Diario de Valladolid

La empresa niega a los afectados que su producto provoque ceguera

Siete pacientes del Río Hortega reciben una carta del laboratorio alemán, que insiste en que es insolvente

Publicado por
Alicia Calvo
Valladolid

Creado:

Actualizado:

El laboratorio alemán AlaMedics, fabricante del producto oftalmológico Ala Octa, que es sospechoso de provocar hasta un centenar de casos de ceguera en España, niega en una carta enviada a siete pacientes de Valladolid que su producto estuviera en mal estado. Lo defiende pese a que el IOBAha calificado de tóxicos diez lotes de 2013 y 2014.

La empresa remitió una misiva, fechada el 18 de mayo al representante legal de siete personas que han perdido la visión de un ojo tras una operación de retina en el Hospital Río Hortega y han presentado una reclamación patrimonial contra Sacyl.

En el escrito de dos folios, recibido anteayer, AlaMedics vuelve a insistir en la tesis que ha sostenido desde que a mediados de 2015 se hiciera público el primer caso de ceguera, tras una cirugía de retina en la que se empleó este producto oftalmológico genéricamente conocido como perfluorooctano. «En nuestra opinión, hasta ahora no se ha probado que el producto Ala Octa pueda provocar perjuicios a la salud», indica el escrito.

Por esta conclusión, el representante de AlaMedics advierte, en una traducción algo deficiente: «Se puede esperar, al menos actualmente, ningún pago».

Sin embargo, estos argumentos contradicen a los informes efectuados por el Instituto Universitario de Oftalmobiología Aplicada (IOBA), dirigido por José Carlos Pastor.

El equipo de Pastor efectuó durante varios meses una investigación encargada, primero, por el Gobierno vasco y, después, por la Agencia Nacional del Medicamento.

Las pruebas realizadas por el Instituto llevaron a la conclusión de que una decena de lotes del producto era tóxica. Esto descartó que los efectos adversos pudieran deberse a una mala actuación médica y pusieron el foco en varias partidas contaminadas.

Estos estudios determinaron que, a mayor contacto del perfluorooctano comercializado por AlaMedics, mayor daño y peores efectos en el ojo, causando hasta muerte celular y pérdida de visión.

Con este documento, responde a uno remitido el pasado 3 de marzo por el despacho de abogados Gómez de Menchaca, que asiste a los siete pacientes del Río Hortega. En él, solicitaba información a la compañía sobre el producto sanitario cuestionado.

La respuesta añade una información adicional, que ya había trascendido a los medios: informa de que la compañía «se ha declarado insolvente y el procedimiento de quiebra se abrió en febrero de 2016».

Para cualquier información, «especialmente en casos de demanda», la compañía remite al abogado nombrado administrador judicial. Y recuerda que «la lengua del procedimiento de insolvencia es el alemán». Por ello, pide que, para futura correspondencia, empleen «el alemán o el inglés» y no el castellano.

El letrado de estos pacientes vallisoletanos, Carlos Gómez de Menchaca, asegura que la quiebra del fabricante era «algo totalmente previsible» e incide en que en nada repercute en sus defendidos. «Respecto a los afectados no supone ninguna merma en sus posibilidades de resarcirse porque la acción la hemos diseñado contra Sacyl, por ser quien realiza las intervenciones en Castilla y León y que, por tanto, ha de responder de los daños ocasionados derivados del uso de productos en mal estado frente a los ciudadanos afectados».

tracking