Diario de Valladolid

Cultura

El ciclo Antigua se despide con Vivaldi, Bach y Händel

Concluye con el Ensemble Barroco de la OSCyL junto a músicos de Il Giardino Armonico

Elizabeth Moore, violinista de la Oscyl, ayer, en el Auditorio Miguel Delibes.-J. M. Lostau

Elizabeth Moore, violinista de la Oscyl, ayer, en el Auditorio Miguel Delibes.-J. M. Lostau

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Agustín Achúcarro
Valladolid

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«Tener el violín barroco en mis manos, con esas cuerdas que sacan el sonido de otra manera, su menor vibrato, la forma de emplear el arco, me apasiona, por lo que cada vez me inclino mas por la música antigua, y éste es para mí de los mejores conciertos del año». Así concibe la violinista de la Sinfónica de Castilla y León Elisabeth Moore el concierto de mañana jueves, día 17, a partir de las 20,00 horas, en la Sala de Cámara del Auditorio de Valladolid, con el Ensemble Barroco de la OSCyL y tres miembros de Il Giardino Armonico.

Moore va del ensayo matutino de la Sinfónica a preparar por la tarde la actuación de ‘Los grandes conciertos barrocos’.

«Estoy muy acostumbrada, simplemente se trata de coger las partituras un rato antes del ensayo y olvidarte completamente de lo que has hecho por la mañana», asevera.

La violinista adora la materia con la que trabaja. «Il Giardino Armonico estipula que tengamos instrumentos con cuerdas de tripa y arco barroco, con la afinación distinta, lo que hace que esté ante un violín diferente», argumenta fascinada.

En octubre prepararon el concierto y ahora han realizado los últimos ensayos. «Vamos por muy buen camino y con Il Giardino estamos encantados, pues son como amigos, que nos guían en la técnica de la música antigua y con los que nos lo pasamos en grande», afirma Moore, que vive esta experiencia codo con codo con el concertino de la formación italiana Stefano Barneschi. «Es un musicazo, lleno de ideas, me encanta como nos lleva, así como esos momentos en los que tengo que liderar un poco».

La violinista elegiría todas las obras del programa, de Vivaldi, Händel, Bach o Geminiani, pero hay para ella una especial. «Me quedaría con la de Biber, un compositor fascinante, muy chocante para su época». «En su Bataglia a 10 -prosigue Moore- hay un momento con ocho tonalidades diferentes a la vez y ocho melodías, pues la orquesta tiene que hacer de borracho, y el último movimiento es un lamento que es pura tristeza, totalmente contrastante».

Desde que el Ensemble Barroco de la OSCyL actuó en Aranda de Duero sin músicos de Il Giardino, aun valorando mucho la labor de éstos, Moore está convencida de que han progresado tanto que «si no existiera la actual crisis el ensemble ya sería ‘vendible’ por sí solo para tocar fuera».

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