Los 99.000 expulsados
NO ES UN invento de quien retrata una realidad que algunos no quieren ver. Cáritas ha puesto nombre y número a los más pobres de esta Castilla y León de la segunda década del siglo XXI: la sociedad expulsada. Son esos 99.000 castellanos y leoneses «especialmente vulnerables» y «afectados por la acumulación de problemas». Son los que suman amenazas de desahucio, trabajos precario (el 13% del total), los que están forzados a retrasar pagos y, además, forman parte de esos 54.000 hogares que han dejado de comprar medicinas por motivos económicos.
No es un invento. Cáritas Castilla y León acaba de sentenciar que la exclusión social solo se ha reducido en la llamada postcrisis un 7,5% en esta Comunidad, mientras que en el conjunto de España más que triplica ese porcentaje. Uno de cada cuatro trabajadores a tiempo completo necesita protección social para sobrevivir además del sueldo. «La dimensión de la salud es la más determinante en el ámbito de la exclusión social de Castilla y León».
Cáritas no se presenta a las elecciones. No teman, señores candidatos; pero al menos léanse el informe que ha presentado este jueves en Valladolid. Algunos se contentarán con el hecho de que la exclusión social es inferior a la media, pero para quienes reconfortan sus conciencias con ese interesada mirada les diré que esta institución de la Iglesia acaba de decir que Castilla y León es una de las comunidades de España en la que más ha crecido la desigualdad entre ricos y pobres.
Si les preocupan un mínimo esas 99.000 personas que forman la «sociedad expulsada», sean conscientes al menos de que quienes gobiernan o han gobernado esta Comunidad en la última década no han dejado una sociedad más igualitaria. Vivimos un tiempo donde las «brechas que se están produciendo están hipotecando nuestro futuro». Se refiere el coordinador del estudio, Guillermo Fernández Maíllo, a más desigualdad, más debilidad de los sistemas de gobierno y de las instituciones públicas, a la «gestión insolidaria de la crisis» y a las actitudes xenófobas que «consolidan el individualismo».
Dice el número dos de la Junta que este informe sobre la sociedad expulsada fue el asunto más importante del que se habló ayer en el Consejo de Gobierno y que debe servir «para corregir, prevenir y tomar medidas». Supongo que los del PP no se sorprenderían. Han gobernado la última década. Cáritas les da un tirón de orejas y les advierte de la gravedad del incremento de la exclusión más severa en esta región que gobiernan. Ahora les toca a unos y a otros cumplir con su deber.