Conectividad fundamental para el futuro de los pueblos
LA ESPAÑA VACIADA. Ese es el arquetipo con que la clase política viene denominando ahora a ese mundo rural que se va despoblando, curiosamente, por sus políticas, más bien por su falta de políticas.
Un mundo rural, unos pueblos que si de algo están vacíos es de cobertura. Y no de ese 4G y hasta 5G del que ya muchos pueden presumir en las grandes capitales y ciudades, también de Castilla y León. No, se trata de la más básica, de aquella que es necesaria para realizar una llamada o recibir y enviar un guasap.
Si a eso se le suma la cada vez más ausencia de servicios, la despoblación se encuentra con su caldo de cultivo perfecto.
Por eso conviene valorar la inversión que Telefónica llevará a cabo en Castilla y León para instalar la fibra óptica en miles de pueblos, concretamente los más pequeños, precisamente aquellos que cuentan con más carencias. El despliegue de la tecnología supondrá, también, la dinamización del empleo, tanto por los trabajos en sí mismos, obra civil, suministro, transporte, instalación, venta y postventa de servicios digitales, como por el incremento de competitividad de las empresas y emprendedores beneficiados.
La compañía explica que el crecimiento de cobertura se refiere a disponibilidad de la tecnología, no a su posterior uso o contratación, comprometida en esta región, entre otras circunstancias, por la falta de conocimientos informáticos y el grado de envejecimiento. Claro que eso también hay que preverlo y enseñarla. Una tarea en la que tienen que posicionarse todos, administraciones y empresas, pero sobre todo la administraciones a través de diferentes programas. Los diferentes estudios sobre uso de Internet en los hogares son claros. En ellos se evidencia que la primera razón declarada para no disponer del servicio es porque no le parece útil a la mayoría de los encuestados, seguida de los pocos conocimientos para utilizarlo y, por último, el alto coste. Frente a aquellos que aseguran que es por no tener Internet, al no estar disponible en mi zona.
Podrá ser así porque así lo señalen las encuestas, pero la realidad viene a evidenciar también, y eso es refutable, que la gran mayoría de la población que asegura no tener cobertura de internet es aquella que reside en los pueblos, en las zonas rurales.
La inversión que Telefónica prevé para estos dos años viene a cubrir, justamente, a ese pequeño mundo rural donde carecen de la más mínima conectividad. Esa que es indispensable para su desarrollo futuro y que sólo se solventan con inversiones así.