Una potencia turística que debe impulsarse
CON ALTIBAJOS, MESES mejores y peores, pero finalmente Castilla yLeón logra cerrar el pasado año evidenciando su fortaleza turística. En plena celebración de la Feria Internacional de Turismo (Fitur), la Comunidad se muestra como un referente al acabar el pasado 2019 con más turistas y mayor número de pernoctaciones.
Un aumento muy por encima de la media nacional, en ambos apartados, y en todas y cada una de las nueve provincias, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esa es la realidad, que viene a demostrar dos cosas: la fortaleza de esta tierra para atraer visitantes, que le viene dada por su patrimonio natural, paisajístico, cultura, artístico y gastronómico, y el buen trabajo que se viene haciendo la administración en los últimos años.
Tarea liderada en estos años pasados por la Consejería de Cultura y Turismo, en perfecta conjunción con el sector, algo que es obligado seguir manteniendo. Promoción, impulso y explotación de esos grandes reclamos que funcionan cada vez mejor, como las Edades del Hombre, por citar sólo un ejemplo, que además de atraer turismo ayudan a hacer Comunidad.
Pero no todo son buenas noticias. Pese al importante ascenso con el que finaliza el año, la pernoctación media, no tanto el número global, sigue siendo ese punto negro que continúa sin corregirse. El turista viene a Castilla y León, pero no se queda. Al menos no más allá de un fin de semana, eso en el mejor de los casos porque la generalidad habla de una permanencia media en la Comunidad de menos de dos días. Un mal endémico que lo padece Castilla y León y las nueve provincias, sin que ninguna de ellas logre despuntar sobremanera sobre el resto.
Es necesario trabajar en paquetes que hagan que el visitante opte por más días. Si se valora, porque lo merece, el trabajo conjunto entre los profesionales del sector es necesario exigir la colaboración y coordinación entre administraciones. Bien está que cada provincia, incluso cada ayuntamiento o comarca, quiera lucir lo mucho que puede ofrecer al turista, pero eso no es óbice para que no se trabaje en una oferta global y de Comunidad, que permita al turista ver a Castilla y León como un todo. La Comunidad es ya por derecho una potencia turística, ahora toca impulsarla.