Diario de Valladolid

ATLETISMO

Marcas para la eternidad

El Club Atletismo Valladolid reúne en su gala a 420 atletas de todas las edades | La permanencia en la élite, objetivo de las chicas, el ascenso, sueño de los chicos

La gran familia del Club Atletismo Valladolid posa con ‘Furia’, su león mascota, en el Centro Cívico José María Luelmo.  MONTSE ÁLVAREZ

La gran familia del Club Atletismo Valladolid posa con ‘Furia’, su león mascota, en el Centro Cívico José María Luelmo. MONTSE ÁLVAREZ

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Guillermo Sanz

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El atletismo es un deporte en el que la palabra meta se traduce a números. Las marcas son el abecé sobre el encerado del tartán, donde la asignatura de historia se convierte en troncal cuando la imparte el Club Atletismo Valladolid, el más veterano sobre la pista. Allí, son ganadores antes incluso de que resuene el pistoletazo de salida y ese sentimiento es así porque saben que el futuro está asegurado en Río Esgueva. 

Las calles llevan hacia un vivero de talento que el pasado viernes se reunió en el Centro Cívico José María Luelmo, donde tuvo lugar una ya tradicional reunión familiar que juntó bajo el mismo techo a los 424 atletas de todas las edades que se dan forma y sentido al escudo del Club Atletismo Valladolid. 

Desde los más pequeños, que no tienen más obligación que calzarse las zapatillas para divertirse, hasta los máster, un ejemplo de que el DNI no entra en juego en el atletismo. Cada ladrillo es fundamental para levantar un palacio del atletismo vallisoletano que comenzó a edificarse hace medio siglo. En el trono, los reyes: las chicas del equipo de División de Honor y los chicos de Primera, ambos tienen en su cámara los planos para expandir su imperio. 

Las chicas han vuelto a la élite nacional con ganas hacerse inquilinas y no visitantes, mientras que los chicos buscan ser vecinos de sus compañeras en el ático del atletismo español. «Con las chicas nos vamos a mantener, seguro. Tenemos un equipo muy homogéneo y hemos hecho fichajes en lanzamiento y saltos, que es donde cojeábamos. En los chicos, el objetivo es mantenerse, fijo, y dar el empujón para estar en División de Honor. El equipo es bueno y hemos hecho buenos fichajes», asegura Ana Pérez Carnicero.

La presidenta del CAV explica que este año el correo del club ha recibido una oleada de solicitudes para ingresar en el equipo. «Salvo en marcha, no ha sido buscado. Se han ido ofreciendo, por cercanía o porque les gustamos», asegura. Así, al equipo femenino se han sumado María Durán -jabalina-, Alba Valverde -longitud y triple salto-, María Iglesias -altura-, Julieta Giovannini -peso- y Samantha Mulloni -marcha-; ases que se suman a una baza ganadora con cartas de la casa como Carla Gallardo, María Vega, Lucía Herrero, Ángela Alonso o Ainara Zarandona.   

El equipo masculino también ha recibido baterías nuevas para llenarse de energía extra para intentar diseñar el sueño del ascenso a División de Honor. De esta manera, el Club Atletismo Valladolid se ha reforzado con Carlos Sánchez -longitud-, Miguel Alonso -jabalina-, David Requejo -velocista campeón de España de 60-, Gonzalo Arangüena -1.5000-, Alberto Cubo -400-, Esmailin Santiago -velocidad- o José Manuel Naranjo -marcha-. 

El CAV reviste su armadura a pesar de moverse sobre las baldosas de una economía de guerra marcado por el presupuesto más bajo de la categoría. «Somos pobres, pero muy ricos en espíritu y en darlo todo», bromea Ana Pérez Carnicero. El dinero no da la felicidad ni asegura los éxitos. En este apartado el club vallisoletano tiene una vitrina llena de buenos recuerdos para demostrarlo. Los últimos en sumarse fueron las medallas nacionales conseguidas el pasado año por Sergio Juárez -campeón de España absoluto-, Laura Martín -oro en altura en pista cubierta y aire libre- Carla Gallardo -oro en Cross internacional y en el 1.500 de pista cubierta-, Carolina García -oro en 400 vallas- o el incombustible discóbolo Julio Calvo, el veterano coleccionista de medallas internacionales. Todos ellos, suman internacionalidades con la selección española. 

Todos los que consiguieron el pasado curso medallas autonómicas, nacionales y que hayan sido internacionales subieron al escenario para recibir el aplauso de todos sus compañeros en una gala que no se quiso perder nadie, ni siquiera las atletas que representan desde la distancia los valores del club, como Lucía Herrero y Ángela Alonso, becadas en Estados Unidos y presentes en la cita a través del vídeo. Tampoco se lo perdió Julia Merino -que recibió un ramo de flores-, una velocista que pasó de las pistas vallisoletanas a las del Estadio Olímpico de Barcelona en el 1992; la única olímpica hasta el momento del CAV, que ‘amenaza’ con sumar en el futuro nuevos inquilinos en el Olimpo. «A medio-largo plazo segurísimo que sí que tendremos más», augura Ana Pérez Carnicero. 

La presidenta delCAV destaca que esta labor no sería posible sin escribir nombres como los de Guille Martín, DiegoMartín, Merche Manero, Álvaro Vela, José Antonio Panera,Valentín Tejedor, JulioCalvo o Juan Antonio González, entrenadores encargados de hacer que la cosecha del club sea próspera. 

Presente, pasado y futuro se juntaron en esta fiesta del atletismo que vivió su momento más emotivo con el homenaje a Ángel Fernández, un ejemplo para todos los jóvenes. Fiel al atletismo hasta los 86 años, el que fuera uno de los primeros entrenadores del club, acudía todos los días a hacer sus series a Río Esgueva, un paisaje que abandonó este año debido a la edad. Sin embargo, el CAV quiso rendirle tributo tras la retirada y le hizo entrega de un chándal del club al que pertenecerá siempre, se calce o no las zapatillas.   

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