Garrido Capa destaca en el pregón la “riqueza y evolución” de la Semana Santa de Valladolid

El presidente de la empresa Lingotes Especiales y durante años de la Cámara de Comercio, Vicente Garrido Capa, destacó hoy en el pregón la “riqueza y evolución” de la Semana Santa de Valladolid a la que, dijo, lleva vinculado 60 años. “Soy hermano de la Cofradía de la Soledad de Medina de Rioseco, imagen que llevé a hombros en mi juventud y donde pregoné su Pasión en el 2000, pero luego han sido seis décadas siguiendo la celebración en la capital y me creo con derecho a considerarla mía también, como cualquier vallisoletano”, dijo orgulloso.

Antes de pregonar la Semana Santa de su ciudad concretó que le ha supuesto “una gran responsabilidad y cierto miedo ya que es la primera del mundo”, y señaló que hacerlo en la Catedral Metropolitana le ha dado cierta tranquilidad tras “preparar con ahínco” un texto que confío en que gustara a los asistentes al recoger sus vivencias.

“Si pregonar significa decir en voz alta una verdad que a todos conviene saber, qué mejor verdad que recordar y celebrar algo que sucedió hace dos mil años y que, a pesar del tiempo transcurrido, sigue estando de actualidad en estos días y, así, cada año; luego si se sigue recordando a lo largo de tantos años, muy importante debe ser”, agregó Garrido Capa en alusión a la Semana Santa de Valladolid a la que tan vinculado se siente.

Respecto al lugar del pregón, señaló que Catedral siempre ha estado muy cerca de él, tanto en los tiempos del colegio, “que estaba y está en la Plaza de Santa Cruz, como en la época universitaria en que vivía en la Plaza de la Universidad, justo enfrente”, recordó, además de señalar que en el templo le sucedió lo mejor de su vida. “Me casé aquí, luego lo hizo una hija, bautizamos a una nieta y asistí a toda clase de ceremonias litúrgicas y culturales”, dijo.

En su intervención explicó la evolución, cambio y aumento de cofradías y procesiones, con la incorporación de nuevos pasos, unos completados con imágenes del Museo, de diferentes iglesias y conventos, y otros de nueva factura. “La Semana Santa de Valladolid siempre ha tenido una estética admirable y se ha cuidado mucho, ya que había un Consejo que vigilaba el que no se perdiera la categoría artística de las colecciones de arte religioso”, arguyó.

Asimismo, también se refirió a la modificación del Derecho Canónico que permitió la incorporación de la mujer a las cofradías, con los mismos derechos de cofrade, no como antes que eran “hermanas de devoción”, lo cual, en su opinión “ha sido un auténtico enriquecimiento, así como la incorporación de las secciones infantiles”.

Cronología por días y desfiles

De forma cronológica el pregonero fue desgranando las celebraciones de la Pasión vallisoletana desde el Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección. En el inicio habló de la Procesión de la Borriquilla y que “brinda un auténtico placer al ver la gran cantidad de niños y niñas que participan perfectamente uniformados, y a la que, a partir de su paso por la Catedral se incorporan las secciones infantiles de las demás cofradías, con sus palmas y laureles, que llevarán a sus casas”.

Sobre el Martes Santo aseguró que se celebra en este día una de las procesiones para él más emotivas, como es la del 'Encuentro entre la Virgen de las Angustias y su Hijo camino del Calvario, en la Plaza de Santa Cruz. “Aunque este encuentro es terriblemente doloroso, pueden serlo igual o más los desencuentros que tenemos constantemente en familias. Se debe hacer todo lo posible por colaborar en estos encuentros muy convenientes y los que se con el ánimo reforzado”, aseveró.

Del Miércoles Santo citó como otra de sus procesiones predilectas el Vía Crucis procesional. “Son especialmente emotivos los encuentros con la Dolorosa de la Vera Cruz y la Virgen de las Angustias. Es una especie de avance de lo que va a ser la celebración de la Pasión dos días después y el Santísimo Cristo de la Luz me atrae especialmente por los muchos años que estuve cerca de esta magnífica escultura ”, aseveró.

En el Viernes Santo hizo un punto de inflexión para señalar convencido sobre la Semana Santa de Valladolid: “Ocurre, como se ha dicho muchas veces que, aunque uno no sea creyente, queda impresionado por el mensaje que se puede captar. Así es explicable el que cada vez tengamos más visitantes y no salga ninguno defraudado de esta exhibición. Se dice que esta Semana Santa es de interés turístico internacional, no necesita ninguna clasificación: es la mejor y única”.

“El Viernes Santo, en los años que recorría la Acera de Recoletos, me gustaba estar en los jardines del Campo Grande, en primera fila, y con alguno de mis hijos pequeños en mis hombros para que pudiera verlo mejor. Solo la ví desde un sitio preferente en los años que fui concejal Ayuntamiento, asistía a ella desde la tribuna y al final me incorporaba a la procesión”, recordó con nostalgia.

Sobre el Sábado Santo, lo definió como “el tiempo de silencio y espera donde queda la nostalgia de lo que parece perdido y la incertidumbre ante lo que puede llegar”. Y efectivamente explicó que llega, a las once de la noche en la Catedral como en las demás parroquias e iglesias “donde se celebrará la Vigilia Pascual, con la bendición del fuego, que habla de calor, de hogar, de luz, tanto exterior como interior”.

Finalmente, en torno al Domingo de Resurreccion agregó que realmente el más importante de toda la liturgia católica. “Después de celebrarse la Misa Pascual Solemne en esta Catedral, con la participación de varias de las cofradías, saldrá la 'Procesión de la Resurrección, con Jesús Resucitado y María Santísima de la Alegría, acompañados por otras cofradías, en dirección a la Plaza Mayor donde se encontrarán con la del 'Santo Sepulcro Vacío'”, concluyó.