Respaldo que obliga a apostar por la Comunidad
NADIE LO DUDA. La automoción es un sector vital, un pilar esencial para la economía de Castilla y León. Él sólo sustenta miles de empleos, tanto directos como indirectos, sin los cuales la situación se tornaría complicada y, por momentos, extremadamente difícil para el Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León. Esto es así, es un hecho irrefutable que no puede discutirse.
Pero es igual de incontestable como el continuo apoyo que el sector automovilístico viene recibiendo de la Administración autonómica, que siempre está ahí para dar respuesta en los buenos y en los malos momentos, sobre todo cuando las cosas vienen mal dadas como se demostró con la grave crisis económica. Y qué decir de los trabajadores, que supieron atarse los machos para recortarse todo lo que se podía y más contribuyendo, y de qué manera, en esos malos momentos de la economía.
La automoción de Castilla y León tendrá futuro si hay una apuesta decidida del ámbito logístico en la cadena de valor de Renault, manifestaba hace una década el entonces director general del Grupo Renault en el mundo, Patrick Pélata. Pues bien, si esa afirmación es cierta, y el tiempo parece venir a darle la razón, desde la Junta se ha entendido a la perfección y sus ayudas directas a los parques de proveedores vienen a resumir su trascendencia para el mantenimiento de las fábricas de la alianza Renault-Nissan en Palencia, Valladolid y Ávila.
La filosofía de Pélata está perfectamente asumida en la mente de un protagonista de excepción de todos los planes de Renault que se superponen en el tiempo. Carlos Martín Tobalina, el alto cargo de la Junta que ha vivido de cerca el entramado de las relaciones del Gobierno regional con la alianza Renault Nissan es un defensor al ultranza de aquella premonición de Pélata, que fue asumida e impulsada por el actual director general adjunto de Renault, José Vicente de los Mozos y los gobiernos autonómicos.
La apuesta de la administración por el mantenimiento y el impulso de la automoción es clara, y no sólo en el caso de Renault. Los parques de proveedores son hoy una realidad que funciona, que da empleo y genera riqueza por el esfuerzo económico que, en forma de ayudas, se viene realizando desde el Ejecutivo de Castilla y León. Y, por supuesto, por el mantenimiento de la apuesta de Renault, refrendada durante la visita del Rey Felipe VI a la fábrica de Valladolid.
Una apuesta de y por la Comunidad que no sólo debe mantenerse, sino que tiene que redoblarse. El respaldo que la automoción recibe por parte de la administración, con inversión contante y sonante, obliga al sector a aumentar su apuesta por esta tierra.