Pablo cuenta con Pablo si hay gobierno con Pedro

Aunque parezca un trabalenguas, así es. Pablo Iglesias cuenta con Pablo Fernández si finalmente cuaja gobierno con Pedro Sánchez. El líder de Podemos en Castilla y León se ha convertido en una pieza imprescindible e indispensable desde hace meses en la nueva estructura de la formación morada. Además de portavoz es un habitual de las tertulias nacionales. Y en eso y en muchas más cosas denota la confianza que tiene Iglesias en el leonés. Confianza ganada por medio de dos cualidades: trabajo y lealtad. Sin duda es el procurador más esforzado y trabajador de cuantos pueblan las Cortes de Castilla y León. A lo que hay que añadir que, con la retirada de Herrera, y el inexplicable bajón que ha pegado Tudanca, hábil e ingenioso como pocos en la tribuna, el de Podemos se ha convertido, sin duda, en el más brillante orador del hemiciclo. Y eso, en gran medida, es a su ingenio y preparación, pero también al trabajo y esfuerzo que dedica a preparar la actividad parlamentaria que para eso están un puñado de procuradores que se embolsan 94.000 euros de los de ahora al año. Pablo Fernández los justifica y los suda.

No es el caso de la mayoría a los que habrá que analizar individualmente para no caer en la injusticia que supone la generalización. Pues Iglesias contará con su tocayo para el gobierno si finalmente forma gobierno. No lo duden. ¿Para qué? ¿Ministro? Puede que no tanto, pero no es descartable. Otra cosa es que Fernández decida finalmente seguir con su tarea en Castilla y León o que la lealtad le empuje a no renegar ni desaprovechar la nueva oportunidad que le brindará Iglesias. Su perfil sensato y apegado a la realidad, además de alejado de las estridencias de algún sector de su partido, le avalan para poder ser una de la piezas con las que Iglesias construya el ejecutivo conjunto con Pedro Sánchez. Al tiempo.