Diario de Valladolid

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A LOS jóvenes seguramente el título de esta columna no les diga nada, pero sí a otras generaciones, a las que traslada al menos a una canción que fue muy popular en España y tal vez a un movimiento surgido en Estados Unidos que formaba a jóvenes para recorrer el mundo con ese tema y otros también populares, como ‘De qué color es la piel de Dios’. Su objetivo era difundir un mensaje de fraternidad, de solidaridad, en unos tiempos convulsos en todo el planeta (surgió en los años sesenta). La organización sigue viva aunque haya perdido su popularidad, y tuvo seguidores y detractores, estos últimos recelosos por si se trataba de un grupo financiado por grandes compañías americanas para contrarrestar otros movimientos más rebeldes de la época, como la cultura hippie. Hoy son también tiempos convulsos, porque la sociedad se ve amenazada por un enemigo invisible que ha logrado confinar en sus casas a medio mundo y está dejando muchas víctimas. También, como entonces, se espera un cambio social o político o económico cuando pase la pandemia y se vayan curando las heridas de todo tipo que va a dejar, desde las morales a las económicas. Esperar esos cambios futuros que pronostican un mundo mejor quizá sea una forma de aferrarse a la esperanza, de intentar que algo tan cruel como lo que está sucediendo, con su expresión más trágica en las muertes, termine por generar algo bueno. Lo cierto, sin embargo, es que los cambios no son sencillos y una verdad que se repite es que volver a caer en el mismo error una y otra vez no es precisamente es ajeno a la condición humana, pero también es una realidad que se acaba aprendiendo de los tropezones, aunque pocas veces sea a la primera. Dejando al margen el futuro, que ya llegará, lo mejor que se puede extraer de este presente es la gente, una gran mayoría a la que hay que darle un viva. Por su comportamiento, pese a las multas que siempre hay que poner a algunos, pero sobre todo por la solidaridad que aflora por todas partes, por los gestos de apoyo que pueden llegar desde muy lejos de forma inmediata gracias a las nuevas tecnologías. Con todo esta crisis descubrimos que las personas son las que forman las empresas o las instituciones y los hogares. Y estos días han aflorado grandes personas, desde los héroes que están en primera línea en el combate contra el virus a los que están en la retaguardia y en los refugios. De muchos ha salido lo mejor estos días, por eso hoy es muy válido el título de la vieja canción.

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