzas para que unos sufragios emitidos por segunda vez en seis meses posibiliten un acuerdo se vislumbran en el ambiente, a poco que se inquiera a quienes ya han introducido las papeletas o se disponen a hacerlo en las urnas de los centros de educación públicos García Quintana y Cardenal Mendoza, ambos situados en pleno centro de Valladolid.

La edad avanzada es el perfil del votante más madrugador, “junto a las monjas”, asevera Mariano, uno de los vocales de mesa ya veterano en estas lides, aunque haya sido en una mesa de un municipio con muchos menos electores que el colegio García Quintana. Tanto él como un funcionario del Cuerpo Nacional de Policía coinciden en resaltar la tranquilidad que se palpa en el ambiente electoral. Hasta su distrito accede Rosa, de mediana edad, en silla de ruedas y con el apoyo de su marido y una rampa mecánica. “Acudo con mucho ánimo y la esperanza de que quien salga haga las cosas lo mejor posible, y si es mi opción política, deseo que pacte”, apunta.

De dejar su papeleta salen ya dos octogenarias -una con andador que abandona de momento para apoyarse en su amiga y atreverse a bajar las escaleras sin usar la rampa- y ambas coinciden en que las costaría votar por tercera vez en poco tiempo si fuese necesario. Julia, a pesar de sus problemas de movilidad, sostiene que acude a las urnas con “ilusión”, pero no oculta un mensaje claro para que los políticos “hagan las cosas bien de una vez y se forme gobierno, aunque lo importante sea tener salud y que todo el mundo se lleve bien en este país”.

Olga, de 25 años y suplente de la que han tenido que tirar al no presentarse la persona titular, hace las veces de presidenta más joven de las cinco mesas habilitadas en el colegio situado en la plaza de España. “La experiencia es buena, tienes responsabilidad pero mis dos compañeros son excelentes y, una vez que adquieres la dinámica, todo va sobre ruedas”, explica.

Por su parte, María, de 26 años pero una apariencia de edad mucho menor como ella misma reconoce, indica tras votar que “esto tiene que cambiar y que los partidos no dejen gobernar a alguien que vaya a destruir el país”, al tiempo que confía en que una vez que ha terminado recientemente sus estudios pueda empezar a trabajar este mismo año. “Tenemos que votar más que nunca y no dudaría en hacerlo por tercera vez”, enfatiza.

El presidente de mesa de mayor edad, de 61 años y a pie de urna tras no presentarse otras tres personas titulares elegidas por delante, ya fue vocal en otra ocasión. Junto a él tiene un pequeño 'tentempié' ya que -al no pensar que le tocaría quedarse- vino sin desayunar “Hay que cumplir con las obligaciones ciudadanas”, asevera, además de apuntar que “todo esta muy pacífico y en esta mesa quienes figuran en el censo yan ha votado en un diez por ciento, pero luego vendrá la mayor afluencia”, dice.

Esther acude a votar acompañada de su hijo de 18 años, que se estrenó en unos comicios ya el pasado 20 de diciembre. “Vengo un poco desesperada y no sé si volvería a las urnas por la incompetencia de unos políticos que son incapaces de ponerse de acuerdo”, se lamenta, mientras su vástago, Luis, manifiesta que los partidos “deben espabilar como debe hacerlo todo el mundo y, si no, en este país vamos por muy mal camino”.

María del Pilar, interventora del PP, se muestra confiada en que pasado el mediodía acuda a votar “mucha más gente” en un colegio que suele contar con un alto porcentaje de participación. “Se ha notado mucho el sufragio por correo por que ya hay gente de vacaciones en esta época. La normalidad es la tónica general y no esperamos problemas de ningún tipo”, apunta.

Confraternización

El cambio de escenario, esta vez en el colegio público Cardenal Mendoza de Valladolid como lugar elegido, produce un agradable intercambio entre dos jóvenes apoderados, Sofía, del PP, y Pablo, de Ciudadanos. La primera destaca que “se ve ánimo después de todo lo que ha pasado en las anteriores elecciones y ganas de participar, y está beneficiando el hecho de que no sea un día de mucho calor”. A su lado, Pablo es de la misma opinión: “La gente viene con una sonrisa y hay bastante participación ya pulsada antes en otros dos colegios que acabo de visitar. Dentro de unas horas vendrá más gente, lo importante es votar y la esperanza en formar gobierno es palpable. Ya se verá qué pasa después y lo que hacen los políticos”.

Un padre joven, Jerónimo, viene acompañado de un pequeño inquieto y vivaz que se acerca a la urna con ganas de emular a su progenitor. “Esto tiene que llevar a algún sitio lo antes posible y que no estemos otros seis meses sin gobierno. Votamos para tener respuestas, nos preocupa nuestro futuro y el de nuestra familia y ni el país ni los políticos se pueden permitir el lujo de ir a unos terceros comicios”, arguye.

La casualidad que rompe la cordialidad, o la masa la suerte, que a veces llega cuando uno menos se lo espera, conducen a la aparición de un octogenario con cachaba como siguiente interlocutor. Tras afinar el oído y no poner inicialmente mala cara, rehúye finalmente opinar y acude raudo a depositar su voto como alma que lleva el diablo, no sin antes dejar un mensaje admonitorio, claro y contundente: “No quiero saber nada de periodistas”.

La veteranía es un grado

En un tono mucho más amable, un veterano apoderado del PSOE, curtido en mil batallas, se acerca al informador, señala que mucha gente ha emitido su sufragio por correo y se quejaba de que, después de varios años años sin hacerlo, ha detectado como una decena de electores no ha podio ejercer su derecho al voto. “He atendido a varias personas que se quejaban de que las listas estaban mal, no aparecían y habían votado siempre aquí. Una de ellas ha roto la papeleta delante mi”, señala.

Por último, dos jóvenes que flanquean una de las tres mesas de uno de los dos distritos electorales -el del colegio Cardenal Mendoza, en la céntrica calle Panaderos- repasan el inicio de la jornada electoral. El primero ya actuó como vocal en unos anteriores comicios, y el segundo, de nombre Iván, figuraba como tercer suplente para la presidencia de la mesa. La ausencia final de los dos titulares -por problemas justificados y que alegó de forma presencial la que figuraba como presidenta titular- provocaron que él tuviera que actuar como presidente. “Todo va sin problemas en este colegio y esperamos que la gente vaya viniendo a votar como lo suele hacer, a ráfagas y con puntas de mucha afluencia”, argumentaron.

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