Diario de Valladolid

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ME aficioné a la novela histórica en mi adolescencia con las obras de Arturo Pérez-Reverte, especialmente, aunque no sólo, con la saga sobre el Capitán Alatriste. Las andanzas de Don Diego Alatriste y Tenorio, junto con su paje Don Íñigo Balboa, crearon un semillero de empedernidos lectores, que descubrieron en las divertidas narraciones de estos personajes, momentos con los que pasar un rato agradable y distendido, además de aprehender historia de España del siglo XVII.

Hace unas semanas, este prolífico y reputado escritor, acaba de publicar un nuevo libro titulado Sidi, que está teniendo un extraordinario éxito de ventas. Y no me extraña. Narra con especial maestría el origen y la vida, las aventuras y las desventuras de Rodrigo Díaz de Vivar, caballero mercenario burgalés que luchó contra los moros y cristianos -a favor de quien mejor pagara-, y que se convirtió en un líder nato que fue temido por unos y amado y reverenciado por otros. Era conocido por los moros con el apelativo de Sidi, de ahí el nombre del libro.

Se nota que Arturo Pérez-Reverte ha sido, durante parte de su vida, periodista de guerra, pues cuenta distintos episodios de la vida de El Cid Campeador como si se tratase de una película de John Ford. Un thriller trepidante, en toda regla, desde la primera hasta la última página, que no defraudará a nadie. En definitiva, una delicia en tiempos convulsos para los potenciales -y queridos- lectores. Además, el libro anima a releer el Cantar del Mío Cid, del que no me resisto a recordar aquellas conmovedoras palabras que han pasado a engrandecer la figura del Cid Campeador: Mio Cid Ruy Díaz ya entraba en Burgos/Llevaba consigo sesenta pendones/Salían a verle mujeres y hombres/burgaleses y burgalesas en las ventanas están/llorando muy tristemente, que grande era su dolor/De sus bocas todos dejan salir esta exclamación/¡Dios, que buen vasallo, ojalá tuviese tan buen señor!

Esta nueva novela histórica está consiguiendo poner a Castilla y a los castellanos, al menos durante una temporada, en el epicentro de la vida cultural española. Hacía tiempo que un simple libro no dibujaba las hazañas y desastres, con un realismo inusitado y bien documentado desde un punto de vista histórico, de este legendario noble hidalgo. Un antídoto sin quererlo –o queriendo, quién sabe– contra la despoblación. Gracias Arturo.

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