Los hoteleros esperan cerca de 2.000 ‘pingüinos’ alternativos

Treinta y tres ediciones pesan mucho. Y si se trata de una tradición que ha echado raíces entre bragados moteros, la fecha de enero en Valladolid no es un clásico: es un reto en toda regla, estar o morir. Las instituciones barruntan un tímido desembarco de palmípedos, pero los hosteleros tienen información más privilegiada. «Calculamos que este fin de semana van a venir a Valladolid en torno a 2.000 aficionados de Pingüinos».

Quien habla es Francisco de Frutos, presidente de la Asociación de Hoteles de Valladolid, feliz por la marca que Pingüinos ha dejado en enero en Valladolid, pero desconcertado por el rumbo de los acontecimientos, con algunas anulaciones de reserva de última hora.

«Al principio nos movíamos con reservas de aficionados que pensaban que, pese a todo, se iba a celebrar Pingüinos 2015. Luego trascendió que no, pero que iban a organizarse eventos y exhibiciones en la ciudad de Valladolid para los que vinieran. Ahora estamos en la fase de que no hay nada previsto, pero las reservas dicen que vendrán en torno a 2.000. No son desde luego las cifras del año pasado –24.456 inscritos– pero los hoteleros celebramos que vengan porque es uno de los platos fuertes del primer trimestre», indicó De Frutos.

El presidente de Hoteles de Valladolid, colectivo que aglutina a 38 establecimientos de hospedaje en la provincia, indicó que el estado actual es de «confusión» entre los clientes moteros por lo que deparará Valladolid los días 9, 10 y 11 de enero y sobre todo porque una semana más tarde sí hay garantías de una concentración en marcha con todas las bendiciones: la cita de Motauros en Tordesillas.

«Pensamos que hay espacio y argumentos para las dos citas, porque Valladolid es un buen destino para el fin de semana, posee una magnífica gastronomía y un buen ocio nocturno», apuntó De Frutos.

El presidente de la patronal no ocultó que también echarán el resto con Motauros, concentración con la que han llegado a acuerdos en forma de sorteos de estancias en hoteles para los participantes. «Nuestra asociación va a colaborar siempre activamente con todo que sea atraer visitantes a la provincia, bien sea con congresos, eventos deportivos, culturales o gastronómicos», afirmó.

Prohibido acampar

Las administraciones, especialmente el Ayuntamiento y la Junta, cruzan los dedos para que las dudas que aún persisten en los aficionados más recalcitrantes sobre Pingüinos 2015, no desemboquen en la temeridad de echarse al monte y acampar en el pinar de Antequera con fogatas incluidas.

El Ayuntamiento de Valladolid ha avisado que los Pingüinos serán recibidos con los brazos abiertos en la ciudad, pero advierte de que la Policía Municipal estará con la libreta de multas en la mano si cualquier motero hunde una mísera clavija en el pinar. El Consistorio recuerda que no se puede acampar en la zona de pinar y de que está multada la acampada libre, ante los llamamientos que desde varias asociaciones se ha hecho para que «los pingüinos» vengan a Valladolid en enero. La concejala de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Valladolid, Mercedes Cantalapiedra, insistió en que los que acampen «serán multados», ya que la acampada libre está prohibida por la Junta de Castilla y León.

«No hay Pingüinos, se suspendió en su día –por no poder cumplir la zona de acampada con la legislación medioambiental– y no hay ninguna actividad», resumió Cantalapiedra, quien reconoció que las fuerzas de seguridad estarán «alerta» durante el fin de semana.