Alertas sobre el encarecimiento excesivo de los alquileres
UN ESTUDIO de una promotora nacional revela que seis capitales de provincia de la Comunidad autónoma, todas menos Valladolid, Palencia y Zamora, han sufrido en el último años una subida de precios del alquiler superior al 14%. Este fuerte incremento no es una excepción en Castilla y León; en el conjunto del país han sido treinta las capitales cuyos precios se han disparado por encima del 10% en solo un año.
Este aumento de precios en Ávila, Burgos, León, Salamanca, Segovia y Zamora no puede considerarse aún inquietante, porque todas las grandes ciudades de la Comunidad están bastante por debajo de la media nacional y sus precios son notablemente inferiores a los de las grandes capitales de España, como sonBarcelona y Madrid, donde el fenómeno es muy preocupante.
Sin embargo, el incremento en porcentajes superiores al 14% sí constituye por sí mismo una alerta para quienes tienen que garantizar precios de los arrendamientos asequibles a los ingresos y sobre todo consecuentes con el derecho constitucional a una vivienda digna.
Los analistas consideran que esta subida de precio en las seis capitales tiene más que ver con la recuperación de los niveles perdidos en la crisis; sobre todo, porque aún están por debajo de los registrados en la época de la burbuja.
Es previsible que este fenómeno se para en los próximos meses y los precios se estabilicen, en línea con lo que está ocurriendo en el mercado inmobiliario de compra-venta.
Estos incrementos son en parte consecuencia de la subida de precios de compra de la vivienda, que hace más difícil la adquisición y menos el arrendamiento, lo que provoca a su vez un incremento en el alquiler.También obedece a que los tipos de interés a los que se retribuye el ahorro son tan bajos que los inversores optan por comprar para alquilar como un medio de sacar rendimiento a su dinero.
En cualquier caso, es imprescindible que las administraciones actúen en consecuencia ante esta alerta que pone de manifiesto una subida de precios para quienes decidan por los motivos que sean alquilar en lugar de tener una vivienda en propiedad.
Y además deben primarse las actuaciones de cara a los más jóvenes, para los que el alquiler representa cada vez una parte mayor y más insoportable cuota de sus ingresos, lo que lleva a que las viviendas compartidas se estén generalizado dificultando a estas personas su emancipación.
Actuar, apostando por viviendas sociales con alquileres baratos o por otras políticas que frenen una posible burbuja, es una obligación. Este encarecimiento de precios debe servir de alerta sobre un fenómeno que puede llegar a ser inquietante.